Revista Cocina
Dicen que las ensaladas, al igual que las bicicletas, son para el verano. No estoy muy de acuerdo con esta afirmación. Las ensaladas -hablo por mí- siempre son apetecibles. Que hace un poco de fresco, pues, una ensalada templada. Que suben las temperaturas, una ensalada fresca con aromas cítricos.Una ensalada es un excelente aporte de vitaminas, de vitalidad… Una ensalada es, pues eso, una concentración (siempre autorizada), aunque tenga un toque anárquico, de verduras sin orden ni concierto… pero que se llevan muy bien entre ellas. Creo.INGREDIENTES1 manojo de espárragos gruesos verdes o blancos.2 tomates Raff.2 cebolletas tiernas.Aceite de Oliva Virgen Extra.Vinagre balsámico de Módena.Sal Maldon.PREPARACIÓNCon la mandolina, o un pelador, cortamos los espárragos a tiras. Ponemos un cazo con agua y sal al fuego, y cuando comience a hervir echamos las tiras de espárragos. Las tenemos 2-3 minutos. Las sacamos y las introducimos en un bol con agua fría y hielo.En una sartén con un poco de aceite, rehogamos las cebolletas cortadas a tiras. Le echamos un poco de vinagre, subimos el fuego al máximo, removemos y sacamos.Cortamos el tomate. Lo ponemos en el fondo del plato. En medio las cebolletas rehogadas, y encima los espárragos. Aliñamos con la sal Maldon, Aceite de Oliva Virgen Extra, un poco de Vinagre balsámico de Módena y… ¡lista para servir!.