Expediente OVNI

He querido dar título a este artículo con el nombre de un interesante programa del canal discovery max, en el que cada semana se analizan desde diferentes perspectivas la posible existencia de vida extraterrestre, así como su supuesta influencia en nuestras vidas y en la del planeta Tierra.

Lo cierto es que se ha escrito mucho sobre OVNIs, aliens y los vestigios de sus visitas en el pasado, incluso hay quien asegura que en realidad ya viven entre nosotros, nos dirigen o nos ayudan en nuestro desarrollo.

Realmente no sería descabellado el pensar que pudiesen existir otras formas de vida en la inmensidad del universo, de hecho en mi humilde opinión lo descabellado es pensar realmente que somos los únicos. Sin embargo, hay un aspecto interesante desde el punto de vista psicológico en todo este asunto, y es precisamente dicho aspecto el que hoy quiero compartir con vosotros.

Si nos detenemos un instante a observar la forma en que los humanos abordamos la existencia de vida extraterrestre, nos damos cuenta de que en la mayoría de las ocasiones no es sino una extensión más de la manera que tenemos de vernos a nosotros mismos, así como una ampliación de nuestras propias expectativas y formas de ver la vida. Por ejemplo, si nos fijamos en lo que el cine nos aporta, los imaginamos con una forma física bastante parecida a la nuestra (cabeza, tronco y extremidades), vemos en ellos una actitud conquistadora y amenazante, planteando que más pronto que tarde vendrán a la Tierra a por recursos, o incluso pensamos que ya nos gobiernan desde dentro y que pronto se revelarán. ¿Os suena todo esto?

Volviendo a lo que comentaba anteriormente, no me cabe duda de que formas de vida distintas a la nuestra han de existir, sin embargo dudo que forzosamente hayan de ser como casi todos tenemos en mente: como una versión un poco más fea y diminuta que la nuestra. De hecho, no sería de extrañar que en realidad fuesen de tipo bacteriano o microbiológico, o incluso con un ADN o morfología totalmente inasumible para nuestra conciencia.

Desde mi punto de vista esto es interesante, pues como seres humanos sólo podemos imaginar aquello que hemos visto, o al menos algo que se le asemeje por asociación. De hecho se habla de que los indios nativos tuvieron serias dificultades para ver los barcos de Colón que se acercaban a sus tierras, pues jamás habían visto uno ni sabían que eso pudiera existir.

En resumidas cuentas, existan o no existan los alienígenas, tengan la forma que tengan y sean cuales sean sus intenciones, jamás lograremos que nuestra perspectiva al respecto deje de estar sesgada por las construcciones mentales que ya tenemos. ¿Realmente los extraterrestres, de existir, habrían de ser tan egoístas y centrados en lo material como nosotros? Realmente lo dudo.

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