Revista Cine
Especial Películas de James Bond: 2ª Parte: Roger Moore, el Bond Satírico...
Publicado el 15 octubre 2012 por Mumbo @OMasti2012
Seguimos con el especial empezado la semana pasada dedicado a repasar todos los entresijos de la saga cinematográfica sobre el agente secreto creado por Ian Fleming, el único con licencia para matar llamado Bond, James Bond.
Tras repasar la trayectoria del Bond Original interpretado por Sean Connery, y el único interpretado por George Lazenby, ahora le toca el turno al satírico Bond nterpretado por Roger Moore.
Comenzamos...
El Bond de Roger Moore es de carácter más agradable, pero comprometido con su trabajo. Por otro lado, el mayor defecto que tuvo fue irse avejentando con el papel, pues por lo menos en sus tres últimas películas luce una edad muy evidentemente avanzada, sin embargo siempre contó con el apoyo del público, pues en esas mismas películas los productores debieron convencerlo para interpretar de nuevo al 007 cuando él sentía que su momento ya había pasado.
Los escenarios del 007 de Moore son los más exóticos de la serie, como el Caribe, Brasil, los barrios populosos de los Estados Unidos, e incluso el espacio. Sus villanos son también más exóticos, como un gánster que practica vudú, un pistolero multimillonario, un magnate de la aeronáutica o hasta un ricachón que desea acabar con el Sillicon Valley.
Con seguidores y detractores casi por igual, Moore es célebre por haber hecho al personaje algo más divertido, obsequioso y mucho menos solemne. En una de las críticas, por ejemplo, se llegó a comentar si era Roger Moore quien interpretaba el papel de James Bond o viceversa.VIVE Y DEJA MORIR (1973) de Guy Hamilton:
Para cuando empezó la pre-producción de Vive y deja morir, estaba totalmente claro que ningún acuerdo financiero podría inducir a Sean Connery a interpretar una vez más a James Bond. Por tanto, los productores tuvieron la difícil tarea de buscar un nuevo 007. Algunos eran conscientes de que la inconsistencia entre actores podría tener un efecto negativo en el entusiasmo de la audiencia (este sería el tercer actor en interpretar a James Bond en los últimos 4 años). Broccoli y Saltzman, cuya relación se estaba volviendo tensa debido a diferencias en distintos temas, se pusieron de acuerdo en un punto clave: el nuevo Bond debería ser un actor establecido con credenciales significativas. El asunto George Lazenby había minado su entusiasmo de fichar a un desconocido. La reducida lista de candidatos incluía Roger Moore y Timothy Dalton (quien se sintió halagado pero demasiado joven e intimidado para seguir los pasos de Sean Connery).
Finalmente, se anunció que Roger Moore haría su debut como James Bond en Vive y deja morir. Basándonos en sus credenciales, su historial era impresionante. Moore se había convertido en un icono entre los fans del espionaje por su papel principal en El Santo. Posteriormente, se había ganado una audiencia más amplia interpretando junto a Tony Curtis el papel principal de la serie The Persuaders. Al contrario que Connery, Moore estaba encantado de interpretar el papel y aceptaba los gajes inevitables: reporteros frenéticos, fans fanáticos y largos calendarios de rodaje. Para mantener un sentido de tradición, Guy Hamilton firmó para dirigir su segunda película Bond consecutiva.
Vive y deja morir no le dió a Moore un coche potente con el que hacer su debut como 007. Él eligió correctamente no imitar a Connery y en vez de eso establecer su propia forma de interpretar el papel. Sin embargo, el guión de Tom Mankiewicz se centra en las preferencias personales de Moore sobre el exceso de humor y continúa enfatizando la comedia que ya estaba presente en Diamantes para la eternidad. Muchas de las situaciones se ven falsas y la introducción del Sheriff Pepper representa la primera aceptación en la serie de un personaje tan exagerado que no existe la más mínima pretensión de que sea tomado en serio. El otro pecado imperdonable es la ausencia de Q en la película - la única vez que Desmond Llewelyn se quedó fuera en todos sus años en el papel -.
Aún así, Vive y deja morir es una película más satisfactoria que su predecesora. Roger Moore crea con éxito su propia interpretación del papel de Bond - una tarea nada fácil considerando el impacto que Sean Connery había dejado en el papel. Al cabo de pocos minutos aceptamos a Moore como heredero y finalmente definiría una imagen de 007 para una generación entera. El resto de la película tiene sus problemas, pero la idea de llevar a Bond al mundo del vudú y el ocultismo es efectiva, incluso cuando las largas escenas de acción parecen parches más que partes integrales de una historia. Aunque Vive y deja morir no es una de las mejores aventuras de Bond, ciértamente tampoco deja la sensación de que Moore sea peor.
EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO (1974) de Guy Hamilton:
Para muchos una de las películas Bond más flojas de la serie, El hombre de la pistola de oro representa a la serie en uno de sus momentos artísticos más bajos. Quizás porque la relación entre Broccoli y Saltzman había alcanzado un punto sin retorno (esta sería su última película como socios), casi cada elemento de la película carece de inspiración. El énfasis en humor gratuito alcanza aquí su máxima cota, con una película en que a menudo parece una comedia. El guión ambién es flojo y lleno de inconsistencias y situaciones absurdas. Todos los personajes tienen mal genio y existe poco afecto incluso entre los de siempre. La protagonista, Mary Goodnight, es una colegiala inmadura que pierde toda credibilidad como agente del MI6, y la constante irritación de Bond cuando está en su presencia es totalmente comprensible. Pero ninguna película de Bond tiene ningún mérito, y El hombre de la pistola de oro irónicamente presenta uno de los mejores enemigos de la serie: Scaramanga, que es interpretado con tanta habilidad y encanto por Christopher Lee que casi termina animándola!.
LA ESPÍA QUE ME AMÓ (1977) de Lewis Gilbert:
Siguiendo la tibia recepción de El hombre de la pistola de oro, Cubby Broccoli sabía que las apuestas para el décimo thriller de James Bond estaban altas, y tenía mucho que demostrar a los fans, a la United Artists y finalmente a sí mismo. El conocimiento general decía que la franquicia de 007 estaba en las últimas. Broccoli hizo una apuesta al todo o nada para demostrar que esta teoría era incorrecta. Alejado de la distracción de su relación con Harry Saltzman, Cubby se dió energía a si mismo y estaba dispuesto a hacer lo mismo con la serie. Sabiamente se tomó su tiempo para llevar La espía que me amó a la pantalla. Los guiones iniciales incluían un buen número de escenarios diversos, aportados por una multitud de conocidos escritores. La intención original era revivir a SPECTRA pero los planes se truncaron debido a una orden judicial obtenida por el productor Kevin McClory, que estaba intentando hacer un remake de Operación Trueno con un guión escrito por Sean Connery y Len Deighton.
Finalmente, se aprobó el guión definitivo, aunque pese a todo el esfuerzo tenía un parecido impresionante con Sólo se vive dos veces. Cubby fue avisado por el diseñador de producción Ken Adam de que no había ningún escenario de sonido en el mundo suficientemente grande para contener las espectaculares secuencias visionadas. 'Construidlo entonces' fue la simple orden de Cubby. En consecuencia, Adam creó el famoso '007 Stage' (Escenario 007) en los Pinewood Studios, el mayor escenario de sonido del mundo. La apuesta de Cubby recibió el respaldo de la United Artists, que aceptó aumentar el presupuesto hasta la impresionante cantidad de la época de 13,5 millones de dólares. Los resultados se muestran en la pantalla. Con La espía que me amó estrenándose dos años y medio después de El hombre de la pistola de oro la audiencia estaba deseosa de experimentar al Sr. Bond una vez más. Broccoli les dió el mayor Bond épico jamás producido, una extravaganza para los ojos que combinaba todos los elementos tradicionales que habían hecho tan popular la serie.
Como película, La espía que me amó es un éxito en casi todos los niveles. El humor está más controlado y es más maduro y hay secuencias que incluyen un suspense genuino, algo largamente ausente en la franquicia. La película también incluye un reparto maravilloso y el tipo de valores de producción eternos reminiscentes de las primeras películas Bond. La espía que me amó incorpora al menos dos componentes memorables destinados a estar entre las imágenes más perdurables de la serie: la presentación del enemigo 'Tiburón' y el Lotus Esprit equipado con gadgets, que rivaliza con el clásico Aston Martin DB5 en cuanto a su ingenioso diseño. La audiencia respondió entusiásticamente y la película hizo honor a su lema 'Este verano del 77 pertenece a James Bond, 007'.
