Últimamente he hablado por aquí de varias campañas que intentan alertarnos sobre la importancia de cuidar nuestros océanos. Y no me extraña porque las cifras empiezan a ser alarmantes. Se estima que cada año llegan a los mares hasta 12 millones de toneladas de plásticos, algo que ha llevado a algunos expertos a predecir que para 2.050 va a haber más plástico que peces en nuestras aguas.
Como está en la mano de cada uno acabar con esta situación, un pescadero de Agen (Francia) tuvo una brillante idea para alertar a sus clientes (y a todo el que pasara por su comercio) del futuro de los océanos si no hacemos algo para remediarlo. Así, durante un día decidió cambiar todo el pescado de su comercio por basura y deshechos plásticos que los pescadores recogen en sus redes en cada jornada.
De este modo, Bertrand Lodetti (que así se llama el pescadero) transformó su mostrador ubicado en una tienda Intermarché en una brillante campaña de ambient marketing. Y es que donde normalmente había pescado y marisco fresco, durante ese día los clientes encontraron bolsas, botellas, envases y más basura plástica que había acabado en el mar. Todo ello bajo el lema "Bienvenido a la pescadería del futuro".
Esta acción llegó al presidente de las pescaderías de Francia, que se puso en contacto con Bertrand para darle la enhorabuena por su iniciativa y proponerle que esta campaña se repita durante una vez al año en otros establecimientos del país. De este modo, el mensaje en contra de la contaminación medioambiental puede llegar más lejos para que, poco a poco, la realidad a la que se enfrentan nuestros mares vaya cambiando.
Todo ello no hubiera sido posible sin la creatividad del pescadero ni el compromiso de Intermarché, que decidió sacrificar un día de facturación en este departamento para lanzar un mensaje de cuidado hacia nuestro planeta.