Las ensaladas llegan a nuestras mesas con la entrada del calor y buscamos la mayor diversidad posible para no hacer monótono el menú diario. Gracias a los amigos de Ecoalgrano he descubierto la cebada integral, que hasta la fecha no había probado y que, a partir de ahora, pasa a ocupar un lugar en mi despensa. No es un cereal al uso y su preparación precisa una programación previa, ya que hay que ponerlo a remojo, y tiene una cocción prolongada. Pero el resultado final merece la pena.
La cebada es un cereal rico en proteínas (más que el trigo), unos 12 g. por cada 100, además de ser una buena fuente de vitaminas del grupo B y K. Pero, sobre todo, contiene gran cantidad de fibra soluble, que retarda la absorción de la glucosa y el colesterol, por lo que es recomendada como una buena manera de prevenir el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Pero, además de todo eso, su sabor (con ciertos recuerdos a nuez y frutos secos) y su textura la hacen un elemento muy atractivo para una rica y alimenticia ensalada veraniega. Por cierto, como más me ha gustado esta ensalada es aliñada con chutney de menta (pronto subiré la receta de esta salsa).
Ingredientes (para 2 raciones):
- 100 g. de granos de cebada integral de Ecoalgrano.
- 1/2 pastilla de caldo vegetal concentrado de Ecoalgrano.
- 1/2 litro de agua.
- 1/2 lechuga romana pequeña.
- 2 tomates raf, hermosos.
- 1 cebolleta pequeña.
- 2 cucharadas de alcaparras (tápenas las llamamos en Murcia).
- 4 piparras o guindillas dulces.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal marina.
Preparación:
- Lavar los granos de cebada, poniéndolos en un colador bajo el chorro de agua. Dejar a remojo al menos durante 2 horas (mejor durante toda la noche).
- Hacer el caldo vegetal con 1/2 litro de agua y 1/2 pastilla de caldo concentrado.
- Escurrir el agua del remojo de la cebada y ponerla a cocer en una olla con el triple de su volumen en caldo vegetal (para 100 g. de cebada, aproximadamente será 1/2 litro de caldo). La cocción durará una hora (comprobar que la cebada está tierna, pero crujiente) si se cocina en una olla tradicional o 20 minutos en un olla a presión.
- Mientras se cuece, lavar y cortar la lechuga en tiras; pelar y trocear en gajos el tomate; limpiar y picar, no muy fino, la cebolleta.
- Una vez cocida la cebada, escurrir el resto de caldo que quede y dejar enfriar (se puede forzar el enfriamiento colocando la cebada cocida bajo el chorro de agua fría).
- En una fuente de servicio, colocar en el fondo la lechuga en tiras y sobre ella la cebada cocida ya fría. Repartir los gajos de tomate por el borde de la fuente y sobre los granos de cebada distribuir la cebolleta picada y las alcaparras. Salar y decorar con las piparras. Regar con un generoso chorro de aceite de oliva (también se puede aliñar con una vinagreta o con otra salsa, como el chutney de menta que le va de maravilla).