MOONRAKER (1979) de Lewis Gilbert:
La evidencia de que más grande no es necesariamente mejor está ejemplificada en Moonraker, un James Bond épico de 30 millones de dólares cuyo coste duplicó al de La espía que me amó. Aunque Sólo para sus ojos estaba prevista como la undécima película de 007, el éxito de Star Wars animó a Cubby Broccoli a enviar a James Bond fuera de su mundo - literalmente. Ya que la novela de Ian Fleming estaba demasiado desfasada para llevarla a la pantalla, el guionista Christopher Wood únicamente retuvo la esencia de los personajes y la premisa del megalomaníaco usando el programa espacial para sus propios planes. Wood se equivocó estrepitosamente al volver a la filosofía del 'todo por una risa' de El hombre de la pistola de oro. El resultante énfasis en slapstick echa a perder muchas secuencias emocionantes que por otro lado se encuentran.
Sin embargo, hay que decir que Moonraker cumplió con la promesa de Cubby de reflejar en la pantalla cada céntimo invertido en la película. Debido a las prohibitivas leyes sobre impuestos inglesas, los productores rodaron la masiva producción en dos enormes estudios franceses - Studio de Boulogne en Epinay y Eclair en Paris. Aquí, el diseñador de producción Ken Adam construyó los escenarios más grandes jamás vistos en la indústria de cine francesa. El equipo trabajó un total de 220.000 horas para asegurar que los decorados iban a estar listos a tiempo para la fotografía principal. Bond aún mantuvo su 'casa' inglesa ya que las extensas escenas de efectos especiales se rodaron en los Pinewood Studios. La película está llena de lugares exóticos, gente guapa, tecnología espacial y suficientes efectos especiales para merecer la nominación al Oscar que el supervisor de efectos especiales Derek Meddings finalmente recibió. También hay una buena película escondida entre los indignantes gags. Un poco más de cuidado en la edición podría haber mejorado notablemente el film. Un perfecto ejemplo es la impresionante secuencia pre-créditos en la que Bond y un enemigo luchan por un paracaídas mientras están cayendo al vacío. La escena maravillosamente editada y filmada queda empañada por la inexplicable aparición de Tiburón en un giro demasiado cómico.
Moonraker intenta serlo todo para todos los fans, y acaba haciendo corto en casi cada apartado. La primera media hora es bastante intrigante pero la película rápidamente se convierte en un tiro al blanco en el que las partes acaban siendo más impresionantes que el todo. A pesar de las críticas anteriormente mencionadas, debería destacarse que Moonraker fue un éxito tanto crítico como financiero. El publico pareció disfrutarla enormemente, pero los puristas de Bond estaban insatisfechos y presentaron sus protestas a Cubby Broccoli. Finalmente, incluso los productores aceptaron que se habían extralimitado en la comedia y los excesos. A pesar del éxito de la película Cubby prometió traer a Bond de nuevo a la tierra en su siguiente película, Sólo para sus ojos.
SOLO PARA SUS OJOS (1981) de John Glen:
Incentivado por las críticas de Moonraker, en las que se hacía incapié en el alejamiento excesivo de la fórmula 007, Cubby Broccoli hizo realidad su promesa de hacer de Sólo para sus ojos una película más realista. Tuvo un admirable éxito, aunque la primera parte de la película es un cajón desastre en la que se mezcla de todo. La secuencia inicial está excelentemente bien hecha, pero su impacto se atenua a causa de un enemigo y unos chistes demasiado exagerados. Las extensas secuencias de persecuciones en coches y esquís, técnicamente perfectas, son tan lasgas que parecen que sean de relleno. La película empieza con la presentación del malvado Kristatos y su rival Columbo – dos personajes fascinantes interpretados de forma soberbia por Julian Glover y Topol. La pareja le da energía a la película y asegura que la historia sea mucho más interesante. La película también significa el debut como director del experimentado editor de películas Bond John Glen, que consigue realizar un trabajo admirable en la primera de sus cinco películas Bond.
‘Sólo para sus ojos’ presenta una de las mejores actuaciones de Roger Moore como Bond. Rebaja los chistes fáciles y en realidad parece que se tome los procedimientos seriamente. Moore tiene una compañera de reparto muy competente Carole Bouquet. A pesar de su exagerada diferencia de edad, su relación es bastante creible. La película sacrifica la habitual batalla climática por otra a pequeña escala, aunque mucho más dramática, en la que Bond y sus aliados asaltan el refugio montañoso de Kristatos. El suspense es muy genuino, y la secuencia en la que Bond se precipita desde el pico de la montaña a la vez que intenta anular a un posible asesino es arrebatadora. Otra impresionante escena de acción es aquella en la que Kristatos arrastra a Bond y Melinda por las aguas llenas de tiburones.
