Revista Cultura y Ocio

Escritores postmodernos en 10 canciones pop

Publicado el 02 junio 2021 por Daviddedorian

Hablemos del siglo 21 a través de 10 canciones pop

 La literatura como una de las fuentes de inspiración absolutas para el mundo de la música pop ha dado, y sigue dando, grandes canciones a un repertorio extensísimo de conexión entre ambas disciplinas.

En esta ocasión, hemos puesto el foco en la literatura Postmoderna y algunas de las obras y nombres más representativos de los últimos 50 años, inspiración para un buen número de canciones que se han nutrido de sus páginas.

Hemos seleccionado 10 de estas extraordinarias canciones, para disfrutar de la literatura y la música pop en nuestras listas temáticas.  

1- LUKE REINHART y Talk Talk: Such a shame

Este gran clásico de los años 80 se inspiró en el escritor estadounidense George Powers Cockcroft, cuyo seudónimo, L.Reinhart, utiliza para el protagonista de su impactante The dice man (El hombre de los dados, 1971), que hastiado de la rutina, decide sus acciones diarias por medio de la tirada de un par de dados con el fin de convertirse en “el hombre aleatorio”: The dice decide my fate/ That's a shame/ In these trembling hands/ My faith tells me to react, I don't care, canta Mark Hollis haciendo referencia a esta obra de culto que siempre estuvo rodeada de polémica y vendió millones de copias. Incluido por la BBC en su lista de 50 libros más influyentes de los últimos 50 años, la novela es una crítica feroz al Nueva York libertino y caótico de principios de los 70, cuyo ambiente se refleja con extrema crudeza. La canción de los londinenses hace justicia a la obra con un tema inolvidable e imperecedero extraído del imprescindible I´ts my life (1984).

2- SALMAN RUSHDIE y U2: The ground beneathher feet

Se cuenta que el escritor de la polémica novela Los versos satánicos (1988) envió a Bono una copia del manuscrito de The ground beneath her feat(1999) y le pidió que pusiera música a la letra de la canción del mismo nombre que en la novela escribe su personaje, el músico Ormus Cama como lamento a su amante, Vina Apsara; algo que el cantante hizo según leyó. Rushdie quedó muy complacido con el resultado a tenor de sus declaraciones: "Siempre supe que no iba a ser un ritmo acelerado, porque es una canción triste. Creo que suena como una de esas grandes baladas de U2 para las que la voz de Bono es hermosamente adecuada” e incidió en que se trataba de una “de las melodías más hermosas que jamás había creado". La canción se incluyó finalmente en la banda sonora para la película Million dollar hotel (2000) de Wim Wenders y refleja a la perfección el espíritu de esta trasposición moderna del mito de Orfeo y Eurídiceempapada de cultura rock: All my life, I worshipped her/ Her golden voice, her beauty's beat/ How she made us feel/ How she made me real/ And the ground beneath her feet/ the ground beneath her feet.

3- PATRICK SUSKIND Y Nirvana: Scentless apprentice

El huraño escritor alemán conoció el éxito internacional con la ya clásica El perfume, publicada en 1985 y que ha vendido hasta la fecha más de 153 millones de ejemplares. Se convirtió en la novela preferida de Kurt Cobain, que no dudó en homenajearla en esta canción extraída del último álbum del trio de Seattle, In utero (1993). La historia de un aprendiz de perfumista convertido en asesino de jóvenes mujeres para extraerles su olor y crear la esencia absoluta debió de impactar en Cobain, que confesó haber leído la novela “unas diez veces, no puedo dejar de leerla, es como algo inmóvil que siempre está en mi bolsillo, cada vez que estoy aburrido o en un avión…soy hipocondriaco y hace que desee cortarme la nariz”. Según el malogrado músico, sería la primera vez que utilizaba literatura para una de sus canciones, ya que se estaba quedando sin ideas, aunque su interés por la anatomía y lo macabro siguen intactos: Every wet nurse refused to feed him/ Electrolytes smell like semen/ I promise not to sell your perfumed secrets/ There are countless formulas for pressing flowers

