Revista Cultura y Ocio
Era un alma libre. Mantenía unarmónico ritmo vital, mezclándose con el cosmos en un azaroso baile demetáforas, surgidas de diálogos místicos entre lunas y estrellas.Un día descendió a la tierrabuscando compañía y se quedó.Años después, todas las noches,imploraba en la soledad del infinito, un motivo para no soltar el lastre que lomantenía atado en movimiento. Fue a un bazar cualquiera y vendió toda esacarga, sintiéndose libre de nuevo.Ha vuelto al cielo, pero nuncavolverá a soñar entre estrellas.
Texto: Daniel Granados Franco