Da gusto entregarse a la dieta sana cuando uno comete excesos. Todavía no hemos llegado a la Navidad y ya llevamos un montón de celebraciones en el cuerpo. Por eso, hay que detoxificar y compensar los atracones con un poco de "paisaje" que aporta vitaminas y antioxidantes y reconcilia con los buenos hábitos.
Esta ensalada que os traigo hoy está preparada con unos buenos ingredientes y una vinagreta generosa. No os podéis imaginar lo refrescante y deliciosa que está. Rendiros a las ensaladas compensatorias...
Para 3 personas:
- un paquete de rúcola
- 3 tomates rojos, pero no muy maduros
- 1 aguacate grande o 2 medianos
- 1 bola de mozarella (o unos 125 g de queso de Burgos)
- un manoj de albahaca fresca
- unos kikos (maíz hinchado frito)
- pimienta recién molida
- aceite de oliva Virgen Extra
- vinagre de Módena
- sal
Se lava y seca la rúcola y la albahaca. Se corta el aguacate por la mitad, se gira una mitad sobre la otra y se separa en las dos partes, una de ellas con el hueso entero.
Se retira la piel y se corta transversalmente. Se lavan los tomates, se secan y se trocean en dados.
Se dispone en cada plato un lecho de rúcola, el aguacate laminado, el tomate en el centro, las hojas de albahaca en los laterales y la mozarella cortada en tacos pequeños por encima del tomate.
Se espolvorea con pimienta recién molida y con unos pocos kikos. En el momento de servir se sala, se agrega el vinagre y por último el aceite, según el gusto de cada uno. Se reconcilia uno con el planeta...