¿Estás viviendo una crisis de valores?

Hola amigos. Hoy os traigo un tema muy interesante y muy actual. Aunque estemos a punto –según dicen– de salir de la dichosa crisis en la que llevamos inmersos durante los últimos 6 años, la crisis sigue estando presente hoy en muchos sectores, muchas familias y muchas casas.

Habréis leído por ahí lo de que las crisis son necesarias, que son las que impulsan el cambio. Y que estamos viviendo a su vez una crisis de valores, como consecuencia de la crisis económica. ¿Pero qué es eso de la crisis de valores? ¿Crisis espiritual, educativa, de personalidad? A lo mejor esa sensación extraña que sentís al igual que yo tiene que ver precisamente con eso del cambio de valores…

El otro día, leyendo un libro de la Programación Neurolingüística (PNL), me puse a analizar la crisis que vivo tanto por dentro como por fuera y he llegado a unas conclusiones muy interesantes. Por lo que he decidido compartirlas con vosotros.

Imagino que algunos me vais a preguntar… ¿y qué diablos es eso de la PNL o programación neuro-lingüística? 

La PNL es el estudio de nuestros patrones mentales. Nos permite conocer los procesos mentales que usamos para codificar información, y por lo tanto cambiar nuestra forma de pensar y de actuar.

Sí, así de simple: nosotros actuamos siempre en función de unos patrones que hemos ido creando en nuestro cerebro, a partir de cómo nos han educado, nuestras experiencias personales, nuestra relación con el mundo, nuestro crecimiento y cambio. Y por eso a veces reaccionamos de maneras muy específicas ante determinados fenómenos. El ejemplo más claro serían las fobias: una persona que en un pasado ha tenido una experiencia negativa con perros, puede llegar a desarrollar una fobia a dichos animales, aun cuando no son en absoluto ofensivos.

Resulta que toda la realidad que percibimos se podría dividir en diferentes niveles mentales que van de más a menos: desde nuestra identidad como personas hasta nuestras conductas concretas y el ambiente en el que vivimos. Y es que todo está interrelacionado, como veréis:

1. ESPIRITUAL: conexión con el ser, nuestra esencia. Es el nivel más alto y al que no todos llegamos en nuestra vida.
2. IDENTIDAD: quién soy, qué me distingue, relacionada con espiritualidad. Es nuestra misión en la vida. Aquí estaría lo que entendemos que somos: podemos considerarnos como buenos, malos o neutros, exitosos o fracasados, amables o tenaces, tímidos o seguros… Puedes hacer una pequeña lista con los adjetivos o nombres que mejor te describen.
3. CREENCIAS: por qué hago las cosas, qué me mueve a actuar, qué valores tengo: es nuestra motivación en la vida.
4. CAPACIDADES: cómo hago las cosas, qué sé o no sé hacer, mis estrategias, emociones, pensamientos: es nuestra dirección en la vida.
5. CONDUCTAS: qué hago en mi día a día. Nuestras acciones.
6. AMBIENTE: dónde y cuándo lo hago, en qué contexto, con quién, cómo me ven, en qué situación, qué factores externos influyen. Es la reacción de otros y del ambiente a lo que hago.

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Y ahora os muestro cómo una crisis económica (factor externo o de ambiente) desencadena en nosotros un cambio a nivel de identidad (o lo que llamamos la crisis de valores).

AMBIENTE: La época de crisis en la que vivimos afecta primero al ambiente, es algo que no podemos cambiar como individuos. El entorno cambia: cambian condiciones de vida, de trabajo, de relaciones.

Y de ahí empieza una toda una reacción en cadena.

CONDUCTAS: Muchos perdemos nuestro trabajo o sentimos miedo por perder el actual; empezamos a buscar trabajos nuevos o salimos al extranjero en su busca, o nos formamos en algo diferente a nuestros estudios, estudiamos otros idiomas, no podemos comprometernos a una hipoteca (no nos la dan o no nos hace falta: vivir de alquiler).

CAPACIDADES: Empezamos a cambiar externamente. La cuestión es adaptarse o morir. El verdadero cambio comienza aquí: cambiar nuestra forma de hacer las cosas, ser más flexibles. Ser capaces de cambiar de estrategia a la hora de buscar trabajo, comprar una casa, tener una familia. Si nos resistimos a cambiar, nos quedamos atrapados.

CREENCIAS: Eso en un determinado momento empieza a cambiar nuestra forma de ver la vida, nuestros valores cambian. No pensamos que el gobierno podrá salvarnos. Que ser funcionario para toda la vida mola. Es hora de tal vez salir fuera o buscar un proyecto propio. Trabajar para otros no es tan guay como antes, ni tan seguro. Empezamos a pensar de manera diferente: el cambio no es negativo, hay que perder el miedo en el futuro.

IDENTIDAD: El cambio más importante. ¿Soy un asalariado con seguridad social, con una casa o un chalet para toda la vida o una persona libre, que busca realizarse como persona y profesional, haciendo aquello que me motiva?

ESPIRITUAL: El paso siguiente sería preguntarnos: ¿qué hay más allá de mí mismo? ¿Para qué se nos ha dado la vida? ¿Cuál es la misión con la que hemos venido aquí?

La crisis nos ha empujado a responder a estas preguntas. Hasta ahora hemos vivido en un sistema cerrado en el que lo dábamos todo por hecho. Ahora las reglas de juego han cambiado para que nazca una nueva persona de cada uno de nosotros. Es una gran oportunidad para nuestra creatividad, para salir de la rutina, estancamiento, para dejar atrás tantos miedos. Es una oportunidad única que se nos ha dado para cambiar.

Podéis aplicar este esquema a cualquier aspecto de vuestra vida (relaciones, trabajo, nutrición), para entender si hay algo que os limita, o en qué nivel mental están vuestros bloqueos. Es un ejercicio muy interesante que he utilizado en varias ocasiones y me ha aclarado muchas ideas.

Y ahora me encantaría poder leer vuestros comentarios: ¿cómo os ha afectado la crisis en vuestro caso particular? ¿Estaríais de acuerdo con ese proceso de transformación que creo hemos vivido muchos? ¿Os ha impulsado a cambiar? Contadme, me encantará oír vuestras opiniones, amigos.