Vista de la exposición . Vía MNCARS
Traemos a la Despensa la reseña de una interesante exposición temporal en el Museo Centro de Arte Reina Sofía de Madrid llamada Un saber realmente útil ( que estará abierta hasta el próximo 9 de febrero) en la que a través de obras de pintura, fotografía, vídeo, murales e instalaciones de una treintena de artistas se propone reflexionar sobre los nuevos modos de aprendizaje y enseñanza recíprocos. Esta muestra se engloba en el marco del proyecto “Los usos del arte“ de la red de museos europeos L’Internationale.
Acciones públicas para saberes realmente útiles. Diego de Pozo, Susurradoras, 2014
Interesante evidentemente desde el punto de vista educativo porque bajo el enunciado ¿Por qué es útil aprender juntos? se propone, como leemos en su programa, “un itinerario abierto que recorre algunas de las iniciativas presentes en la muestra cuyo denominador común es la voluntad de generar espacios de encuentro entre el arte y la educación formal y no formal que propicien procesos de co-aprendizaje, sin hacer distinción entre enseñantes y enseñados. Así, el sentido del aprendizaje parte de una conciencia colectiva de los espacios, los bienes y los saberes que dé lugar a nuevas formas de politización de la vida en común”.
En la web del Reina Sofía presentan y argumentan así esta exposición (cita textual):
“La noción de un “saber realmente útil” surge a principios del siglo XIX junto con la conciencia obrera acerca de una necesidad de auto-educación. En las décadas de 1820 y 1830, las organizaciones obreras del Reino Unido introdujeron esta frase para describir un cuerpo de saberes que abarcaba varias disciplinas “no prácticas” tales como la política, la economía y la filosofía, en oposición a los “saberes útiles” pregonados por los patronos, quienes tiempo antes empezaron a aumentar la inversión en el avance de sus empresas a través de la financiación de la educación de los obreros en habilidades y disciplinas “pertinentes” como la ingeniería, la física, la química o las matemáticas. En esta referencia a las olvidadas luchas de clase del capitalismo temprano, el título de la exposición sugiere una indagación en un “saber realmente útil” desde una perspectiva contemporánea.”
La muestra intenta posicionar la noción de pedagogía crítica como un elemento crucial en las luchas colectivas, así como investigar la tensión entre la emancipación individual y la emancipación social a través de la educación, en ejemplos tanto históricos como actuales, y su relación con formas organizativas capaces de liderar una resistencia unificada a la reproducción del capital. Al hacerlo, la exposición insiste en el uso colectivo de recursos, acciones y experimentos públicos, bien olvidados o bajo amenaza de erradicación, tomando el museo como lugar pedagógico dedicado al análisis de formas artísticas interconectadas con relaciones sociales reales o deseadas.
Esta idea de la construcción colectiva de un conocimiento útil a través de redes y utilizando las artes como vehículo de indagación en las identidades locales, la hemos intentado llevar a a la practica en distintos proyectos colaborativos en nuestras enseñanzas artísticas como el Museo Imaginario o en tareas individuales como “En busca del arte popular andaluz” donde el alumnado de Dibujo Artístico debía indagar y reflexionar sobre las prácticas artesanales de su zona o localidad a través de distintos formatos extra-artísticos donde incluso se planteaba la entrevista, el trabajo de campo de antropología o la investigación periodística como recurso, propiciando al final la reflexión y la crítica, así como un acercamiento a determinados aspectos de su propia cultura intentando dar respuestas a cuestiones tales como ¿De qué forma ha cambiado tu percepción del arte popular y la artesanía tras esta tarea ?¿Qué has descubierto o te ha sorprendido mientras la realizabas? ¿Algo que te haya llamado poderosamente la atención?, ¿Qué importancia crees que tiene el dibujo en la formación y aprendizaje de los artesanos? o ¿Qué es lo que- según tú- diferencia al arte popular del arte, digamos, culto?
En Pinterest ( por ejemplo este trabajo de Héctor) y otras redes sociales o herramientas de la web social se recogieron algunos de aquellos proyectos del alumnado junto a sus memorias y reflexiones, como la de Manuel Pérez Durán en el pasado curso, que aparece resumida en el texto que sigue a su presentación, los frutos de su investigación y posterior reflexión sobre la artesanía granaína.
Con la elaboración de esta tarea, me he dado cuenta de que tenemos que procurar, cueste lo que cueste, no perder labores artesanas como la anea, la taracea, la fajalauza, etc. Son señas de identidad de nuestra cultura. Cuentan nuestra historia y deben seguir haciéndolo, pase el tiempo que pase.
La realización de esta tarea me ha servido para conocer un poco más profundamente algunos de los oficios artesanos más bonitos de la provincia de Granada. Me he sorprendido, por ejemplo, del arduo trabajo que supone crear una obra en taracea. O, profundizando en la cerámica de fajalauza, he descubierto cual es el color original de dicha cerámica, ya que hoy en día, existen numeras tonalidades de colores en este tipo de azulejería y cerámica.
Poniendo de ejemplo artesanías como la taracea, sería imposible realizar dicho trabajo sin un dibujo o diseño previo. Esta artesanía se caracteriza por el encastrado de piezas de diferente origen, por lo que previamente se tienen que haber preparado y pulido. Si no hubiera un diseño previo, sería imposible elaborar las obras de arte que podemos ver hoy en día.
La principal diferencia del arte popular con el resto de expresiones artísticas es que nace de labores cotidianas del día a día. Con el esparto, se hacían canastas, serones, capachas, etc. La cerámica de fajaluza se utilizaba principalmente para elaborar vasijas que se utilizaban en el día a día. Es un arte que nace de la necesidad del pueblo por crear utensilios para mejorar su “calidad de vida”.
Como ya he dicho antes, hay oficios artesanos que tienen poco o ningún sentido en la actualidad. Con la aparición del plástico, nadie “echa culos de anea” a las sillas. Igual pasa con la taracea, es un tipo de artesanía que tiene un público muy especifico. Hoy en día, casi nadie utiliza ya este tipo de utensilios, si no es para adornar.
En esta tarea he intentado reflejar los tipo de arte más populares de la provincia de Granada. He querido introducir el labrado de palmas blancas para el Domingo de Ramos, porque mi madre participa en uno de los talleres que las realizan en Montefrío. En la elaboración de las palmas de este año, han sido numerosos medíos de comunicación los que se han interesado por este tipo de arte, más contando con que son personas mayores y sin ninguna formación previa.
El resultado obtenido en la tarea ha sido bastante satisfactorio. Creo que he conseguido plasmar los tipos de arte popular granadino, y andaluz, más representativos.