Estoy procrastinando. Queredme.

Buenas noches, Bichitos.
Como no quiero ponerme a hacer un trabajo para una asignatura de la carrera, estoy buscando cosas para hacer que me distraigan del trabajo. Esta mañana me puse a hacer tortitas, luego ayudé a mi madre con la comida, he cambiado las sábanas, he ordenado el cuarto. Y ahora estoy viendo un vídeo de Vegetta777 mientras tengo mil y una páginas de diccionarios filosóficos y el word del trabajo a medias.
La verdad es que no tengo ganas de ponerme y tengo que entregarlo el miércoles. Lo más gracioso es que voy a tener que mandarlo el martes o cosa así porque tengo que hacerle una pregunta al profesor, por lo que aunque lo termine hoy, no podré mandarlo. Porque las moderneces de ahora, sí, tengo voy a cumplir veinte años y hablo como una anciana, de la universidad, que te obligan a mandar trabajos por una cosa llamada Campus Virtual que ha sido creado por el demonio. Pero por el demonio, de verdad. ¡No hay cosa más capulla e inútil del mundo!
Que yo me tengo que organizar para abrir el puto Campus Virtual. ¡Que tengo que encender el ordenador obligatoriamente todos los días para ver el puto Campus y que yo no tengo tiempo para ello! ¡NO TENGO TIEMPO! Vamos, que me paso dos horas de mi vida yendo y viniendo de la universidad, tres horas en clase. Ocho horas, como mínimo durmiendo. Y como dedicando casi todas mis mañanas al Movimiento estudiantil. Y ahora tengo que organizarme para encender el ordenador cinco minutos y ver si me han enviado algo.
En serio. Señores que habéis creado el Campus Virtual. ¡Os habéis lucido!