     

4- DAN BROWN y a-ha: Celice

La canción que abre el octavo álbum (Analogue, 2005) de la genial banda noruega es una joya sin igual dentro de su espectacular catálogo. Musicalmente se mueve en parámetros más tensos de lo acostumbrado; temáticamente, “Celice” se inspira en aquel dispositivo de tortura del que nos habla el escritor estadounidense en El código da Vinci, su archifamoso best-seller. El llamado ciliciose transforma en la canción de a-ha en un nombre femenino para hablar del sadomasoquismo y el dolor como acto redentor, aderezado en su polémico videoclip por otros temas como prostitución, sexo, drogas, alcohol o suicidio: “El video trata sobre personas que han perdido el rumbo en la búsqueda de significado y la soledad como resultado de la inocencia perdida" declaraba MagneFuruholmen, compositor del tema. Desde su publicación en 2003, el libro consiguió vender más de 8 millones de copias y la saga del profesor Robert Langdom se llevó al cine con TomHanks como protagonista.

5- BRET EASTON ELLIS y Manic Street Preachers: Patrick Bateman

El protagonista de la tremenda American Psycho (1991) es homenajeado en esta cara-B de los galeses, extraída del single “La tristessa durera”, de su segundo álbum Gold against the soul (1993). En la canción se hace referencia a varios aspectos de la vida y el carácter de Bateman, al que posteriormente Christian Bale daría vida magistralmente en su versión cinematográfica. El ego, el narcisismo o la alienación son los temas de trasfondo de esta canción menor (y mucho) del repertorio de los Manics, cuyo uso de la literatura para sus creaciones es uno de los más prominentes desde los 90. Entre el himno nacional The star spangled the banner y el Juramento de lealtad (Pledged the Allegiance), dos pilares yanquis usados de forma irónica para enmarcar lo psicópata, líneas como “I only love my watch and my snakeskin shoes/ I pretty my face with all this cream and stuff/ Ugliness inside much harder to cover up” son descargadas como un retrato del asesino, con sus gustos musicales representados: Genesis, Huey Lewis, Filofax, CD 5/ A backdrop to discuss over expensive wine. Patrick Bateman/ I fucked God up the ass.

6- MARTIN AMIS y Blur: Parklife

Uno de los himnos del brit-poppor antonomasia se basó en London fields (Campos de Londres), novela de 1989 que según declaró Damon Albarncambió mi perspectiva de la vida”. El enfant terrible de las letras británicas y uno de los exponentes del movimiento de Poesía marciana, escribió esta novela sobre asesinato y degradación moral y social ambientada en una crisis total y el colapso de la Gran Bretaña de final de siglo que transcurre en la capital. PhilDaniels (protagonista de Quadrophenia) aporta las estelares voces de las estrofas, dándole el acento londinense propio de los barrios de la ciudad reflejados en la novela e inscribiendo la melodía de la canción en el enfoque más cómico (musicalmente a lo Kinks) de la obra: Confidence is a preference for the habitual voyeur of what is known as (Parklife)/ Who's that gut lord marching, you should cut down on your porklife mate, get some exercise, dando paso a uno de los estribillos más memorables y falsamente cockneys de la historia: All the people

