En nuestra práctica deportiva, necesitamos un buen desarrollo de éstas habilidades para conseguir rendir adecuadamente, mantenernos en la tarea y dirigirnos a nuestro objetivo. Pero a demás de esto, necesitamos algo más, alguien que nos enseñe, nos guíe o dirija.
En cualquier caso,ya sea en deporte base, competición, alto rendimiento, etc., se trabaja con personas y saber gestionarlas eficazmente requiere desarrollar competencias que van más allá de los conocimientos técnicos. Por ello, desde el punto de vista de entrenadores o equipo técnico, se debe reflexionar sobre cómo influimos y cómo podemos mejorar la motivación y la confianza de nuestros y nuestras deportistas Es una reflexión que finalmente nos debe llevar a trabajar aquellas habilidades que faciliten la tarea de dirigir equipos o personas, que permitan disfrutar de la experiencia deportiva, que mantenga enganchados a quienes participan en ella.
Los entrenadores y entrenadoras, son figuras de autoridad que influyen en la motivación y autoconfianza. Del mismo modo determinan las relaciones de confianza dentro de un equipo, ya sean jugadores, técnicos, jefes de equipo, etc.
Si acudimos al Diccionario de la Lengua Española , encontramos varias definiciones de estos conceptos. Así vemos que Confianza aparece como: "Esperanza firme que se tiene de una persona o cosa" y también como "Seguridad que uno tiene en sí mismo".
La motivación, es un término muy amplio y con muchas variables, de forma general,en el Diccionario aparece como "Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia".Bandura, afirma que la autoconfianza, autoeficiencia, es el mejor indicador de una persona para fijarse grandes metas, afrontar los obstáculos, vencer las frustraciones y trabajar por las metas propuestas.Si quieres llevarte al huerto a tus deportistas, si quieres que confíen en tí, liderar con eficacia al equipo, tienes que tener en cuenta algunas claves para obtener el mejor rendimiento y los mejores resultados posibles. Por supuesto, que éstos dependen también del talento que posean las personas que entrenas y con quienes trabajas.
En el post anterior, hablamos de metas como los cimientos en la construcción de la motivación. Por ello, hay que ser capaces de establecer metas que supongan retos y desafíos centrados en las competencias, que supongan una mejora o cambio de actitud
¿Crees en tu equipo?, Transmite la creencia de que es posible afrontar los desafíos que se plantean, porque hay con qué hacerlo. Los desafíos deben ser realistas, adecuados a las competencias que tienen los deportistas en cada momento, van evolucionando durante la temporada, con la convicción de que se les marcan metas posibles de alcanzar con trabajo, esfuerzo y constancia.
Para ello, no basta con dar una charla motivadora, o poner un vídeo motivacional.Hay que trabajar aspectos concretos:
- Transmitir y fomentar Respeto: Respetar a la persona, más allá de sus acciones o ejecución deportiva .Respeto a las reglas deportivas y normas de convivencia, sistema de valores del club al que pertenecen, etc.
- Reforzar positivamente: Las correcciones que indicamos deben estar centradas en la actuación o en la ejecución, no en la persona. Si algo se hace mal, no es por ser torpe, si no por que está mal ejecutado, trabaja sobre las acciones concretas.
- Practicar la escucha activa: implica respeto, comprensión, genera confianza, ya que la persona a quien escuchas se siente atendida, comprendida, única en ese momento.
- Fomentar la reflexión y la paciencia: enséñales lo que hacen, hazles conscientes de su ejecución, que aprendan a valorarla ellos mismos con criterios objetivos. Ayúdales a reflexionar sobre cómo evolucionan.
- Se transparente: que te vean venir, sin sorpresas.
Resultado: Tu equipo te sigue, porque le das confianza a cada uno y a todos y les marcas desafíos posibles y adecuados, con la convicción de que tienen capacidad para alcanzarlos.