Revista Cultura y Ocio

Enseñar a aprobar

Por Sese

Enseñar a aprobar

examinarse del carnet de conducir con un coche automático

Pues éste es el cartelito que advertí la semana pasada con cierta sorpresa y estupor. Colgado en la autoescuela de mi barrio, me dio por recapacitar sobre el hecho de aprender y aprobar y lo distantes que se hallan ambos conceptos en muchas ocasiones.
La vida nos pone muchas pruebas y en ocasiones la aptitud de cada uno se demuestra con un papelito que nos indica que valemos para algo. Y a veces es sólo eso, un papelito. 
De pequeñito en los cursillos de natación me otorgaron un diploma conforme era capaz de nadar 800 metros, y me rio yo de tal acreditación. Ahora a duras penas haría 50 metros y siempre que tuviera un tiburón persiguiéndome. Más adelante el graduado escolar, la selectividad, el título universitario...más de lo mismo
Y rebusco en mi memoria y concluyo que de todo aquello que aprendí queda poquito.
Pero el caso que nos ocupa es otro y es que es común que aprendamos a aprobar más que a aprender.  En selectividad, por ejemplo dejamos de dar inglés (aún no entraba en el examen) en COU los últimos meses dedicando esas horas lectivas a estudio para prepararnos para el examen de acceso a la universidad. El colegio tuvo un alto índice de aprobados en la prueba y su prestigio como centro educativo mantuvo su alto listón. Peeero, ese año que perdimos de inglés se me antoja irrecuperable. Sí, aprobamos la selectividad pero a qué precio.
Y con el carnet de conducir más de lo mismo. Quizá sea el mejor ejemplo de lo que intento explicar. Al margen de la teórica (que la sabes o no las sabes) el examen práctico consistía en no equivocarte en los diez minutos de trayecto urbano que el examinador creía pertinentes.
Pero te daban el carnet y la primera excursión a las carreteras secundarias, a la ausencia del profesores al lado, en definitiva a la realidad, constatabas que no tenías ni puñetera idea de conducir y que sólo aprenderías pues eso, practicando, conduciendo. Con la L en el cristal trasero eras un verdadero novato los primeros días.
Y el sumum de lo expuesto lo ilustra la foto que os muestro. Si ya aprendemos poco en la autoescuela ya sólo falta que lo hagamos con un coche automático. Apañados vamos los conductores que topemos con algún aprobado con este vehículo que conduzca en sus primeros días un coche normal, son el cambio de marchas, el embrague....
Claro que si nos ponemos en la piel del alumno, quién no acudiría al automóvil automático si tuviera la certeza de aprobar fácil un examen cuya dificultad principal radica más en controlar los nervios que en demostrar unas dotes "conductoras" que no tienes, ya sea con un cambio de marchas automático o manual.
Ya si eso aprenderemos a conducir con el coche propio, con la L detrás y eso sí con el carnet en la mano y la pasta ya abonada a la autoescuela.

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