Revista Cultura y Ocio
Las expresiones vocativas se utilizan para dirigirse a alguien del cual se espera una respuesta o alguna reacción.
Los vocativos pueden ser pronombres personales, nombres propios de persona, profesiones o títulos. Se emplean para saludar (¡Buenos días, Juan!), para llamar la atención (¡Eh, ustedes!), para disculparse (¡Perdone, señora!), para ordenar (¡Come, hijo!).
Muchas veces, los vocativos acompañan a las interjecciones (¡Hola, María!), a los imperativos (Haz la tarea, Carmen) y a las preguntas (¿Vamos, amiga?).
La coma que acompaña a estas expresiones es la coma vocativa. Generalmente esta coma no se refleja en la lectura, pero las expresiones vocativas se escriben con coma.