Las actuales negociaciones de Bonn se están alejando peligrosamente de lo que se estableció en la Hoja de Ruta de Bali en 2007. Los países desarrollados, liderados por el Umbrella Group (EEUU, Canada, Australia, etc), están intentando desmantelar el régimen climático global para dirigirnos a un inquietante incremento de al menos 4ºC en la temperatura global del planeta.
Las negociaciones durante la última semana confirman los temores de que muchos países desarrollados han iniciado el proceso de desmantelamiento del actual régimen climático global, sustituyéndolo por un débil sistema de promesas basadas en 'contribuciones voluntarias'.
Un régimen voluntario no ofrece ninguna garantía de que los esfuerzos colectivos mundiales vayan a ser suficiente para frenar el cambio climático, como tampoco contempla que las contribuciones de los distintos países vaya a ser justa y adecuada.
Las negociaciones sobre el clima siguen fracasando. Ya perdimos la oportunidad en Copenhague, por lo que ahora, en Bonn, necesitamos urgentemente volver a la Hoja de Ruta de Bali.
¿Para qué Bali, entonces?
En la Hoja de Ruta de Bali -que comprende el Plan de Acción de AWG-LCA y el AWG-KP- se establece que el actual sistema de Partes, así como el compromiso con el Protocolo de Kioto, se mantendrían como las bases del régimen climático global.
En la Hoja de Ruta de Bali se acordó lo siguiente:
• Que las negociaciones en el marco del Protocolo de Kioto continuarían, y que las Partes del Anexo I del PK adoptarían un segundo período de compromisos que se inicia en 2013;
• Que los países desarrollados llevarían a cabo compromisos comparables bajo el marco de de AWG-LCA (incluyendo Estados Unidos, aún que no sea parte de Kioto), y
• Que a nivel nacional, los países en desarrollo se comprometerían a llevar a cabo acciones apropiadas de mitigación apropiadas con la ayuda financiera y tecnológica. Estas deberían poderse medir, reportar y verificar.
El trato consistía entonces, en mantener las normas vigentes – incluyendo disposiciones claras en materia de transparencia y el cumplimiento del Protocolo de Kioto – así como incrementar el nivel de compromiso de otros países (incluyendo por supuesto a los Estados Unidos).
Así que en lugar de ceñirse al plan, parece que ahora muchos de los países desarrollados tienen la intención de hundir el Protocolo de Kioto y abandonar el barco fundamentado en el proceso de AWG-LCA.
Liderado por los Estados Unidos (que propone un "nuevo paradigma para la diplomacia en el clima"), se está intentando alterar el pacto fundamental del régimen climático, y así evitar sus respectivos compromisos de mitigación y transparencia.
En la próxima parte se hará un análisis de Bonn-II centrado en el Protocolo de Kioto y las lagunas legales por parte de la sociedad civil.