Revista Cine

Factual: Cine en las aulas

Publicado el 24 mayo 2012 por Fimin

24 de Mayo del 2012 | etiquetas: Factual, En las aulas, Manel Carrasco  Compartir

El martes pasado, profesores y alumnos de toda España se pusieron de acuerdo en una cosa: Ese día no tocaba clase. La huelga se extendió a todos los rincones de la península, yse tradujo en manifestaciones que se hicieron oír en las calles y en los campus universitarios. Una vez pasada la jornada reivindicativa, ni que decir tiene que ya ha empezado el habitual baile de cifras entre gobierno y sindicatos, tan dispares que da por pensar que alguien se durmió en clase de matemáticas.Lo que sí que parece claro es el motivo de la protesta. Recortes, subidas de tasas, reducción de la inversión pública? Tiempos de crisis.

Las aulas son terreno abonado para el cine. Entre sus paredes laten aquellos elementos que proporcionan un material de primera para construir historias potentes, donde losgrandes temas que marcan nuestra la narrativa se colocan bajo el prisma de los más jóvenes.No es extraño que la literatura, el teatro o la música se hayan fijado en este mundo. No lo es tampoco que lo haya hecho el séptimo arte. Hay títulos a patadas, algunos de ellos dignos de estar en un museo. Vamos a repasar unos pocos, y lo haremos al modo clásico, siguiendo el esquema de esas notas con que nos alegraban el día (poco) o nos lo amargaban (mucho) al final de cada trimestre:

La clase (Laurent Cantet, 2008)

Conceptos: François es un joven profesor que cree en el debate y la discusión como motores de la enseñanza. En las clases, en las reuniones del consejo escolar, o en la sala de profesores, la vida pasa en un instituto de un suburbio parisino. Es una realidad multicultural, marcada por la efervescencia de la época adolescente, donde la sintonía entre el profesor y los alumnos parece total. Pero un día François mete la pata, y deberá lidiar con el enfado de sus estudiantes.

Procedimientos: Cantet tira de la mejor tradición humanista del cine francés, apoyado en el tono semidocumental, el rigor en el tratamiento de los personajes y el retrato de la cotidianidad del instituto. François Bégaudeau, profesor y novelista, escribe el relato original, el guión de la película y se interpreta a sí mismo en el rol principal. Tres en uno.

Actitud: Laurent Cantet ya tenía la etiqueta de ?joven cineasta a seguir? cuando se presentó en Cannes con este proyecto.  Lo que pocos imaginaban es que llegaría al extremo de cautivar al jurado que presidía Sean Penn, que se rindió a todas sus virtudes. Resultado: La Palma de oro, el premio máximo, inauguró la ristra de reconocimientos y nominaciones que cosechó una de las grandes sensaciones del año. Imprescindible en cualquier selección del cine europeo más reciente.

Buda explotó por vergüenza (Hana Makhmalbaf, 2007)

Conceptos: En el año 2001, el gobierno de los talibanes afganos destruyó las grandes estatuas de piedra de los Budas de Bamiyan, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Baktay es una niña que vive a la sombra de lo que queda de ellas, en una comunidad rural donde nacer mujer no te pone las cosas fáciles. Su empeño por aprender el alfabeto choca con las creencias tradicionales, que la marginan por su género. Pero Baktay es perseverante, y decide enfrentarse con el coraje de la infancia a los problemas para que la acepten en la escuela, a las duras condiciones de vida de la región y a los juegos denigrantes de sus compañeros, que juegan a la guerra entre talibanes y norteamericanos. La pequeña Baktay solo quiere aprender, y los obstáculos no la van a parar.

Procedimientos: Hana Makhmalbaf es la benjamina de uno de los clanes más respetados del cine iraní. Se puede decir que nació con una cámara, con el descaro y el talento de los mejores cineastas precoces. En su debut en el largometraje plantea un relato de denuncia sobre la condición de la mujer en Afganistán, rodado con estilo realista y muy influido (positivamente) por los trabajos de su padre Mohsen y su hermanaSamira. El tesón con el que acompaña a la protagonista en todo momento, logrando que el espectador se meta en el asfixiante universo que retrata, solo es comparable a la determinación de la propia Baktay.

Actitud: Buda explotó por vergüenza contribuyó a dar voz a una realidad que llevaba años silenciada, cegada por la represión y la ausencia de medios de comunicación. La película de Makhmalbaf se introduce en un país donde la guerra y la dictadura talibán aún resuenan. Sensible y contundente, sobria y terrorífica, es una de esas cintas que se quedan ancladas en la memoria. Así lo debieron ver en los festivales de Berlín y de San Sebastián, donde cosechó diversos premios que facilitaron su posterior repercusión internacional.

Factual: Cine en las aulas

Brick (Rian Johnson, 2006)

Conceptos: Brendan es un adolescente de instituto tan rematadamente inteligente como asocial. Sus amigos se cuentan con los dedos de una mano, y la fauna de personajes del sur de California no ayuda mucho. Claro que a él todo eso le da igual. Lo único que Brendan quiere es descubrir el paradero de su exnovia Emily, desaparecida desde hace unos días. Su investigación le llevará a un viaje lleno de giros inesperados y peligrosos, en los que encontrará a algún aliado inesperado y a más de un enemigo temible.

