Revista Ciencia

Entre todos la mataron...

Publicado el 21 noviembre 2012 por Jesuszamorabonilla
kyle stanford realismo instrumentalismo empirismo positivismo física ciencia normal kuhn revolucionesLa reciente discusión sobre las teorías de David Deutsch me vino a la memoria la semana pasada al escuchar una charla del filósofo Kyle Stanford. Éste sostiene que la estructura institucional de la ciencia contemporánea, con su insistencia en el peer review, los controles políticos, y presión por publicar, han fomentado una posición "realista", "acrítica", "dogmática" entre los científicos, que a su vez ha llevado a la ciencia a frenar el ritmo y la importancia de sus descubrimientos. Salir de esta "estanflación epistémica" (el término es mío) requeriría, según Stanford, que los investigadores se adhiriesen a la interpretación instrumentalista del conocimiento científico, precisamente la interpretación defendida por él en su libro Exceeding our grasp. En esta obra se argumenta que, igual que las teorías actuales solieron ser simplemente y llanamente inimaginables, inconcebibles, para los científicos del pasado, quienes estaban básicamente seguros de que sus propias teorías (hoy desechadas) eran correctas en lo fundamental, igual que eso ocurría, digo, también es de esperar que ocurra que gran parte de las teorías científicas aceptadas hoy en día se consideren como radicalmente equivocadas dentro de unos siglos. El éxito empírico de una teoría, por muy grande que sea, no justifica suficientemente la aceptación de dicha teoría como verdadera, pues es harto probable que la verdad esté, sencillamente, "fuera de nuestra capacidad de comprensión" (al menos, fuera de nuestra capacidad actual de comprensión). Me acordaba de lo de David Deutsch porque, precisamente, este otro autor argumenta que el estancamiento de la ciencia moderna, y su borreguil sometimiento a las instituciones que encorsetan la innovación, son, por el contrario, resultado de la adhesión de los científicos a las perniciosas doctrinas del instrumentalismo, el empirismo y el positivismo, y que sólo un "valiente" realismo será capaz de devolver a la historia de la ciencia su frescura de antaño. Mi opinión sobre este debate (debate en mi cabeza, porque ni Deutsch ni Stanford saben nada el uno del otro) es que ambos pecan de un excesivo optimismo intelectual, al atribuir demasiados poderes causales a las ideas filosóficas criticadas o defendidas por cada uno: seguramente ni el ser realista ni el ser positivista está estadísticamente correlacionado, y mucho menos causalmente conectado, con el que la ciencia progrese más o menos, y tampoco tengo muy claro que el sistema científico actual haya realmente "frenado" el ritmo de descubrimientos científicos (seguramente ha sido más bien al revés). Quizá el síndrome de Manrique ("cualquiera tiempo pasado fue mejor") se deba en este caso meramente al hecho de que en los últimos 200 años se descubrió casi todo lo "espectacular", y ya sólo quedan por resolver, al menos con nuestros alcances, cuestiones que, comparadas con otras, parecen más bien detalles técnicos, poco susceptibles de despertar las ensoñaciones y la ilusión de científicos y no científicos como lo hicieron las teorías de los científicos más legendarios. Enrólate en el Otto Neurath

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