
No sé qué clase de pensamientos pasan por la cabeza de una mujer que se deja seducir por un toro al que el aliento le apesta a azafrán. No estoy hoy para análisis simbólicos y el sarcasmo se ha tomado el día festivo como para hacer juegos excesivamente fáciles con el tema. En cualquier caso no se debe juzgar por las apariencias y las compañías. Hace poco descubrí los fondos de la biblioteca de Marylin Monroe y me quedé pasmado. Me di cuenta de los prejuicios que uno puede seguir teniendo, pero después de ver esos títulos se me cayó la imagen de rubia frívola descerebrada y entendí partes de su vida que no me había conseguido explicar hasta entonces. Me di cuenta de que su calidad de actriz era aun superior a la que antes tenía de ella y que, además de su físico, utilizó, qué duda cabe, su intelecto para conquistar a aquellos hombres poderosos e inteligentes. Si ya la admiraba, ahora la admiro más. Las mujeres cuando son inteligentes saben aprovechar sus talentos en mayor medida de los hombres. Una mujer situada en un estatus superior al suyo se adapta, por regla general, mejor que un hombre en las mismas circunstancias, que suele arrastrar a la fémina a su inferior nivel. Creo que estoy empezando a ponerme clasista y no es plan ni cuestión, entre otras cosas porque no creo en las clases, sino en la clase, como el Marqués de Santo Floro y porque éstas son un invento procedente de las revoluciones liberales burguesas, que para mí, ya se sabe es como nombrarme a la bicha, que por otra parte me encanta pero el dicho es el dicho. Mis creencias democráticas son parlamentarias y representativas, pero nada tienen que ver con esta farsa de sistema que nos ha tocado en suerte.No debo, o mejor dicho, no es conveniente que tenga militancia política, pero lo que no puedo evitar es tener ideología ni ideas propias, cuando, además, de todos es sabido mi participación en la política activa, cosa que en mi familia es habitual porque lo llevamos en la sangre. Participé en el sistema, muchos años como militante de base y pocos como cargo electo y de designación directa, en el partido que pensé que mejor podía encarnar mis ideas, hasta que motivos personales me movieron a dejarlo. Muchas veces me han preguntado por esos motivos y muchas veces he callado. Entonces a muchos interesaban, pero no quise hacerlos públicos. Una extensa carta a Juan Carlos Rodríguez Ibarra explicaba mis motivos, pero nunca llegó a sus manos, que me conste, la frenaron. Quizá fuera mejor así. Me han ofrecido publicarla, pero hoy en día no creo que a nadie interese y a algunas personas a las que aprecio podría hacerles daño. La carta continuará, por mi parte, durmiendo el sueño de los justos e algún disco duro. La otra parte que la tiene en papel imagino que la conservará, por la cuenta que le trae. Tras mi baja continué en la vida pública e impulsé un invento que en principio fue una fundación que luego se convertiría en otra herramienta del sistema y que excepto para el beneficio de algunos para poco más sirvió. Al día siguiente de aquellas elecciones presenté mi dimisión como presidente y mi baja. Mi nombre nunca fue en aquellas listas por propia convicción y porque una mañana casi dejo esta vida envuelto en mi propia sangre y con mi carnes arrancadas. Vuelvo al comienzo, estos terrenos me resultan difíciles, siete años después, entre otras cosas porque no todo quedó claro y albergo dudas sobre los hechos de aquel día que hasta que no desaparezcan ciertas personas que los rodearon no los desvelaré. Si enorme fue el daño físico y psicológico (que a día de hoy me hace seguir en tratamiento), se acrecentó con los rumores que levantó el provincianismo. La verdad del cuento la sabemos la Lirio y yo y la Lirio no le interesa que yo cante, aunque las duquitas las sufra yo y no ella y las cicatrices del cuerpo me las vea yo y las del alma me las lama.Empecé hablando de Europa y Zeus y vuelvo a mis fantasmas, cuando de lo que quería hablar era de política comunitaria. Retomo el hilo inicial del aliento de azafrán, que fue lo que enamoró a la casquivana y zoorasta Europa, que ya apuntaba su interés pecuniario porque el azafrán, barato, lo que se dice