Los críticos y la audiencia quedaron inicialmente sorprendidos por la falta de grandes decorados y batallas masivas que se habían convertido en un clásico de la serie. Sin embargo, retrospectivamente hablando, puede decirse que los productores hicieron una sabia elección. Tras enviar a 007 al espacio, no había ningún lugar más a donde ir que regresar a la tierra. En Sólo para sus ojos Bond es una vez más un hombre que confía en su instinto e ingenio en vez de simplemente pulsar botones y utilizar gadgets.
OCTOPUSSY (1983) de John Glen:
Octopussy es una de las mejores películas de la era Roger Moore. Incluye un guión muy complejo e interesante lleno de personajes exóticos. Aunque el argumento se centra en un megalomaníaco, esta vez el aire político convierte a su amenaza de crisis nuclear en algo plausible y la cooperación entre el Este y el Oeste para detenerlo significa el fin de la Guerra Fría. La película no sólo presenta una de las actuaciones más efectivas de Roger Moore como 007, sinó que también incluye un reparto impresionante y lleno de talento. Los productores sabiamente redujeron el humor fácil al mínimo, aunque algo consigue sobrevivir (Bond hace un grito de Tarzán al saltar con una liana, por ejemplo). Irónicamente, la secuencia que podría habérseles ido de las manos fácilmente – Bond intentando desactivar una bomba nuclear en un circo vestido de payaso – se interpretó seriamente y genera una buena cantidad de tensión.
Las espectaculares imágenes de la India logran un escenario único para una película Bond, y los emplazamientos locales se utilizan creativamente para sacarles el máximo provecho. (La cinematografía de Alan Hume ignora la pobreza y hace que el país parezca paradisiaco). La película también se beneficia de algunas secuencias de acción bien dirigidas y una escena precréditos que se encuentra entre las mejores de la serie. Ayudada por el tema de John Barry, Octopussy se acerca a la perfección del 007 de Roger Moore.
PANORAMA PARA MATAR (1985) de John Glen:
Antes de iniciarse la producción de Panorama para matar, parecía que Roger Moore iba a hacer realidad su conocida intención de retirarse de la serie. Sin embargo, Moore se puso de nuevo el esmoquin para su séptima aparición como 007. Mirando restrospectivamente, esta vez podemos afirmar que cometió un error de juicio. Así, Panorama para matar presenta una poco destacable última aparición de Moore como James Bond. Por primera vez desde El hombre de la pistola de oro, una película Bond parece cansada y poco inspirada. Esto puede apreciarse en el guión, prestado de James Bond contra Goldfinger, y es una gran pena porque Sólo para sus ojos y Octopussy habían conseguido un Bond renovado con interesantes historias. También hay un inexplicable regreso al tipo de humor y gags visuales que disgustó a las audiencias en Moonraker. (Por ejemplo, la secuencia precréditos es socavada por la inclusión de ‘California Girls’ en la banda sonora mientras Bond huye de sus perseguidores).
Panorama para matar conserva unos altos niveles de producción, con una cinematografía impresionante, así como decorados y música. También hay algunas actuaciones maravillosas, Christopher Walken, Grace Jones y Patrick Macnee entre ellas. Desafortunadamente, algunas otras elecciones de reparto, tales como Tanya Roberts y Willoughby Gray, no son tan exitosas. Esta vez, las escenas de acción a gran escala son a menudo superfluas. Hay una loca persecución en un coche de bomberos por las calles de San Francisco espectacularmente filmada pero interpretada con un objetivo meramente cómico. El salto del especialista B. J. Worth desde lo alto de la Torre Eiffel queda arruinada por una ridícula escena de persecución en coche en la que Bond pone en peligro más vidas de las que lo hace el malvado plan de Zorin. Más exitosa es la escena en la que 007 es obligado a competir en una carrera de obstáculos mortal en la mansión de Zorin, así como el Climax de la película donde la acción nos lleva desde una mina inundada a una lucha mano a mano contra Zorin en lo alto del puente Golden Gate.
Aunque Panorama para matar no es una de sus misiones más brillantes como James Bond, la película cerró el libro de la era Roger Moore. Durante el transcurso de doce años y siete películas, Moore había conseguido lo que mucha gente había pensado que era imposible: sustituir a Sean Connery en el papel y embellecer a James Bond con su única e igualmente exitosa interpretación.