Procedimientos: Rian Johnson se dio a conocer con un relato detectivesco insólito en forma y fondo. Las aventuras de Brendan beben de la mejor tradición delnoir norteamericano, pero su personalidad arisca y su tranquila soberbia nos recuerda al mismísimo Sherlock Holmes. Johnson se la juega a lo grande, con diálogos bien trabados y silencios en los que el tiempo parece detenerse como en los mejores spaghetti westerns. Toda la narración parece irreal, como si asistiéramos a un sueño donde los hechos se desarrollan y explotan en sordina. Pero el entramado de secretos y chanchullos que relata es muy potente y si entramos en la historia descubriremos a un cineasta ingenioso que se lo pasa en grande con una historia muy divertida, pausada, original y clásica al mismo tiempo.

Actitud: Sorpresón del cine indie norteamericano, Brick cosechó elogios en todo el circuito de festivales independientes. Joseph Gordon-Levitt constató los buenos augurios depositados en su carrera (con el pelo largo como en esta película? ¿soy el único quepiensa automáticamente en HeathLedger?) y su encarnación del imperturbable Brandon encaja a la perfección en los planes de Rian Johnson. Pocas veces como aquí el instituto se pareció tanto a las calles de la jungla de asfalto más estereotipada. Si hasta parece que Edward G. Robinson o Humphrey Bogart vayan a aparecer en cualquier momento, vestidos con chándal o en pantalón corto?.

Los niños del barrio rojo (ZanaBriski y Ross Kauffman, 2004)

Conceptos: ZanaBriski es una fotógrafa inglesa que, a principios del siglo XXI, se fue a Calcuta con la idea de fotografiar el mundo de la prostitución que bulle en su barrio rojo. Pronto se dio cuenta de que la única manera de acercarse a sus objetivos era convertirse en una presencia habitual, y para ello se instaló en la zona. Pero el contacto constante con los niños del barrio la llevó a idear un plan: dar cámaras de fotos a los más pequeños, para que retrataran su mundo desde dentro. Si ellos no tenían posibilidad de ser escolarizados, al menos recibirían el aprendizaje de un oficio artístico. Y hasta podía ser que las fotos despertaran el interés de aquellos capaces de facilitarles una educación en condiciones.

Procedimientos: ZanaBriski es el testimonio occidental de una realidad terrible, y el elemento activo que se vale de sus propias armas para mejorar un poco la vida de los niños que la rodean. A través de sus ojos seguimos  a una galería de personajes que descubren el arte de la fotografía, sus técnicas y sus secretos. Algunos están más capacitados que otros, uno de ellos tiene un talento notable, pero todos muestran el mundo que les toca vivir y del que solo al mando de una cámara encuentran un escape.

Actitud: Uno de los documentales de su año, galardonado con el premio del Festival de Sundance y el Oscar en su categoría. Briski y Kauffman hablan de la enseñanza como salvavidas contra la marginación, y del arte como el grito que puede poner en el mapa a los más invisibles. El espectador se encariña con los personajes, se siente atrapado por sus historias y sigue el desarrollo de sus peripecias con el interés y el suspense de una buena ficción. Al final, puede que estos niños logren la escolarización tan deseada, pero la realidad golpea con fuerza, pone las cosas difíciles, y da aún más importancia a documentales como éste.

Ser y Tener (Nicholas Philibert, 2002)

Conceptos: Georges Lopez es el profesor de una escuela rural francesa, donde los niños de toda la zona están mezclados al margen de sus edades. A lo largo de un curso entero, NicolasPhilibert y su equipo se convierten en presencias invisibles en la clase, y acompañan a los niños en la cotidianidad del transporte escolar, las asignaturas, los juegos en el patio, las broncas del profesor y los momentos de auténtica sintonía de la pequeña comunidad. El aprendizaje vital de la primera escuela  cobra toda su fuerza.

Procedimientos: NicolasPhilibert ya era un documentalista reputado en Francia cuando abordó el proyecto. Durante un año, el equipo técnico de la película se convirtió en una presencia constante en la clase de GerogesLopez, hasta lograr que los niños los integraran en su entorno y actuaran con la mayor naturalidad posible. En la pantalla desfila una galería de personajes inolvidables, impensables incluso para el mejor de los cástings, donde se desgranan todos los comportamientos propios de la infancia, pero también los motivos que los justifican, el entorno que los determina y la influencia impagable de la figura del profesor.

Actitud: El documental de su año, rodado con mimo y recibido con auténtico entusiasmo por espectadores de medio mundo. La naturalidad y el encanto de Jojo o de Nathalie desarmaron a la audiencia, ávida de saber más de algo tan común y anodino como la vida misma. Eso sí, un pedazo de vida contado con talento, delicadeza y una empatía pocas veces vista.Ser y tener es una reivindicación de la infancia, del papel de la escuela y del profesor en la forja de la identidad personal, de la vida de los pequeños y de sus padres. Eso sí, mucho mejor verla en versión original, lo que dicen y cómo lo cuentan no se puede impostar. Cuesta olvidar a sus protagonistas, y es mucho más difícil no sentirse identificado con ellos. Sobre la pantalla, todos reconocemos algo muy íntimo, bien anclado nuestro interior: la propia infancia.


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