La textura de suelo responde a la proporción en que están distribuidas las partículas que lo componen. La capacidad permebealizante de un suelo, así como la retención del agua, son características que dependen directamente de la textura.Si las diferentes fracciones en que se dividen los elementos sólidos no predominan entre sí unos sobre otros se dice que el suelo está equilibrado; las arcillas y limos constituyen las partículas de la fracción fina, las arenas la fracción media y las gravas y piedras la fracción gruesa.
La estructura vertical del suelo está compuesta por una serie de capas o estratos de desigual anchura denominadas horizontes. A su vez, a un conjunto de horizontes se le denomina perfil del suelo.
Los horizontes de la estructura existentes entre la superficie y la roca madre pueden tener composiciones tipo A, B o C, y según la importancia de la capa puede ser dividida a su vez en otras subcapas:Horizonte tipo "A" Es el horizonte llamado "de lavado" por estar expuesto a la erosión y lavado de la lluvia, es la parte más superficial del suelo donde abundan las raíces. Es rica en materia orgánica por contener microorganismos animales y vegetales. El horizonte A es de sumo interés y fácil estudio, pero su composición es compleja y fue preciso subdividirla en suborizontes, los cuales no son reconocibles a simple vista.
La erosión de los suelos es un proceso natural producto de la acción de los agentes atmosféricos, aunque esta acción se ve fortalecida por las actividades humanas.
España es un ejemplo de ese proceso desértico, con una cuarta parte de la superficie bajo sus efectos, que provoca anualmente un millón de toneladas de pérdida de suelo vegetal, causado mayormente por las características físicas de gran parte del territorio, demarcada orografía y grandes extensiones de suelos arcillosos, los cuales son fácilmente erosionables por la acción de las lluvias, apoyados por el clima mediterráneo cuyos aguaceros se concentran fuertemente y en poco tiempo.
Durante el proceso de erosión se arranca y transporta las capas superficiales de la tierra vegetal. Los agentes externos causantes de la erosión y modelación de la corteza terrestre son esencialmente: la intemperie; el viento (erosión eólica); las aguas superficiales (erosiones pluvial y fluvial); las aguas subterráneas; los glaciares; el mar y los organismos litófagos.
Erosión eólica
La erosión eólica es llevada a cabo por el viento y es cuantitativamente menos importante que las demás; está condicionada a la ausencia de vegetación y a la presencia de partículas sueltas en la superficie.La deflación se produce cuando el viento levanta los fragmentos sueltos del suelo; la abrasión tiene lugar cuando dichos fragmentos chocan con la superficie de las rocas y las desgastan; en las rocas de consistencia heterogénea la erosión avanza más rápidamente en las zonas más blandas, produciendo una superficie denominada alveolar.
Erosión fluvial
La erosión fluvial es la que llevan a cabo los cursos de agua continentales (ríos y torrentes); la energía cinética del agua determina la intensidad de la erosión y depende de la energía potencial, que se debe a la diferencia de altura entre la zona donde discurre y el nivel del mar (nivel de base).La energía cinética no es uniforme a lo largo del curso del río y es mayor en el tramo alto, de mayor pendiente, y menor en la desembocadura; ello determina una erosión diferencial que modifica el perfil longitudinal del curso del río, evolucionando hacia un modelo teórico, el denominado perfil de equilibrio, en el que cada punto del mismo recibe por sedimentación la misma cantidad de materiales que pierde por erosión. Los cambios de nivel de base (transgresiones y regresiones marinas) determinan un nuevo perfil de equilibrio.
Erosión glaciar
Erosión marina
La erosión que llevan a cabo las olas se debe en parte al choque del agua contra las rocas y también a la abrasión que ejercen los fragmentos que arrastra el agua y que proceden de la misma roca erosionada. Las formas erosivas más características son los acantilados y las plataformas de abrasión.
Actividades humanas
Pero no son estos los únicos agentes y factores causantes de la erosión, el hombre con sus actos de tipo cultural y económico, ha fortalecido la acción de los agentes naturales. En gran parte del planeta se realizan prácticas agrícolas que contribuyen a la erosión de los terrenos.
La repoblación masiva de especies de crecimiento rápido en base al interés económico que ello representa, como son los eucaliptos, contribuyen a la decadencia de los suelos por su corto arraigo y mínimo aporte, ya que el tiempo es parte fundamental para su formación, además de ser especies de fácil combustión. Todo ello en detrimento de las especies de frondosas de hoja perenne o caduca, buenas formadoras de suelos.Por su parte, las prácticas agrícolas y ganaderas incorrectas, como la sustitución de abonos naturales por los químicos que provocan la mineralización y compactación de los suelos, la quema de rastrojos, el abandono de los cultivos de ladera que permitían la sujeción de las tierras, la pérdida de pastos por excesivo pastoreo o el abandono de las ganaderías extensivas que favorecían su conservación, son elementos añadidos a la deforestación y destrucción de la cubierta vegetal.