Fuentes:http://es.wikipedia.org/wiki/Pel%C3%ADculas_de_James_Bond#Roger_Moore.2C_el_Bond_sat.C3.ADricohttp://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=136&Itemid=202http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=146&Itemid=215http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=156&Itemid=226http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=166&Itemid=237http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=176&Itemid=248http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=186&Itemid=260http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=196&Itemid=271
Tras repasar la trayectoria del Bond Original interpretado por Sean Connery, y el único interpretado por George Lazenby, ahora le toca el turno al satírico Bond nterpretado por Roger Moore.
Comenzamos...
El Bond de Roger Moore es de carácter más agradable, pero comprometido con su trabajo. Por otro lado, el mayor defecto que tuvo fue irse avejentando con el papel, pues por lo menos en sus tres últimas películas luce una edad muy evidentemente avanzada, sin embargo siempre contó con el apoyo del público, pues en esas mismas películas los productores debieron convencerlo para interpretar de nuevo al 007 cuando él sentía que su momento ya había pasado.
Los escenarios del 007 de Moore son los más exóticos de la serie, como el Caribe, Brasil, los barrios populosos de los Estados Unidos, e incluso el espacio. Sus villanos son también más exóticos, como un gánster que practica vudú, un pistolero multimillonario, un magnate de la aeronáutica o hasta un ricachón que desea acabar con el Sillicon Valley.
Con seguidores y detractores casi por igual, Moore es célebre por haber hecho al personaje algo más divertido, obsequioso y mucho menos solemne. En una de las críticas, por ejemplo, se llegó a comentar si era Roger Moore quien interpretaba el papel de James Bond o viceversa.VIVE Y DEJA MORIR (1973) de Guy Hamilton:
Para cuando empezó la pre-producción de Vive y deja morir, estaba totalmente claro que ningún acuerdo financiero podría inducir a Sean Connery a interpretar una vez más a James Bond. Por tanto, los productores tuvieron la difícil tarea de buscar un nuevo 007. Algunos eran conscientes de que la inconsistencia entre actores podría tener un efecto negativo en el entusiasmo de la audiencia (este sería el tercer actor en interpretar a James Bond en los últimos 4 años). Broccoli y Saltzman, cuya relación se estaba volviendo tensa debido a diferencias en distintos temas, se pusieron de acuerdo en un punto clave: el nuevo Bond debería ser un actor establecido con credenciales significativas. El asunto George Lazenby había minado su entusiasmo de fichar a un desconocido. La reducida lista de candidatos incluía Roger Moore y Timothy Dalton (quien se sintió halagado pero demasiado joven e intimidado para seguir los pasos de Sean Connery).
Finalmente, se anunció que Roger Moore haría su debut como James Bond en Vive y deja morir. Basándonos en sus credenciales, su historial era impresionante. Moore se había convertido en un icono entre los fans del espionaje por su papel principal en El Santo. Posteriormente, se había ganado una audiencia más amplia interpretando junto a Tony Curtis el papel principal de la serie The Persuaders. Al contrario que Connery, Moore estaba encantado de interpretar el papel y aceptaba los gajes inevitables: reporteros frenéticos, fans fanáticos y largos calendarios de rodaje. Para mantener un sentido de tradición, Guy Hamilton firmó para dirigir su segunda película Bond consecutiva.
Vive y deja morir no le dió a Moore un coche potente con el que hacer su debut como 007. Él eligió correctamente no imitar a Connery y en vez de eso establecer su propia forma de interpretar el papel. Sin embargo, el guión de Tom Mankiewicz se centra en las preferencias personales de Moore sobre el exceso de humor y continúa enfatizando la comedia que ya estaba presente en Diamantes para la eternidad. Muchas de las situaciones se ven falsas y la introducción del Sheriff Pepper representa la primera aceptación en la serie de un personaje tan exagerado que no existe la más mínima pretensión de que sea tomado en serio. El otro pecado imperdonable es la ausencia de Q en la película - la única vez que Desmond Llewelyn se quedó fuera en todos sus años en el papel -.
Aún así, Vive y deja morir es una película más satisfactoria que su predecesora. Roger Moore crea con éxito su propia interpretación del papel de Bond - una tarea nada fácil considerando el impacto que Sean Connery había dejado en el papel. Al cabo de pocos minutos aceptamos a Moore como heredero y finalmente definiría una imagen de 007 para una generación entera. El resto de la película tiene sus problemas, pero la idea de llevar a Bond al mundo del vudú y el ocultismo es efectiva, incluso cuando las largas escenas de acción parecen parches más que partes integrales de una historia. Aunque Vive y deja morir no es una de las mejores aventuras de Bond, ciértamente tampoco deja la sensación de que Moore sea peor.
EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO (1974) de Guy Hamilton:
Para muchos una de las películas Bond más flojas de la serie, El hombre de la pistola de oro representa a la serie en uno de sus momentos artísticos más bajos. Quizás porque la relación entre Broccoli y Saltzman había alcanzado un punto sin retorno (esta sería su última película como socios), casi cada elemento de la película carece de inspiración. El énfasis en humor gratuito alcanza aquí su máxima cota, con una película en que a menudo parece una comedia. El guión ambién es flojo y lleno de inconsistencias y situaciones absurdas. Todos los personajes tienen mal genio y existe poco afecto incluso entre los de siempre. La protagonista, Mary Goodnight, es una colegiala inmadura que pierde toda credibilidad como agente del MI6, y la constante irritación de Bond cuando está en su presencia es totalmente comprensible. Pero ninguna película de Bond tiene ningún mérito, y El hombre de la pistola de oro irónicamente presenta uno de los mejores enemigos de la serie: Scaramanga, que es interpretado con tanta habilidad y encanto por Christopher Lee que casi termina animándola!.
LA ESPÍA QUE ME AMÓ (1977) de Lewis Gilbert:
Siguiendo la tibia recepción de El hombre de la pistola de oro, Cubby Broccoli sabía que las apuestas para el décimo thriller de James Bond estaban altas, y tenía mucho que demostrar a los fans, a la United Artists y finalmente a sí mismo. El conocimiento general decía que la franquicia de 007 estaba en las últimas. Broccoli hizo una apuesta al todo o nada para demostrar que esta teoría era incorrecta. Alejado de la distracción de su relación con Harry Saltzman, Cubby se dió energía a si mismo y estaba dispuesto a hacer lo mismo con la serie. Sabiamente se tomó su tiempo para llevar La espía que me amó a la pantalla. Los guiones iniciales incluían un buen número de escenarios diversos, aportados por una multitud de conocidos escritores. La intención original era revivir a SPECTRA pero los planes se truncaron debido a una orden judicial obtenida por el productor Kevin McClory, que estaba intentando hacer un remake de Operación Trueno con un guión escrito por Sean Connery y Len Deighton.
Finalmente, se aprobó el guión definitivo, aunque pese a todo el esfuerzo tenía un parecido impresionante con Sólo se vive dos veces. Cubby fue avisado por el diseñador de producción Ken Adam de que no había ningún escenario de sonido en el mundo suficientemente grande para contener las espectaculares secuencias visionadas. 'Construidlo entonces' fue la simple orden de Cubby. En consecuencia, Adam creó el famoso '007 Stage' (Escenario 007) en los Pinewood Studios, el mayor escenario de sonido del mundo. La apuesta de Cubby recibió el respaldo de la United Artists, que aceptó aumentar el presupuesto hasta la impresionante cantidad de la época de 13,5 millones de dólares. Los resultados se muestran en la pantalla. Con La espía que me amó estrenándose dos años y medio después de El hombre de la pistola de oro la audiencia estaba deseosa de experimentar al Sr. Bond una vez más. Broccoli les dió el mayor Bond épico jamás producido, una extravaganza para los ojos que combinaba todos los elementos tradicionales que habían hecho tan popular la serie.
Como película, La espía que me amó es un éxito en casi todos los niveles. El humor está más controlado y es más maduro y hay secuencias que incluyen un suspense genuino, algo largamente ausente en la franquicia. La película también incluye un reparto maravilloso y el tipo de valores de producción eternos reminiscentes de las primeras películas Bond. La espía que me amó incorpora al menos dos componentes memorables destinados a estar entre las imágenes más perdurables de la serie: la presentación del enemigo 'Tiburón' y el Lotus Esprit equipado con gadgets, que rivaliza con el clásico Aston Martin DB5 en cuanto a su ingenioso diseño. La audiencia respondió entusiásticamente y la película hizo honor a su lema 'Este verano del 77 pertenece a James Bond, 007'.
MOONRAKER (1979) de Lewis Gilbert:
La evidencia de que más grande no es necesariamente mejor está ejemplificada en Moonraker, un James Bond épico de 30 millones de dólares cuyo coste duplicó al de La espía que me amó. Aunque Sólo para sus ojos estaba prevista como la undécima película de 007, el éxito de Star Wars animó a Cubby Broccoli a enviar a James Bond fuera de su mundo - literalmente. Ya que la novela de Ian Fleming estaba demasiado desfasada para llevarla a la pantalla, el guionista Christopher Wood únicamente retuvo la esencia de los personajes y la premisa del megalomaníaco usando el programa espacial para sus propios planes. Wood se equivocó estrepitosamente al volver a la filosofía del 'todo por una risa' de El hombre de la pistola de oro. El resultante énfasis en slapstick echa a perder muchas secuencias emocionantes que por otro lado se encuentran.
