Tiene 25 años y tres discos publicados. Es originario de Málaga, de padre arquitecto y madre francesa. Su inclinación por la música surgió a muy temprana edad cuando le robaba la guitarra a su hermano y se encerraba en el baño a tocar porque le gustaba esa reverberación. Se formó en piano clásico, estudió guitarra, canto lírico, flamenco, tomó contacto con el jazz, la bossa nova y decantó en el pop que le permite mostrar con cuentagotas su talento innato para la interpretación de fados. En diálogo con El País, confesó que le interesa la fusión: "Me siento más cómodo mezclando y quedándome solo con algunos giros flamencos, es más interesante jugar con lo que voy escuchando de los distintos géneros". Antes de concentrarse en componer Terral viajó por Marruecos, India, Portugal y Francia para recargar energía.música, Pablo Alborán, Terral.
—¿A qué refiere el término Terral?—En Málaga se llama así al viento muy caluroso que llega en verano y de noche se convierte en una brisa cálida que huele a jazmín. Es fiesta, todo el mundo está de vacaciones. Necesitaba un título con raíces de mi tierra.
—¿Cómo influyó Málaga en sus aptitudes artísticas?—Es el sur de España, donde está Andalucía, un sitio muy inspirador, porque tiene de todo, el casco antiguo es maravilloso, también hay playas que son muy bonitas… no puedo ser objetivo, pero recuerdo muchos de los lugares a los que iba con mi guitarra, ahí empecé a tocar cuando tenía 16 años.
—¿En su familia hay artistas?—No, soy la oveja negra, (se ríe). Pero mi hermano tocaba la guitarra y yo se la robaba cuando era chiquito. Él la escondía debajo de la cama y se la quitaba.
—¿Por qué lo hacía?—Creo que fue una necesidad. Es como el niño que se pasa el día entero pintando o se obsesiona con el fútbol o el tenis y de repente desarrolla una pasión. Mis padres veían que le robaba la guitarra a mi hermano y me encerraba en el baño a tocar porque me gustaba la reverberación del lugar, luego veían que aporreaba el piano constantemente y en vez de salir a jugar con mis amigos me quedaba en casa tocando un instrumento o escuchando música. Mi madre me dijo: si es tu pasión, estúdiala, porque se ve que te estás entregando.
En la casa de Alborán había un piano antiguo de su padre, desafinado, que para él sonaba perfecto. Pero esos días de búsqueda y experimentación no terminaron. Antes de entregarse a la composición de Terral se fue con su mochila a Marruecos, India, Portugal y Francia para tomar distancia de todo. Habían pasado tres años de gira sin interrupciones y a su alrededor se generaban cambios bruscos: "mi compañía se puso a la venta, pasé a Warner, cambié el productor, el manager y muchas otras cosas, y aunque todo era positivo necesité parar un tiempo para viajar y desconectarme del mundo, para conectarme conmigo mismo; necesité romper la rutina y apagar el teléfono".
—Lo mejor ocurrió al regreso porque entonces "explotó la inspiración". ¿Cuál fue su mayor logro durante el viaje?—Necesitaba olvidarme de las redes sociales y de la rutina de los aviones, los trenes, del backstage. Yo no soy de lujos, con que haya una cama en el hotel me basta. Quería también escuchar influencias de afuera, a mí me gusta mucho la música étnica y encontré cosas divertidas en India y en Marruecos.
—¿Por qué se encontró en Indiac on Ricky Martin? ¿Allí surgió la idea de hacer un dúo?—Mi viaje a India fue por placer, lo que pasa que él es un gran conocedor del lugar y se apuntó. Menos mal porque la India no es para ir a investigar solo, hay que saber bien hacia dónde ir porque puede ser peligroso. Quimera, la canción que grabamos juntos, la empecé a componer para él cuando me la pidió hace ya varios años y no la había terminado. La grabamos en Los Angeles.
—Es bisnieto de un marqués, ¿qué importancia tiene ese título?—Ninguna importancia tiene eso. Lo de bisnieto lo utilizan para darle morbo a algo que no existe, no conozco siquiera a esa rama de mi familia porque es muy lejana.
—Sus inicios están ligados a YouTube, ¿qué debería agradecerle a esa plataforma?—Hay que buscar constantemente las fórmulas para difundir la música, de manera creativa, las compañías de discos buscan muchísimo utilizar Internet, porque es una herramienta muy fuerte y poderosa. Yo subía los videos a Youtube para que la gente viera lo que estaba haciendo, mientras preparaba mi primer disco en paralelo. Fue todo a la vez. La gente se sabía las canciones por haberlas escuchado ahí y eso fue el engranaje perfecto. Nunca pensé ser tan popular y sé que queda mucho trabajo por delante. Siempre estuve concentrado en componer y en estudiar, nunca imaginé que todo iba a ir tan rápido.
—¿Compone a partir de historias personales?—A veces sí, a veces no. ¡En una entrevista dije que me enamoré una vez y eso me dio para tres discos! (se ríe). Hay algo de eso, yo creo que soy muy pasional y sensible, y es verdad que me gusta sentir empatía, soy muy curioso y muy inquieto, todo me inspira, alguien que me cuenta que lo han dejado, o algo que veo en la calle, todo influye. Además, ¿quién no ha sentido celos, sufrió un desengaño, o se ha enamorado?
—En los Grammy Latinos rindió tributo a Joan Manuel Serrat, ¿cómo fue esa experiencia?—Serrat es una gran influencia, antes de que yo naciera Serrat ya era Serrat. Mi familia me cantaba canciones suyas para hacerme dormir. Luego a medida que fui creciendo y conociendo su historia, empecé a admirarlo muchísimo. Fue un honor para mí participar en su homenaje y también que me haya invitado a participar en su disco antológico, para cantar Palabras de amor. Me dio la libertad para hacer lo que quiera, tiene una gran humildad.
—¿Más allá de la música qué le gusta hacer?—Soy muy deportista, me gusta el cine, hago lo que hace cualquier chico de mi edad. Pero la música ocupa el cien por ciento de mi vida porque en mi casa o en la habitación de un hotel también estoy con la guitarra. Realmente estoy obsesionado con la música.
—¿Y la actuación? ¿Le gusta?—Hice de mí mismo en algunas telenovelas y me quedé con ganas de curiosear más, pero para eso tendría que estudiar. Es algo pendiente.
"Terral" se anunció con un "flashmob"
Para anunciar el lanzamiento de Terral la compañía discográfica del artista organizó varios flashmob (intervenciones espontáneas en espacios públicos) en México, Chile, Colombia, Miami, Puerto Rico y Argentina. En Buenos Aires la actividad se realizó en un shopping, con la canción Por fin de Pablo Alborán de fondo. Un grupo de parejas se dispersó por el lugar para comenzar a besarse y al cabo de dos segundos dos banderas con la tapa del disco se desplegaron desde uno de los balcones del centro comercial. El artista confesó que no conoce Uruguay y que traerá un espectáculo muy intimista y orgánico, que incluirá baladas y un segmento rítmico con percusión y vientos. Entre sus planes está grabar una de las canciones de Terral en inglés para ingresar en el mercado anglosajón. Las entradas anticipadas están a la venta para clientes de Scotiabank a precios que van desde $ 640 hasta $ 1.590.Fuente: El País Uruguay.