Según pudimos leer hace unos días en El Mundo, el pasado día 24 de abril falleció de un infarto el director vasco Aitzol Aramaio, en su domicilio de Ondarroa, donde disfrutaba de unos días de vacaciones con su familia. Con tan solo 40 años y padre de una niña de tres años, se trataba de una promesa de nuestro cine.
Comenzó su carrera produciendo videos musicales para grupos de la talla de Mikel Laboa y Platero y Tú. Posteriormente rodó el cortometraje Terminal, con el que consiguió un gran éxito nacional e internacional, siendo premiado en los festivales de cine de Venecia y Berlín.
En 2008 dirigió la película Un poco de chocolate, adaptación cinematográfica de la la popular novela Un tranvía en SP, de Unai Elorriaga, en la que participaron Héctor Alterio, Daniel Brühl y Barbara Goenaga.
Precisamente el escritor destacó en Radio Euskadi, la calidad humana de Aramaio, su pasión por el cine y la capacidad para implicar en su proyecto, ópera prima en formato largo, a actores de mucho prestigio.
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