Revista Cocina
Estoy casi segura y no pongo en duda que la empresa donde yo trabajaba, Relojes Orient, fue pionera a nivel nacional en cuanto al uso de ordenadores; recuerdo aquel primer ordenador que ocupaba casi una planta del edificio al que mimaban en extremo todo un elenco de profesionales altamente cualificados: técnicos, informáticos, programadores y personal que iba aprendiendo a facturar, contabilizar, controlar existencias de mercancias y un largo etcétera con aquellos enormes y ruidosos mamotretos (perdón por la palabra…) que en un principio nos tenían realmente extasiados por su uso y manejo…aprender algo sobre ellos era todo un paso al futuro.
Uno de los programadores nos solía decir, diría yo más bien vaticinar, que el comercio “on line” sería el futuro, discutíamos con él ése aspecto de las ventas de mercancias…pero con el paso de los años, más bien de las décadas, porque de aquellas conversaciones ya han pasado más de treinta años, he de confesar que en gran medida tenía toda la razón.
Aquel pasado que yo viví, del que aprendí y disfruté tecnológicamente hablando, hoy es futuro, es una realidad.
La sociedad está totalmente influida por las nuevas tecnólogias y por las relaciones personales y por supuesto comerciales en “la nube” a través de internet y éste camino virtual se ha convertido en una de las principales vías de compra-venta. ¿Qué empresa, qué producto no tiene una página web? ¿Quién no camina por las redes sociales? ¿Quién no aprovecha ésos puntos de comunicación para vender, enseñar, comunicar o aconsejar algo a alquien?
Entre ésas webs, se encuentran aquellas personas que como yo, usamos la tecnología actual para compartir conocimientos gastronómicos. Hay “bloggers” muy conocidos y reconocidos, bien por su conocimiento en el mundillo de la alimentación, bien por el bien hacer que comparten, o bien por la pasión que le ponen a todo lo que hacen en contexto alimenticio que las grandes empresas les tienen en cuenta para la difusión de sus productos, presentación, eventos, inauguraciones e inclusive cambios de menús en restaurantes; contactan con ellos para que prueben, acudan escriban, cocinen y comenten sus productos.
A “Mi Cocina”, en éstos años, desde el 2009 que abrió sus puertas virtuales no han llegado muchas propuestas de empresas, pero cuando han acudido a ella, siempre he respondido que sí, que cuenten conmigo….¿qué me cuesta hacerlo si con ello puedo ayudar a difundir un producto? ¿Si dando a conocer algo, ayudo a que haya comercio y así dar un pequeño empujoncito a que alguien siga trabajando?
Independientemente que a nadie le amarga un dulce…..o unas dulces…..como en ésta ocasión unas dulcísimas naranjas.
No dudé cuando ésta empresa contactoó conmigo y me propusieron queelaborara una receta con las naranjas de la empresa que representan: "Naranjas FONTESTAD" (pinchando AQUI llegan a su WEB)
Una empresa citrícola familiar fundada a principios de los años 50 con una plantilla de 25 trabajadores, con un equipo humano hoy por hoy que en época de campaña puede alcanzar las 3.400 personas y distribuye sus productos tanto en España como a través de la exportación, que según he podido saber ha apostado desde siempre por una política de marcas que refrenden y garanticen la condición de las mandarinas y naranjas que comercializa, basandose en ofrecer a sus clientes una perfecta conjugación de calidad de las naranjas y mandarinas y por supuesto servicio.
Para lograrlo, la empresa como he indicado, comercializa cítricos (naranjas y clementinas) producidos en sus 450 hectáreas de cultivo propio, tanto en la Comunidad Valenciana, Murciana y Andalucía, lo que le permite controlar todos los procesos de producción, manipulación y envasado para cumplir con las exigencias de su clientela.
Así, es como las recibí en mi cocina….y con ellas preparé la receta de hoy.
Las naranjas siempre ha estado presente en mi cocina ya sea tradicional y típica malagueña, como en sopas, postres, salsas, dulces y pasteles. Como ejemplo éste postre hecho con jalea de naranjas.
Sólo tienen que poner en el “buscador” del blog, la palabra "NARANJAS" y disfrutad de muchísimas recetas en “Mi Cocina” preparadas con tan deliciosa fruta.
En ésta ocasión les animo a preparar ésta ensalada tan veraniega, llena de sabor y color…con naranjas “Fontestad”
¿Cómo la hice?
Ingredientes para dos personas:
Dos patatas medianas, dos naranjas, una cebolleta, dos huevos, aceitunas aloreñas “aliñás” (de las partidas), sal, cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, dos latas pequeñas de atún (conserva en aceite), medio limón, un aguacate grande, aceite de oliva virgen extra y sal .
Los pasos a seguir:
Pelar las patatas, cortarlas en dados y cocerlas en agua con sal, hasta que estén blandas (comprobar pinchando con un tenedor). Escurrir bien.
En otra cacerolita con agua, cocer los huevos (dependiendo del tamaño, unos diez minutos aproximadamente)..de forma que queden duros. Pelarlos, cortarlos en trozos y reservar.
Mientras:
Pelar las naranjas de forma que quede sólo la pulpa, cortarla en trozos pequeños y dejarlas en un plato donde soltará parte del zumo.
Quitar los huesos a la aceitunas.
Picar la cebolleta (la parte blanca) en trozos pequeños.
Pelar el aguacate y cortarlo en trozos, colocándolos en el recipiente donde se vaya a servir la ensalada.
Una vez cocidas las patatas, escurrirlas bien y echarlas en el recipiente, junto con el atún también escurrido de su aceite.
Agregar la cebolleta, el huevo, los trozos de naranjas y las aceitunas. Salar al gusto.
En un cuenco echar el zumo que haya soltado la naranja, el zumo de limón y el aceite; con un colador batir para que se amalgame la vinagreta.
Incorporar la vinagreta a la ensalada.
Sólo queda disfrutar….