El miércoles 8 por la mañana, a su llegada a la Cumbre de Cancún, la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, anunció que España apoya la reducción de emisiones de la Unión Europea en un 30% para 2020, respecto a los niveles de 1990.
Cancún, México – 8 de diciembre – España se suma así a la lista de países que junto a la Comisión Europea y algunos de los grupos corporativos más importantes, han manifestado que una reducción ambiciosa de las emisiones no solo es necesaria, sino beneficiosa.
"Por fin España ha dado un salto cualitativo hacia adelante. En unas negociaciones donde Europa brillaba por su ausencia como en Copenhague, y la propuesta era demasiado pobre, este gesto, que la sociedad civil reclamaba, es bienvenido", ha manifestado Alejandro González, de Amigos de la Tierra. Sin embargo, Europa debe ir todavía más allá. González ha señalado que "Europa es uno de los responsables históricos del cambio climático y la ciencia le exige un 40% de reducción. Muchos estudios indican que un 40% de reducción es posible, como demuestra un estudio de Amigos de la Tierra, y además generaría puestos de trabajo". [1]
Es una de las pocas luces que se han visto en esta cumbre del clima. Los países industrializados están defendiendo que los futuros fondos para los países empobrecidos sean controlados fuera del seno de Naciones Unidas y que el Banco Mundial juegue un papel clave. Precisamente el Banco Mundial ha anunciado la creación de un nuevo fondo para promover el comercio de emisiones, uno de los mecanismos más deficientes en la lucha contra el cambio climático.
"Es inaceptable que una institución así, que este año ha alcanzado el mayor récord de dinero invertido en proyectos de quema de combustible fósil, pueda hacerse cargo de unos fondos destinados a combatir el cambio climático en los países más vulnerables", señalaba Héctor de Prado, responsable de las movilizaciones de Amigos de la Tierra Internacional en Cancún. En este sentido, Amigos de la Tierra ha formado parte de una marcha en Cancún contra la intromisión del Banco Mundial.