Las ensaladas vienen bien en cualquier estación del año y no hay que tener demasiados ingredientes para poder presentar un buen plato en la mesa. Con pocos ingredientes y un poco de imaginación podemos obtener ensaladas muy ricas.
Esta ensalada la podemos hacer también con espinacas frescas, mezclún o berros. Podemos emplear el queso en crujiente o en láminas, todo será cuestión de gustos personales.
Ingredientes:
-Rúcula al gusto (la pondremos en agua fría y si es con hielo mejor)
-12 tomates cherrys
-1 tomate de ensalada
-60 gr. del blanco del puerro
-50 gr. queso parmesano
-Maíz frito
Para el aliño
-3 cucharadas de AOVE
-zumo de medio limón
-1 cucharada de miel
-Frutos secos: nueces, avellanas, piñones...
-sal
Elaboración:
Limpiamos la rúcula y secamos sobre papel absorvente.
Pelamos y cortamos el tomate de ensalada en cuatro o seis y quitamos las semillas, para que nos quede en forma de pétalos.
Precalentamos el horno a 150º y rallamos el queso sobre un papel de horno, lo ponemos en la bandeja del horno y lo introducimos a altura media durante 3 o 4 minutos, hasta que el queso se haya fundido totalmente y quede algo crujiente.
Cortamos el puerro en juliana muy fina, los pasamos por un poco de harina y los freímos en abundante aceite hasta que empiecen a dorarse ligeramente, cuidado que no se tueste demasiado porque amargarán.
El montaje de la ensalada lo haremos superponiendo la rúcula, encima pondremos los gajos de tomates, salamos, le añadimos frutos secos, encima el queso crujiente y el jamón y por último el puerro crujiente. Adornamos con tomates cherry. Le podemos hacer unos cortes de arriba a abajo y escaldar en un poco de agua caliente, sólo unos minutos, retiramos del fuego, enfriamos y con mucho cuidado vamos pelando subiendo la piel del tomate para hacer una especie de moño.
Hacemos el aliño con el AOVE, el limón y la miel, emulsionamos bien estos ingredientes y regamos toda la ensalada. Terminamos con el maíz tostado picado.
¡Buen provecho!