barato no lo venden. En más de una capitulación que he visto en archivos a las novias se las dotaba de los preciosos pistilos como una parte capital de su ajuar. No era tonta la niña. Llevo meses devanándome los sesos de a quien votar y hablando del tema con los amigos, que no saben si votan y si votan a quién votan. Mi planteamiento es el siguiente. Tanto el PP como el PSOE son dos caras de una misma moneda llamada pseudemocracia que tiene atontada a la mayoría de la población y que se afanan en promover la abstención y en convertir estas inútiles elecciones en un plebiscito de la política de Rajoy-Merkel. En estos días en los que estoy de baja y que tengo tiempo, cuando los tratamientos no me atontan de leerme la prensa nacional e internacional íntegra (no exageraré en esta última, que se reduce a las lenguas en que me manejo) y lo que más me ha llamado la atención además del absurdo debate sobre el desafortunado comentario de Cañete (que si Valenciano no hubiera sido una mujer tendría más razón que un santo) es que el ABC ha proclamado que PP y PSOE son los pilares del sistema. Pásmate. Hemos pasado de familia, municipio y sindicato a esto y como estamos en época de recortes, pues nos quitamos un pilar de en medio. Un motivo más para no votar a ninguno de los dos y eso que reconozco que el ABC es una espléndida cabecera y moriré con una pena en el alma, el no poder ver mi esquela en sus páginas, cosa que hace unos meses le confesé a Alfonso Armada, que se mondaba de la risa. Continúo con mi análisis. Excluidos los Zipi Zape, tenemos IU, pero como en esta Extremadura mía se ha negado a apoyar la moción de censura del PSOE y en Andalucía goierna con él, sólo puedo llegar a la conclusión de que siguen siendo los tontos útiles compañeros de viaje de hace cuarenta años y lo siento, porque aunque se encuentren en las antípodas de mi pensamiento por sus posiciones materialistas y ateas, en otras cuestiones sociales, económicas y medioambientales coincidimos y bastante, no en vano soy un historiador formado en Salamanca, Sussex y la Autónoma de Madrid y eso deja mella, sobre todo cuando mi memoria de licenciatura fue sobre Historia China. Volviendo a Europa, que IU no es más que un instrumento necesario para garantizar la gobernabilidad, bien sea de los de Rajoy, bien sea de los de Rubalcaba (ambos con la cabeza bifronte de Merkel) en aquellos lugares donde no hay nacionalistas para garantizar los gobiernos de mayorías minoritarias. Llegados a este momento me atrevo a decir lo que no se atrevió a decir el ABC por miedo a espantar a sus lectores, que IU es el tercer pilar. Una tríada es una tríada y, en consecuencia, siempre tiene más peso en los inconscientes colectivos (y nunca mejor dicho).Aparcadas estas tres opciones tenemos los nacionalistas, que ni me van ni me vienen, porque no me afectan en mi regón, donde sí hay dos partidos regionalistas. Por EU siento una tendencia a la urticaria por sus posiciones excesivamente terruñeras, y por el PREX-CREX, lo confieso, siento simpatías personales, pero que no son motivo suficiente para que les dé el voto, ya pasó la época en la que votaba según me cayeran quienes fueran en las listas. En esto de las europeas uno no tiene por qué conocer a todos, pero los que conozco de los partidos grandes sí que me hacen venir la urticaria y hasta la erisipela, si malamente hablan en expresiones dialectales, ¿cómo demonios se van a aclarar con los traductores en Estrasburgo? Nunca falta un roto para un descosido y pueden hacerse amigos íntimos de alguna vikinga de un perdido fiordo o del hijo de algún constructor de saunas finlandesas que seguramente compartirán gustos o experiencias en común. Esta vez no me voy a dejar convencer por los nombres de las listas. De los programas prefiero no hablar en exceso, porque además de ser uno de los pocos imbéciles que se los lean de poco me van a servir porque intuyo que no tendrán la más mínima intención de cumplirlos. Y los programas de los grandes se resumen rápido: haremos lo que diga Berlín. Hablaba de los nacionalistas, nada tengo contra ellos, es más, ya escribí hace unos cuantos años en una publicación de la Universidad de