
En la nevera tenía un tupper con arroz blanco ya cocido que me había sobrado de otra cena y quería hacer algo con el así que agarré la pechuga de pollo que estaba al lado diciendo "¿te has olvidado de mi?", el medio bote de garbanzos del fondo y me dispuse a cocinar...Luego me acordé que ayer había comprado "de rebajas" unas mini coles de bruselas que, como eran las últimas y parecían pochas las bajaron de precio a lo mínimo. Pero a mi son las que me gustan porque son mucho más sabrosas que las grandes y, aunque tengan ese feo y triste aspecto en el super, una vez limpias y lavadas son una maravilla.



Pues con esta receta participo de nuevo en el proyecto Reciclando sabores que organizan cada mes Marisa de Thermofan y Rosalía de Ross gastronómica. ¡Y que viva el reciclaje!