7- THOMAS PYNCHON y Klaxons: Gravitys rainbow

Este corte que luce esplendoroso en el álbum debut de los británicos, Myths of the near future (2007) debe su nombre a la novela del escritor estadounidense. El arco iris de gravedadfue publicado en 1973, se ambienta en los días finales de la II Guerra Mundial con un personaje que sufre una erección cada vez que cae un cohete V-2 y su estilo virtuosista y erudito englobando un gran número de temas está considerado uno de los arquetipos literarios del Postmodernismo. La novela más famosa de Pynchon fue tildada de “ilegible” y de “obscena”, no solo por un pasaje inmerso en coprofilia que nos hace rememorar Trainspotting, e hizo que George Steiner sentenciara: “espantará al lector”. Todo su caos apocalíptico le vale a la banda londinense para desarrollar esta pieza algo alienígena y de imaginería futurista: All ships of sense on hyper ocean/ All kites of chaos, still in motion/ My culture vulture, such a dab hand/ I'll steal you from the year 4000/ Come with me, come with me, we'll travel to infinity

8- CHUCK PALAHNIUK y Panic at the disco: Time to dance

Tras el éxito de la adaptación de El club de la lucha, el novelista pudo publicar por fin Invisible monsters (1999), la que iba a ser su primera obra, rechazada por “perturbadora” y donde reta los estándares de belleza aceptados por la sociedad. En los tres minutos y medio de energía pop-punk arrojados por la banda estadounidense, grandes admiradores de la obra de Palahniuk y su estilo singularmente extraño, se encuentra sintetizado la primera escena de la novela y el trágico accidente de su personaje femenino, hilo conductor de la obra. Así, entre sus líneas podemos atisbar la escena: Well, she's not bleeding on the ballroom floor/ Just for the attention/ Fashion magazines line the walls now/ The walls lineholes the bullet, plasmando burlonamente el trabajo del fotógrafo de moda al cantar Give me envy, give me malice, give me your attention/ Give me envy, give me malice, baby, give me a break!/ When I say shotgun, you say wedding hasta la tragedia: But they believe it from the tears/ and the teeth right down to the blood at her feet…

9- CORMACK McCARTY y BALLARD con Hurts: The road

Theo Hutchcraft, cantante del dúo de Manchester, declaró a la revista New Musical Express (NME) con respecto a este single de presentación de su segundo álbum (Exile, 2013), que intentaron “escribir la canción más oscura” que pudieron. Para este cometido echaron mano de la amiga literatura y se inspiraron en el impactante Crash de J.G. Ballard para la idea del accidente automovilístico y en los lóbregos postulados descritos por Cormack McCarthy y sus paisajes post-apocalípticos de La carretera, que el músico leyera tres veces durante la creación del disco, empapándose así, con ambos libros, de toda la atmósfera y consiguiendo imprimir la oscuridad en esta joya neo-synth-pop. Ambas novelas, publicadas en 1973 y 2006, fueron llevadas con éxito al cine. McCarthy ganó el Pulitzer de ficción 2007 por esta obra. El espíritu de ambas fuentes literarias se plasma certeramente en la canción a través de estas líneas: A stranger on an unfamiliar road/ That roaring engine sings you hallelujah.

10- KURT VONNEGUT y The Villagers: Nothing arrived

Tras definir este pegadizo himno nihilista de sabor indie folk-rockcomo “tragicomedia”, Conor O'Brien, líder de la banda, confesó estar "muy influenciado por Slaughterhouse-Five de Kurt Vonnegut, esa sensación de momentos profundos y oscuros junto con la hilaridad compulsiva". Matadero cinco (1969) es la novela más representativa del escritor estadounidense, ambientada en la II Guerra Mundial y el bombardeo de Dresde, una obra semibiográfica y denominada “satírica”, algo que se siente al escuchar la agridulce melodía del tema, que aborda igualmente esa trivialidad existencial y la insignificancia del ser humano: "es una especie de oda al sinsentido, ese vacío absoluto que todos sentimos en algún momento de nuestras vidas, si no todos los días, lo mismo que nos une a todos como seres humanos en este planeta ". What were we hoping to get out of this?/ Some kind of momentary bliss?/ I waited for something and something died/ So I waited for nothing and nothing arrived

  © David de Dorian, 2021

Escritores postmodernistas
 
  (Ilustración: Zara Picken)
 

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