Aunque sería fascinante poder contemplar a nuestro satélite en un color azul, el término luna azul nada tiene que ver con el color en sí, sino a la sucesión de dos lunas llenas dentro del mismo mes del calendario, lo cual ocurrirá éste próximo viernes 31 de julio de 2015. La primera fue el día jueves 2 de éste mismo mes.
La Luna azul (traducción del inglés blue moon) se emplea en el calendario gregoriano (el usado habitualmente en Occidente), lo que sucede aproximadamente cada tres años y, originalmente, al tercer plenilunio cuando en una estación cualquiera del año se dan cuatro lunas llenas en lugar de tres. El fenómeno “luna azul” cobró popularidad cuando se produjo dos veces en 1999 (enero y marzo). El hecho de que sea posible que haya dos lunas llenas en el mismo mes se debe a que el ciclo de la luna llena es cada 29,5 días aproximadamente, por lo que si la luna llena ocurre el primer día o el segundo de ese mes, hay probabilidad de que aparezca una segunda luna llena en los últimos días.
Pero ¿La luna se verá azul realmente? Por lo general, no. Para que la luna cobre un tono azulado debe estar influenciada por contaminantes como las cenizas y el humo. Por ejemplo, en el año 1883 la explosión del volcán Krakatoa (Indonesia) provocó que las cenizas del mismo se extendieran hasta los límites de la atmósfera. Las cenizas dispersan la luz roja pero dejan pasar otros colores, de ahí que al atravesar las nubes de ceniza se viera la luna de color azul. Después de éste viernes, la próxima luna azul la veremos ya para el sábado 31 de marzo de 2018.