Sin embargo, hay que decir que Moonraker cumplió con la promesa de Cubby de reflejar en la pantalla cada céntimo invertido en la película. Debido a las prohibitivas leyes sobre impuestos inglesas, los productores rodaron la masiva producción en dos enormes estudios franceses - Studio de Boulogne en Epinay y Eclair en Paris. Aquí, el diseñador de producción Ken Adam construyó los escenarios más grandes jamás vistos en la indústria de cine francesa. El equipo trabajó un total de 220.000 horas para asegurar que los decorados iban a estar listos a tiempo para la fotografía principal. Bond aún mantuvo su 'casa' inglesa ya que las extensas escenas de efectos especiales se rodaron en los Pinewood Studios. La película está llena de lugares exóticos, gente guapa, tecnología espacial y suficientes efectos especiales para merecer la nominación al Oscar que el supervisor de efectos especiales Derek Meddings finalmente recibió. También hay una buena película escondida entre los indignantes gags. Un poco más de cuidado en la edición podría haber mejorado notablemente el film. Un perfecto ejemplo es la impresionante secuencia pre-créditos en la que Bond y un enemigo luchan por un paracaídas mientras están cayendo al vacío. La escena maravillosamente editada y filmada queda empañada por la inexplicable aparición de Tiburón en un giro demasiado cómico.
Moonraker intenta serlo todo para todos los fans, y acaba haciendo corto en casi cada apartado. La primera media hora es bastante intrigante pero la película rápidamente se convierte en un tiro al blanco en el que las partes acaban siendo más impresionantes que el todo. A pesar de las críticas anteriormente mencionadas, debería destacarse que Moonraker fue un éxito tanto crítico como financiero. El publico pareció disfrutarla enormemente, pero los puristas de Bond estaban insatisfechos y presentaron sus protestas a Cubby Broccoli. Finalmente, incluso los productores aceptaron que se habían extralimitado en la comedia y los excesos. A pesar del éxito de la película Cubby prometió traer a Bond de nuevo a la tierra en su siguiente película, Sólo para sus ojos.
SOLO PARA SUS OJOS (1981) de John Glen:
Incentivado por las críticas de Moonraker, en las que se hacía incapié en el alejamiento excesivo de la fórmula 007, Cubby Broccoli hizo realidad su promesa de hacer de Sólo para sus ojos una película más realista. Tuvo un admirable éxito, aunque la primera parte de la película es un cajón desastre en la que se mezcla de todo. La secuencia inicial está excelentemente bien hecha, pero su impacto se atenua a causa de un enemigo y unos chistes demasiado exagerados. Las extensas secuencias de persecuciones en coches y esquís, técnicamente perfectas, son tan lasgas que parecen que sean de relleno. La película empieza con la presentación del malvado Kristatos y su rival Columbo – dos personajes fascinantes interpretados de forma soberbia por Julian Glover y Topol. La pareja le da energía a la película y asegura que la historia sea mucho más interesante. La película también significa el debut como director del experimentado editor de películas Bond John Glen, que consigue realizar un trabajo admirable en la primera de sus cinco películas Bond.
‘Sólo para sus ojos’ presenta una de las mejores actuaciones de Roger Moore como Bond. Rebaja los chistes fáciles y en realidad parece que se tome los procedimientos seriamente. Moore tiene una compañera de reparto muy competente Carole Bouquet. A pesar de su exagerada diferencia de edad, su relación es bastante creible. La película sacrifica la habitual batalla climática por otra a pequeña escala, aunque mucho más dramática, en la que Bond y sus aliados asaltan el refugio montañoso de Kristatos. El suspense es muy genuino, y la secuencia en la que Bond se precipita desde el pico de la montaña a la vez que intenta anular a un posible asesino es arrebatadora. Otra impresionante escena de acción es aquella en la que Kristatos arrastra a Bond y Melinda por las aguas llenas de tiburones.
Los críticos y la audiencia quedaron inicialmente sorprendidos por la falta de grandes decorados y batallas masivas que se habían convertido en un clásico de la serie. Sin embargo, retrospectivamente hablando, puede decirse que los productores hicieron una sabia elección. Tras enviar a 007 al espacio, no había ningún lugar más a donde ir que regresar a la tierra. En Sólo para sus ojos Bond es una vez más un hombre que confía en su instinto e ingenio en vez de simplemente pulsar botones y utilizar gadgets.
