Quito (Prensa Latina)
Por Yuién Portelles*
El golpe parlamentario al presidente paraguayo Fernando Lugo y la amenaza del Reino Unido a Ecuador por el caso de Julian Assange han mantenido en actividad al venezolano Alí Rodríguez Araque desde que asumió este año el cargo de Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) .
En la casona blanca con banderas nacionales multicolores de la Avenida 6 de Diciembre de Quito, sede temporal de la Unasur, Rodríguez Araque, un viejo luchador por la integración continental, dialogó con Prensa Latina acerca de los últimos acontecimientos en este hemisferio y las perspectivas unionistas, en un recuento extractado.
Prensa Latina: ¿En qué circunstancias se produce este apoyo de la Unasur a Ecuador frente a la amenaza del Reino Unido de invadir su embajada en la urbe londinense para arrestar a Julian Assange?.
Alí Rodríguez Araque : " Nos encontramos ante un hecho de particular relevancia por la amenaza de una potencia mundial para un país miembro de Unasur, en este caso Ecuador, lo cual se convierte en la amenaza a la soberanía.
Esta amenaza estaba orientada al señalar que podía invadir la Embajada en Londres para capturar a un refugiado, cuando de acuerdo con prácticas comunes en esta región, generalmente se otorga ese estatus, aun cuando a veces exista un retardo en el salvoconducto para materializar el asilo.
En segundo lugar, dentro del tratado constitutivo de la Unasur están vigentes principios como la cooperación y la solidaridad entre los países miembros y los principios que marcan el norte de orientación política, incluso histórica que es la identidad y la ciudadanía suramericana.
Es así que los países han actuado en ejercicio de esos principios y se han solidarizado contra la amenaza de una potencia militar contra un país miembro como Ecuador, y por el respeto a los principios del derecho internacional, a la Carta de la ONU, a la Convención de Viena, a todos los sistemas legales vigentes y que deben ser obligatorios para todos los signatarios como el Reino Unido.
Siempre es difícil adivinar qué va a ocurrir. Está el hecho de que la amenaza no se ha retirado por el gobierno de Gran Bretaña.
Es un problema que tienen que discutir ambas partes, porque si bien se ha señalado desde aquí que se quieren continuar las conversaciones, para Ecuador es difícil negociar con un revólver en la cabeza. Es de suponer que el Reino Unido retire el documento y cree las condiciones que existían antes para que pueda fluir el diálogo en términos de respeto mutuo".
PL: ¿Qué valoración tiene usted acerca de la posición del Reino Unido en la región, en particular en las Islas Malvinas y ahora con esta amenaza a Ecuador? "Para los grandes países imperiales modificar la cultura, porque es una cultura además del empleo de la fuerza; presenta dificultades porque están acostumbrados a dominar y a imponerse al ejercicio imperial de la fuerza; quedan todavía rezagos, no quieren asumir los cambios de las nuevas realidades y eso los lleva a emitir un documento como esa Ayuda Memoria tan detestable e indignante para cualquiera de nuestros países, de manea que ellos tendrán que ir asumiendo poco a poco las realidades.
Los imperios -el inglés y el estadounidense- están en decadencia, pero se resisten a ceder en su condición de imperios y a asumir las relaciones diplomáticas del respeto mutuo, de no intervención, de abandono del uso de la fuerza, como es colocar bases militares a miles de kilómetros de su países so pretexto de proteger la soberanía, una manera particular de entender la soberanía, pero violando sistemáticamente la soberanía de otros países.
Pero tendrán que reconocer que el mundo está cambiando y que lo mejor para todos es el mantenimiento de la estabilidad, es sostener relaciones en igualdad de condiciones y es sacar todos los provechos que ofrece una situación de paz en el mundo".
PL: Unasur suspendió a Paraguay hasta tanto no se restaure el sistema democrático tras el golpe al presidente Fernando Lugo. ¿Qué va a pasar en lo sucesivo?
"La posición de Unasur quedó fijada en la Declaración de Mendoza con la suspensión de Paraguay de las actividades y de todos sus organismos hasta tanto se restablezca la condición de derecho y de respeto a la soberanía popular que se expresa en un régimen democrático en respeto a los derechos.
Pero, por supuesto, una vez que se da el golpe de estado parlamentario es difícil que mientras se mantenga la misma situación, se considere que se superó el problema generado por una acción bien conocida del Senado paraguayo. Por ello se nombró un grupo de seguimiento a la situación allí y probablemente haya que esperar hasta las nuevas elecciones, y garantizar que en el proceso se respeten los derechos humanos de todos los ciudadanos".
PL: ¿Cuáles son los proyectos de la Unasur en esta nueva etapa?
"La Unasur es un proyecto a largo plazo estratégico, que comprende varios fundamentos. En primer lugar el fundamento histórico porque toda la lucha librada aquí en buena parte del siglo XIX por grandes adalides de la independencia, como Bolívar, San Martín, Sucre, no fue con la idea de crear un conjunto de islotes, sino una sola nación, porque tenemos el mismo origen, territorio, costumbres, culturas, intereses y nos identifican los mismos problemas.
El primero y gran problema de Suramérica es la pobreza, con más de 130 millones de habitantes en ese estado, por lo que este es el primer gran objetivo; y frente a eso es preciso preguntarse cuáles son las fortalezas. ¿Será acaso que somos una gran potencia militar, industrial, nuclear o tecnológica?
No. Hay ciertos desarrollos en estos ámbitos, pero lo que evidentemente le da mayor gravitación en el escenario mundial es constituir el más grande reservorio de recursos naturales en el planeta.
Tenemos la mayor reserva de agua dulce del mundo, tres de las ocho grandes cuencas. Aquí están prácticamente todos los minerales de tabla periódica de Mendeleiv y probablemente muchos de los que están por descubrirse.
Lo que se está planteando es el diseño de una estrategia común para el óptimo aprovechamiento de los recursos naturales, lo cual implica la formación de centenares de miles de suramericanos, nuevos planes educativos y la institucionalidad financiera, y minimizar el impacto ambiental para proporcionar el impacto social.
El problema es cómo armonizar en lo posible esa actividad necesaria con el respeto a la naturaleza para evitar desastres y, con una justa política distributiva de la riqueza que se genere en este esfuerzo, se mejoren las condiciones de existencia de la población".
PL:¿Cómo debe ser vista la Unasur desde la región y desde fuera, como un bloque para superar la pobreza o para enfrentar amenazas externas?
"En principio el objetivo es la unión porque, insisto, se trata de reunir las partes separadas de una gran región que no es solamente Suramérica, sino también Latinoamérica y el Caribe. Por eso Unasur es una parte del esfuerzo por esta gran reunificación como es el Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Vamos por buen camino, bien orientados, y ha habido un cambio significativo en la visión que tienen los liderazgos en la región. Si se hace una comparación de la actitud con que hoy se emprenden con hace 15 o 20 años atrás, el cambio es significativo y positivo, por lo que creo que este proceso va a ser de aceleración continua. Creo yo que por ahí vamos. "