Rosario en Argentina que una de las graves carencias de la Declaración Universal de Derechos Humanos, además de los entonces llamados Derechos de Cuarta Generación, era el Derecho a la Autodeterminación de los Pueblos. Y lo que dije lo sigo defendiendo. Me gustaría que las Españas continuaran unidas, pero respeto el deseo de sus pueblos a decidir su futuro en un marco común. Tengo una concepción federal del Estado, o quizá confederal, y nadie podrá hacerme cambiar eso. Las Españas necesitan un cambio radical de sistema y éste es uno de los aspecto que primero tendremos que discutir, junto con la forma del gobierno. Me voy a lo nacional como en los debates y hablamos de Europa.De estos nuevos partidos no sé qué decir, Vox con un candidato que no ha renunciado a su acta de europarlamentario del PP y que amenaza seguir viajando en business no merece mucho comentario. Para suavizar el impacto de la pésima imagen han colocado a su lado a alguien con el que cualquiera se sentiría identificado, Ortega Lara. Pero el nacimiento del partido se basa en una venganza personal porque la cabeza de Vidal-Quadras fue una de las condiciones exigidas por CIU al PP para apoyar su gobierno. De ajustes personales en política y creación de partidos podría yo hablar mucho, pero no merece la pena el esfuerzo y es baldío, cuando se acaba todo convirtiendo en una cuestión meramente personal. Votar a Vox sería votar a la derechona, y votar a UpyD (también nacido por ajustes de cuentas internos en el PSOE) sería votar a la derechina. A ambos les une un centralismo que me pone los pelos de punta y un programa con el que cualquiera estará de acuerdo en gran medida, porque en gran medida nada dice. Lo mismo ocurre con Ciudadanos y su manifiesto, que lo firmaría con los ojos cerrados hasta el más pintado, siemrpre que no fuera de algún grupúsculo de ultraderecha o de ultraizquierda, que de todo hay y a los que no me planteo ni el voto, aunque sea de castigo. Así se empieza y luego tenemos movimientos totalitarios aquí por menos de nada, que es uno de los peligros que nos plantean algunos de estos partidos. No me olvido de EQUO, de Podemos y de otros cuantos más que no voy a enumerar.Los dos pilares nos dicen que no son los mismo, que son distintos, que son centroderecha y centroizquierda (qué grande es el centro, por amor de Dios), pero lo cierto es que, nos guste o no, ganarán las elecciones, y ganarán el año próximo las municipales y aautonómicas y en dos, si no se adelantan, las generales, pero con una notable diferencia. El bipartidismo del turno a la inglesa establecido desde las elecciones de 1982, con la desaparición de la UCD, la fusión de los partidos conservadores, liberales y democristianos, la entonces casi desaparición del PC, los nacionalismos paralizados por las mayorías rodillo y los años más sangrientos del terrorismo daban un panorama parlamentario muy diferente al que se nos avecina. En cualquier caso eran años en los que la política era una actividad digna y noble. Se esté o no de acuerdo ideológicamente con ellos, hay que reconocer que los gobiernos de Suárez y González eran dignos de quitarse el sombrero ante la actual mediocridad de las dos últimas décadas salvo honrosas excepciones. Y lo mismo puede decirse de autonomías, diputaciones y municipios. El cambio ha sido absolutamente substancial.Siento decirlo, y dejo nuevamente la política europea, que a muy pocos les ha afectado o dolido la muerte de Isabel Carrasco y, aunque no había oído hablar de ella -lo confieso- y condene el asesinato a sangre fría, me ha impresionado la falta de dolor popular, ese puente en el que no hay flores, ni velas, ni mensajes, esos funerales en los que parecía que la causa de la muerte era algo natural y no tres tiros. Los políticos se han quedado petrificados ante la falta de dolor espontáneo. Nada tiene esto que ver con los atentados terroristas que conmovían al país, recuerda a los atentados anarquistas de comienzos del pasado siglo, pero el móvil -según parece- es un odio basado en una ruptura de clientelismos. Más de uno justificará de este modo el asesinato. Para intentar movilizar las masas se ha creado esa caza de brujas de