Revista Opinión

Euforia en el separatismo catalán y vasco

Publicado el 19 junio 2020 por Franky
La pandemia ha sido una bendición del cielo para los separatistas españoles, que han crecido notablemente con la crisis del virus. Las filas separatistas crecen a un ritmo muy elevado, nutriéndose de catalanes y vascos decepcionados y frustrados con el gobierno de Pedro Sánchez. Muchos de los que votaron en pasadas elecciones por permanecer unidos a España, dicen ahora que votarán por la separación porque no merece la pena pertenecer a una España como la que Sánchez e Igesias están construyendo. La apuesta del independentismo más feroz por apoyar la investidura de Pedro Sánchez les está dando un resultado óptimo. Ellos sabían desde el principio que Sánchez hundiría la nación y que el independentismo recogería los frutos de la gran frustración. --- Euforia en el separatismo catalán y vasco "Cuando España se hunda, nosotros subiremos al salvavidas y nos largaremos sin problemas, amparados en el caos del desastre", me decía un colega catalán en conversación telefónica hace unos días, resumiendo así la euforia que reina en los ambientes separatistas catalanes, donde se cree que la independencia está ahora más cerca que nunca.

Aunque la mayor causa de euforia es el rechazo a un gobierno ineficaz y fracasado, como el de España que preside Pedro Sánchez, hay también otros motivos que alimentan la esperanza de los independentistas, que pronto esperan ser una mayoría sólida. Uno de ellos es el coronavirus, que ha eliminado a parte de la población más anciana, que suele ser la que vota por la unidad.

Los muertos por coronavirus, la pésima gestión de la pandemia, el desastre de las residencias de mayores, la ocultación de cifras de bajas, la desprotección de los sanitarios y el deficiente funcionamiento de la sanidad española en general han alimentado el descontento y el deseo de separarse de esta España corrompida e ineficiente.

Ante el fracaso del gobierno de España y el rechazo que está suscitando, muchos ciudadanos se refugian en sus gobiernos autonómicos, lo que se traduce en un refuerzo de las autonomías y del sentimiento de independencia, visible no sólo en Cataluña y el país Vasco, sino también en Galicia, Baleares, Valencia y hasta en Andalucía, donde se escuchan ya insólitos llamamientos en favor de un andalucismo que proteja a la región de los abusos y venganzas del gobierno de Pedro Sánchez.

Tenían razón los intelectuales catalanes que afirmaban que había que esperar a que el fracaso de España llenara las filas del independentismo y los que quieren la separación consolidaran una mayoría aplastante.

Una verdad que los socialistas españoles no querrán escuchar y que ninguna de las televisiones y tertulianos comprados se atreven a decir: Pedro Sánchez está haciendo más por el independentismo catalán que Puigdemont.

Francisco Rubiales


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