Revista Cultura y Ocio
Juan Luis Cano nace en Carabanchel en 1960. Estudió periodismo y ha trabajado en diversos medios de comunicación como ABC, Interviú o Antena 3 Radio, sin embargo, para muchos es conocido por ser la mitad del famoso dúo Gomaespuma, que se daría a conocer en la radio. Hace ya años Gomaespuma es, además, una fundación con proyectos en Nicaragua, Managua o Sri Lanka. Compaginado con todo ello, Juan Luis no abandona su pasión por las letras y publica libros en solitario, muchos de ellos con un tono humorístico pero también libros de corte más serio en los que podemos entrever alguna de las pasiones de su autor.
- Es inevitable preguntarte por tus comienzos, ¿cómo fueron?
- Me gusta leer y también escribir, por eso estudié periodismo. Pero hablando de los comienzos tendría que remontarme al colegio. Ya allí escribía poemas con un compañero en "Apuntes literarios". De hecho se formo incluso un grupo de poesía para reunirnos. En realidad no hay un momento en que decido dedicarme a este mundo, sino que es una evolución en la que las cosas van surgiendo.
- Me ha sorprendido que comiences hablando de poesía, ¿ha quedado algo de ese gusto por la poesía?
- Buenos, claro que queda algo, me sigue gustando la poesía aunque si te digo la verdad, hace tiempo que no me pongo con ella. Lo que sucede es que es un tipo de lectura que necesita de un relax especial, de tiempo, y ahora mismo no dispongo de ese relax como para hacerlo a gusto.
- Entonces comienzas pensando en medios escritos, y terminas en la radio...
- Lo cierto es que la radio es un medio maravilloso, pero no lo había pensado. En realidad, lo primero fue vender reportajes y después llegó la radio. Un poco de carambola por un amigo que llegó antes que nosotros, nace un programa llamado "El Flexo" que se emitía de madrugada en Radio Madrid, Cadena Ser. En un momento en que no se había emitido en FM de madrugada y en plena época de la movida el programa se hizo famoso en apenas tres meses. A partir de ese germen evoluciona y llega a nacer Gomaespuma.
- Y ahora existe Gomaespuma Fundación, un proyecto que merece la pena conocerse.
- Hay un equipo enorme detrás, Ethel Brooks, Mary Velasco.. en realidad es un equipo completísimo. De lo que se trata es de conocer a gente del lugar en el que se intenta ayudar y de este modo conocer las problemáticas reales de las zonas y así llegar a las soluciones. En Sri Lanka por ejemplo, tenemos contacto con Franciscanos, en Nicaragua con IMPRU y también estudiando proyectos para España.
- Y compaginado con todo esto, sigues manteniendo un gusto por las letras que te lleva a escribir. Y no puedo evitar pensar que hay algo personal en los temas que tocas en tus libros, ¿es así?
- Por supuesto, siempre es mucho más apetecible bucear en temas que te hagan feliz, lo hace más fácil. Tengo libros que tratan de flamenco porque me gusta el flamenco. La funeraria, por ejemplo, tiene algo de experiencia personal porque el negocio familiar era una funeraria. Me sirvió para rememorar anécdotas de mis abuelos, lo cual es un placer. Esto no quiere decir que sea un libro real, porque es ficción, pero se toman ciertos referentes. y lo mismo sucede con otros temas.
En realidad, cuando consigues combinar ambas cosas, es cuando más apasionante se vuelve escribir.
- Supongo que eso influye directamente en la etapa de documentación.
- Claro, no es lo mismo bucear en temas por los que uno siente pasión que hacerlo en otros que no. Es un proceso que también tiene que ser atractivo y divertido para poder reflejarlo así.
- Tu primer libro, Hincaíto, data de 2.000 aunque ha sido reeditado hace poco. ¿No sufriste la tentación que tienen muchos autores de retocar o ampliar sus obras?
- ¿Cambiarlo? No, Hincaíto lo escribí en su momento y así está bien. en realidad ni siquiera me lo plantee, los libros, las historias, los personajes, nacen en un momento y es en ese en el que deben quedarse.
- Y ahora, ¿estas trabajando en algo?
- En realidad sí, en este momento tengo entre manos un proyecto nuevo y diferente del que no puedo decir mucho salvo que hay un milagro y que me gusta y me parece muy divertida la idea.
- ¿Tendremos que esperar mucho?
- Pues no lo se. En realidad llevo una vida que no me deja demasiado tiempo. Casi puedo decir que vivo en un caos, forma parte de mí, y eso impide que tenga el tiempo suficiente como para sentarme y ponerme a escribir en serio.
- Entonces tu no eres de esos escritores que cuentan que se sientan a escribir con meticulosos horarios...
- No, no, para nada. Como te digo forma parte de mí ser así. Va en el carácter. Y yo puedo perfectamente pasarme una semana escribiendo para luego estar quince días sin tocar lo que tenga entre manos y luego seguir el siguiente mes con diez minutos por la noche. No sigo horarios así, entre otras cosas, porque creo que soy incapaz de llevar un horario estricto.
- Y ahora, ¿me puedes contar qué estas leyendo?
- Ahora estoy leyendo La berlina de Prim de Ian Gibson
- ¿Y un libro que nos recomiendes? Me paso los días recomendando libros y me gusta saber que me recomendáis a mí.
- Si, claro. Te recomendaría La mala muerte, de Fernando Royuela.
Quería dar las gracias a Juan Luis Cano por su amabilidad y la rapidez que tuvo facilitarme la forma de ponernos en contacto, así como su simpatía. Por cierto, ya me he comprado La mala muerte.
Esta vez además, os comentaré una anécdota: suelo pedir recomendaciones, tanto de libros como entrevistas. en una de esas peticiones, Alejandro propone sin dudar un instante a Juan Luis Cano. Y apenas un momento después, Juan Luis aceptaba sin dudarlo. Así que.. esta vez la entrevista es mérito suyo y no mío. Gracias.
Y, como no, a todos vosotros por pasar, por comentar y por participar. No dudéis en dejar sugerencias diciendo libros y autores a los que os gustaría ver allí. Lo primero puedo hacerlo, lo segundo... prometo intentarlo.
Bibliografía:
- Hincaíto
- Guía Internet de Gomaespuma
- Las piernas no son del cuerpo
- El Papa dijo no
- Vivan los novios
- 20 años de Gomaespuma
-La guía de los Michelines
- Grandes disgustos de la historia de España
- Conchi, el niño se ha hecho bueno
- La funeraria
- La noche del aguacero
- ¡Quien me mandaría meterme en obras!
- Pasando olímpicamente
- Navidad con orejas