adolescentes en las redes sociales que no son más que chivos expiatorios. ¿Que saben ellos del sistema? PP y PSOE has visto las orejas al lobo, se han asustado, no esperaban esta falta de reacción popular y además de hacer esta campaña mediática de las detenciones de pobres niños, han soltado las píldoras del posible futuro gobierno de concentración (de coalición lo llaman ellos) para asustar al personal y que les acaben votando para que eso no suceda, pero si esas son sus verdaderas intenciones (y si lo ha dicho el cabeza de lista del PP y un gurú del PSOE como Felipe González será porque algo de realidad hay o ambos partidos han pagado a la misma empresa para que les lleve la campaña) qué sentido tiene votar a unos o a otros si al final gobernarán juntos aunque digan que son distintos. Hace años que necsitamos pactos de estado en educación, sanidad, justicia, modelo estatal, reforma de sistema y no se ha llegado a un acuerdo. Ahora que ven las orejas al lobo se unen... Yo lo sigo proclamando, el capitalismo liberal burgués es desordenadamente inhumano, creador de ilusiones y verdugo de víctimas inocentes, asesino de honrados trabajadores a los que mata de hambre sometiéndolos a la condena de las hipotecas, que son peores que cadenas perpetuas, de los créditos personales para adquirir supefluosidades o para seguir enroscados en la espiral sin fin del sistema bancario que todo domina. La muerte de Isabel Carrasco tiene un análisis largo y no es el momento de hacerlo en caliente.Vuelvo a Europa, raptada por ese toro cuyo aliento tiene aromas de azafrán. Por enésima vez repito que no sé qué hacemos en Europa, creo en el Mediterráneo, en las penínsulas, en el Próximo Oriente, en el Magreb, en ese lago en que nacieron civilizaciones y que expandimos hacia las estepas de Asia, hacia el Indostán, hacia África y las Américas. Creo en ese hombre mediterráneo, crisol de razas y fuerzas, nacido de cultos que se pierden en la noche del misterio, que transciende una vez y otra. Ese hombre que debe luchas contra este sistema y contra esta Europa impuesta y antinatural. Si alguna vez me pierdo buscadme en los desiertos estudiando libros perdidos, no entre las nieves deglutiendo arenques. No os daré mucho más la tabarra. El domingo voy a ir a votar, y cómo veis ninguno me convence. El voto en blanco es algo que ni me planteo, porque no entiendo por qué se lo tiene que llevar el vencedor, el nulo me tienta (en alguna ocasión he introducido en los sobres cosas realmente surrealistas) pero por una vez en la vida he otorgado mi confianza a las tecnologías. En Facebook varios contactos habían hecho el test sobre a quién votar en las europeas. Nunca he sido amigo de tests, porque me han dado siempre la impresión de que uno podía alterarlos a voluntad y dar el resultado que le pareciera oportuno. Esto naturalmente entendido a tests tipo los del Cosmopolitan, no los elaborados con una metodología científica. Pues hete aquí que yo me esperaba que el resultado que me daría sería el de algún partido de los que he mencionado y en vez de eso no, me dice que debo votar a Recortes Cero. Jamás en mi vida había oído hablar de ellos, hago la búsque en Google y me encuentro con la página oficial. Resulta que han publicado un manifiesto a doble página en El País (que, confieso, desconocía) encabezado por Antonio López, Gordillo, Aute, mi imprescibdible Luis Antonio de Villena, y montones de personas del mundo de la cultura y de movimientos asociativos, ciudadanos, plataformas de electores... Pero al fin y al cabo un manifiesto es un manifiesto. Me leo el programa en treinta cuatro puntos perfectamente argumentados y con los que me identifico por completo. Lo decido. Voy a votar a Recortes Cero, no creo que saquen muchos votos (por el número de seguidores que tienen en Facebook, aunque nunca se sabe) pero el destino de la humanidad nunca estuvo en las masas... Por una vez la tecnología me ha resuelto un problema y me ha dado a conocer una opción que no conocía. No sé si su aliento olerá a azafrán, pero sus ideas traen aire fresco a esta cabeza necesitada de estímulos intelectuales y políticos. El próximo domingo ya tengo a quien votar.