Revista Cocina
Cuenta la leyenda que ésta fue tierra de retiro de reyes, lugar al que acudían a disfrutar de los placeres de la caza y a olvidarse de los problemas de la Corte. De ahí que, ante su ausencia, si alguien requería su figura se le dijese: Tendrá que esperar, el rey está en Babia.
También cuentan que cuando los pastores trashumantes pasaban las noches en Extremadura y su mirada parecía ausente, sus compañeros les decían: “Vuelve, que estás en Babia”.
Sea como fuere, no se me ocurre un lugar mejor para pasar unos días otoñales y es que aquí, entre las comarcas leonesas de Luna y Babia tu espíritu puede sentir la paz que sólo este retiro puede proporcionar.
No lo dudéis, daos una vuelta.
¿Y qué se puede hacer?, pues hay un montón de rutas bien señalizadas para los amigos del senderismo o de actividades más intensas, desde los fondos del vacío embalse (en otoño, luego se llena) dónde podremos pasear entre abandonados pueblos.
Hasta disfrutar de rutas por la montaña de más o menos dificultad. Nosotros nos dimos un “paseo” de varias horas por los lagos de Saliencia, en Asturias, un lugar increíble de una belleza alpina y de muy "fácil" acceso.
Y claro, después del ejercicio, nada mejor que una reparadora comida en la villa de Somiedo, un turístico y, sin embargo, bonito lugar en el que dar cuenta de unas fabada en Hotel rural el Meirel.
¿Y dónde dormir?, pues nosotros DISFRUTAMOS, en mayúscula, de una agradable estancia en una preciosa casa rural en el pueblo de Sena de Luna, la casa se llama Días de Luna y puedo deciros que la atención que recibiréis harán vuestra estancia ciertamente agradable.
Eso sí, hay que tener en cuenta algunas cosas. Si queréis cenar allí tendréis que avisar en el desayuno y si no buscar en otro pueblo, porque en Sena de Luna no hay nada más, por no haber, ¡no hay cobertura en el móvil!, ¡ni tiendas!, ¡ni bares! y en las habitaciones de la Casa rural, ¡no hay televisión!.
¿Y a la vuelta?, pues dejaos unos momentos para disfrutar de la ciudad de León, siempre acogedora con el visitante y magnífica en sus viandas y sus piedras.