Estoy segura de que en cuanto probéis esta ensalada se va a convertir en una de vuestras favoritas. La naranja le da un puntazo de sabor y frescor brutal (me encantan las ensaladas que llevan fruta) y combina de maravilla con el bacalao.
Lo más "incordio" de la receta es hacer el bacalao en la sartén, pero la gran ventaja de este platazo es que se convierte inmediatamente en un plato único cargadito de proteínas, vitaminas y nutrientes sanotes.En estos tiempos de confinamiento tenéis que tirar de lo que haya en casa, así que, yo siempre suelo tener unos tacos de bacacalo ya desalados y congelados, que me dan mucho juego para las cenas.
También le añadí de frutos secos almendras laminadas, pues no me quedaban nueces o piñones, pero ahí podéis tirar de imaginación y despensa y hacerlo a vuestro gusto.
Para 4 personas:
- 2 naranjas grandes
- 200 g de lechugas variadas o de canónigos
- 600 g de lomos de bacalao desalado
- un poco de harina
- aceite para freír el bacalao
- 2 cucharaditas de frutos secos (almendras laminadas, nueces, piñones...)
- 1 vaso de tamaño chupito de zumo de limón
- 1 vaso de tamaño chupito de zumo de naranja
- 1 vaso de tamaño chupito de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de miel
- 2 cucharadas de agua de azahar
- sal y pimienta
Se pelan las naranjas y se sacan los gajos quitando bien la parte de piel.
Se pasan los tacos de bacalao por un poco de harina, agitándolos bien para que pierdan el exceso de harina y se fríen en una sartén con aceite de oliva caliente:
Se saca y se deja sobre papel de cocina para que absorba bien la grasa sobrante.
Se pone un lecho de lechugas en una fuente o bol, se disponen los trozos de bacalao, los de naranja:
Se espolvorea con los frutos secos y se remata con el aliño preparado. Se sirve de inmediato.
Se pueden poner unas hojitas de menta o hierbabuena para servir.