OCTOPUSSY (1983) de John Glen:
Octopussy es una de las mejores películas de la era Roger Moore. Incluye un guión muy complejo e interesante lleno de personajes exóticos. Aunque el argumento se centra en un megalomaníaco, esta vez el aire político convierte a su amenaza de crisis nuclear en algo plausible y la cooperación entre el Este y el Oeste para detenerlo significa el fin de la Guerra Fría. La película no sólo presenta una de las actuaciones más efectivas de Roger Moore como 007, sinó que también incluye un reparto impresionante y lleno de talento. Los productores sabiamente redujeron el humor fácil al mínimo, aunque algo consigue sobrevivir (Bond hace un grito de Tarzán al saltar con una liana, por ejemplo). Irónicamente, la secuencia que podría habérseles ido de las manos fácilmente – Bond intentando desactivar una bomba nuclear en un circo vestido de payaso – se interpretó seriamente y genera una buena cantidad de tensión.
Las espectaculares imágenes de la India logran un escenario único para una película Bond, y los emplazamientos locales se utilizan creativamente para sacarles el máximo provecho. (La cinematografía de Alan Hume ignora la pobreza y hace que el país parezca paradisiaco). La película también se beneficia de algunas secuencias de acción bien dirigidas y una escena precréditos que se encuentra entre las mejores de la serie. Ayudada por el tema de John Barry, Octopussy se acerca a la perfección del 007 de Roger Moore.
PANORAMA PARA MATAR (1985) de John Glen:
Antes de iniciarse la producción de Panorama para matar, parecía que Roger Moore iba a hacer realidad su conocida intención de retirarse de la serie. Sin embargo, Moore se puso de nuevo el esmoquin para su séptima aparición como 007. Mirando restrospectivamente, esta vez podemos afirmar que cometió un error de juicio. Así, Panorama para matar presenta una poco destacable última aparición de Moore como James Bond. Por primera vez desde El hombre de la pistola de oro, una película Bond parece cansada y poco inspirada. Esto puede apreciarse en el guión, prestado de James Bond contra Goldfinger, y es una gran pena porque Sólo para sus ojos y Octopussy habían conseguido un Bond renovado con interesantes historias. También hay un inexplicable regreso al tipo de humor y gags visuales que disgustó a las audiencias en Moonraker. (Por ejemplo, la secuencia precréditos es socavada por la inclusión de ‘California Girls’ en la banda sonora mientras Bond huye de sus perseguidores).
Panorama para matar conserva unos altos niveles de producción, con una cinematografía impresionante, así como decorados y música. También hay algunas actuaciones maravillosas, Christopher Walken, Grace Jones y Patrick Macnee entre ellas. Desafortunadamente, algunas otras elecciones de reparto, tales como Tanya Roberts y Willoughby Gray, no son tan exitosas. Esta vez, las escenas de acción a gran escala son a menudo superfluas. Hay una loca persecución en un coche de bomberos por las calles de San Francisco espectacularmente filmada pero interpretada con un objetivo meramente cómico. El salto del especialista B. J. Worth desde lo alto de la Torre Eiffel queda arruinada por una ridícula escena de persecución en coche en la que Bond pone en peligro más vidas de las que lo hace el malvado plan de Zorin. Más exitosa es la escena en la que 007 es obligado a competir en una carrera de obstáculos mortal en la mansión de Zorin, así como el Climax de la película donde la acción nos lleva desde una mina inundada a una lucha mano a mano contra Zorin en lo alto del puente Golden Gate.
Aunque Panorama para matar no es una de sus misiones más brillantes como James Bond, la película cerró el libro de la era Roger Moore. Durante el transcurso de doce años y siete películas, Moore había conseguido lo que mucha gente había pensado que era imposible: sustituir a Sean Connery en el papel y embellecer a James Bond con su única e igualmente exitosa interpretación.
Fuentes:http://es.wikipedia.org/wiki/Pel%C3%ADculas_de_James_Bond#Roger_Moore.2C_el_Bond_sat.C3.ADricohttp://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=136&Itemid=202http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=146&Itemid=215http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=156&Itemid=226http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=166&Itemid=237http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=176&Itemid=248http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=186&Itemid=260http://www.archivo007.com/index.php?option=com_content&task=view&id=196&Itemid=271
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