Revista Cultura y Ocio
"En España el mérito no se premia, se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo". (Ramón María del Valle-Inclán).
Ayer España volvió a votar y los resultados fueron los de la imagen. Victoria aplastante del PP, un megatsunami azul más grande incluso que el de 2011. Tan solo se ha cambiado la tónica general en Euskadi y Cataluña, donde la opción mayoritaria ha sido Unidos Podemos, seguidos de los independentistas.
La película Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia contaba la historia de dos payasos de circo enamorados de una trapecista en la España franquista. La trapecista era pareja de uno de los dos payasos, un hombre violento. A ella le gusta el otro, modosito y que la trata bien y la respeta, pero siempre acaba en los brazos del violento. Al final, ATENCIÓN, SPOILER, en medio de la lucha entre ambos payasos, ella acaba muriendo. FIN DEL SPOILER. Esta película siempre me ha parecido una metáfora perfecta de España. España, esa trapecista, siempre ansía paz y respeto pero siempre acaba eligiendo la opción que más la daña. Ayer, España volvió a hacerlo. A pesar de que Rajoy ha demostrado ser un inútil (su mala gestión ha hecho aumentar la desigualdad social) y un corrupto (permisivo con la corrupción), incluso a pesar de las grabaciones de su ministro de Interior en las que conspiraba para inventarse trapos sucios sobre rivales políticos, a pesar de todo esto, España le da una mayoría que no merece.
-PP: El PP es el gran triunfador. A pesar de la mala gestión y la corrupción, no solo han ganado si no que son el único partido que crece en votos. Y qué subida. Posiblemente mucho de este ascenso se deba a la bajada de Ciudadanos y, en menor medida, del PSOE. Lo más probable será que el PP gobierne con la abstención cómplice del PSOE. Que lo haga Rajoy está por ver, aunque también es bastante probable.
-PSOE: Los socialistas también andan dando palmas con las orejas. Celebran seguir siendo los segundos. Temían demasiado a Unidos Podemos. Tanto es así que Susana Díaz dice que no se ha producido el sorpasso. Y no, Unidos Podemos no ha hecho el sorpasso, pero parece que Díaz no ve el sorpasso que le ha hecho el PP en Andalucía. Lo cierto es que el PSOE sigue en caída libre. Perdió cinco escaños en relación a las elecciones de diciembre y vuelve a superar su peor resultado, demostrando no tener fondo. Y aún lo celebran. El PSOE no hace nada de autocrítica y prefiere echarle las culpas de todos los males a Pablo Iglesias.
-Unidos Podemos: Unidos Podemos se ha mantenido dentro del mismo margen. La unión con Izquierda Unida no ha servido para aumentar y convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda como aspiraban. La abstención (sobre todo entre la vieja guardia de Izquierda Unida), junto a los fallos de la campaña y comunicación, son responsables. Tampoco han sabido defenderse de la campaña del miedo que han hecho los tres partidos principales contra ellos. Además, se creyó en el triunfalismo de las encuestas, produciéndose el mismo efecto que con Ciudadanos en las anteriores elecciones (algo que ya advertí). Ahora toca analizar, hacer autocrítica y corregir errores. Sin embargo, consolidar cinco millones de votos en dos años no debe verse como un fracaso. El camino se hace al andar.
-Ciudadanos: Ciudadanos se desploma. El resultado es decepcionante para un partido que aspiraba a ser bisagra. De momento, el PP parece que puede prescindir de una muleta y el electorado de derecha ha vuelto a su partido natural. Se han vuelto tan innecesarios para los pactos que ahora ya dicen que no vetarán a Rajoy, a pesar de repetirlo hasta la saciedad en campaña.
Mi conclusión final es que estamos en la misma situación que en diciembre, con la salvedad de que el PP está más reforzado y Ciudadanos más hundido. Cualquier cosa puede pasar pero lo más probable es que Rajoy o el PP gobierne en minoría (veremos cuánto dura entonces y cómo le afectará al partido que convierta a Rajoy en presidente) o que en diciembre volvamos a votar.