Esta es una variante "refinada" de la clásica ensaladilla. Esta vez, en lugar de cortar las patatas en dados, se cortan en rodajas y se acompañan de unas gambas cocidas.
El toque de frescor lo da la cebolleta o cebolla dulce, junto con el cebollino y el toque dulce la vinagreta de mostaza y miel.
Ahora en verano, es una buena manera de hacer un plato diferente con las agradecidas patatas como protagonistas.
Probad esta deliciosa ensalada y me contáis cómo os salido y si ha gustado en casa. En la mía les ha encantado...
Para 4 personas:
- 4 patatas medianas
- 1 diente de ajo
- 1 hoja de laurel
- 150 g de gambas cocidas
- 1 cebolleta o cebolla dulce
- cebollino
- 150 mL de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas soperas de miel
- 3 cucharadas de mostaza
- sal y pimienta
Se dejan enfriar y se pelan. Se cortan en rodajas no muy anchas y se disponen en una fuente.
Se cuecen las gambas o se compran ya cocidas (yo usé unas de Pescanova ya cocidas y peladas). Se reservan. Se dejan enfriar las patatas y las gambas hasta el momento de comer.
Se coge la parte verde de la cebolleta y se pica finamente. Se pica también el cebollino.
Se disponen las gambas encima de las patatas, se espolvorea con el cebollino y la cebolleta picada.
Se prepara el aliño, poniendo en un frasco o bote que se pueda tapar, el aceite, la mostaza, la miel, sal y pimienta. Se cierra el bote y se agita enérgicamente, como si fuera una coctelera, hasta que la salsa de emulsione (se mezcle bien).
Se reparte el aliño por encima de la ensalada y se come de inmediato.