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Falsa mística bloguera

Publicado el 11 junio 2013 por Molinos @molinos1282

FALSA MÍSTICA BLOGUERA



Como ser mejor bloguer. Como tener el perfecto blog. Como vivir de tu blog. Cómo conseguir más visitas. Posicionamiento SEOHerramientas de optimización

Bla bla bla.
Mucha tonteria. Muchísima.
Tener un blog es mucho trabajo. Pues déjalo.Tener un blog es muy sacrificado. Pues déjalo. Tener un blog es dedicarle muchas horas...Cierto, pero si no se las quiere dedicar déjalo.
Tener un blog (excluídos los profesionales) es como salir a correr o ir a nadar. Ni más ni menos. No hay ninguna necesidad vital, ni es obligatorio, ni se lo debes a la humanidad.
Hay que tener un blog porque te apetece tenerlo, porque lo disfrutas y porque a través de él has conseguido encauzar una pasión o un interés, explicar unos conocimientos, darlos a conocer, compartir unas experiencias, ordenar tus ideas, mostrar tus relatos o dar rienda suelta a tu autocompasión cuando te han roto el corazón. Cualquier motivación puede ser buena para intentar expresarla en un blog y ver si ese experimento te sirve para algo. Te sirve a ti, a ti como persona con dos manitas que escribe..no a la humanidad ni a nadie más.
Un blog debe empezarse porque te apetece, por probar, por curiosidad. “ A ver qué es esto”.  Lo suyo es ir poco a poco. Empezar eligiendo de qué quieres escribir, o colgar o contar,  probando cómo escribirlo, como mostrarlo, como contarlo, haciendo pruebas y sencillamente practicando.  Un día sí, otro no, dos días si, 3 días no. Hacerlo cuando te apetece. No hay que meterse presión pensando cuánta gente te va a leer, porque no te va a leer ni el tato.
No hay que pensar ¿Qué puedo escribir para que me lea mucha gente? Eso es tan absurdo como empezar a correr y pensar ¿Qué carrera puedo correr que vaya a ganar? NINGUNA. Pues exactamente lo mismo con el blog. No hay que pensar ¿Qué puedo escribir que traiga hordas de lectores a mi blog? Porque no hay nada ( exceptuando sexo salvaje bien escrito y bastante explícito o reyerta política bien escrita y bastante explícita) que vaya a traerte hordas de lectores a tu blog. Estoy pensando que incluso escribiendo de sexo y política habría que ser muy muy original para conseguir lectores al comenzar un blog.
Igual que un día decides ponerte las zapatillas o el gorro y las gafas y te lanzas a correr o nadar para ver si te mola...exactamente lo mismo pasa con empezar un blog. No tiene más misterio.
Tener un blog da mucho trabajo, hay que dedicarle muchas horas.
Pues bueno, pues depende. ¿De qué estamos hablando? Trabajo es levantarse por la mañana y pirarte a enseñar a niños, a echar cables, a regular el tráfico, a dirigir una empresa, a picar datos, a responder llamadas, a investigar o a arreglar coches...eso es trabajo. El trabajo es algo que no se puede dejar cuando quieras, al que tienes que ir más o menos en un horario y en el que tienes que cumplir unos objetivos.
El blog puedes dejarlo cuando quieras. Si le haces caso y te dedicas a él, es muy agradecido, pero si no tienes tiempo, no te apetece, no encuentras el momento, te has echado un novio que absorbe todo tu tiempo, prefieres dedicar las  horas a leer, dormir o incluso prepararte un maratón, el blog no se cabrea ni hace nada.
Un blog no es “trabajo”. Es dedicación, pero exactamente la misma que si decides salir a correr o a nadar. Obviamente si quieres prepararte una maratón tendrás que dedicarle más tiempo, pero lo haces encantado de la vida porque es lo que te apetece hacer. Y si no te apetece y lo haces...entonces no lloriquees.
Tener un blog debe ser algo tremendamente egoísta. Hay que hacerlo porque a uno le mole hacerlo y las horas que le dedique le supongan tanta satisfacción que no quiera dejarlo. El blog debe ser para uno mismo. No quiero decir con esto que no mole que te lean, te comenten, te enlacen y las mil cosas añadidas que pueden venir, por supuesto que molan. Es como si corres o nadas o haces punto de cruz...si ganas una carrera, atraviesas el canal de la mancha o te dan un trofeo a la alfombra más molona pues vas a dar palmas con las orejas...pero si no consigues nada de eso, no pasa nada, no hay porqué dejar de hacerlo. La satisfacción por haber corrido la carrera, nadado como un perro o haber sido capaz de tejer la alfombra está ahí, lo has conseguido.
Tener un blog es exactamente lo mismo. La satisfacción máxima tiene que dártela el hecho de que se te ocurra un post, una idea, sentarte a escribirla y conseguir que el resultado se ajuste lo más posible a lo que habías imaginado. Darle a publicar y sonreír feliz y satisfecho ( más o menos satisfecho según el día) Ese tiene que ser el mejor momento.
Después puede que lleguen las visitas,  los comentarios y la repercusión...y molará. Pero si no llegan dará igual, porque tú puedes al día siguiente o cuando quieras volver a disfrutar del gusanillo de la duda ¿se me ocurrirá algo?, encontrar la inspiración y  escribir algo, compartir algo y disfrutarlo.
Hay miles de articulos, consejos, decálogos sobre como tener un blog y conseguir muchas visitas. Hay trucos para conseguir que tu blog salga entre los primeros resultados de google. “Aprende posicionamiento SEO”, “como conseguir un blog de éxito”...etc. Todo eso arruina la gracia de tener un blog. Supongo que esos trucos funcionan, los cuentan gurús de las redes, listos superlistos...pero en mi opinión obsesionarse con eso es arruinarse el placer y la experiencia de tener un blog.  Puedes conseguir visitas sí, pero ¿qué son visitas? ¿es gente que te lee? Los lectores de un blog no son “visitas”, es gente que llegó de alguna manera, probablemente brujuleando por la red y algo de lo que leyó en el blog le moló, le moló tanto que siguió leyendo, que decidió apuntarlo en favoritos y que vuelve de vez en cuando a ver si hay algo nuevo.
En la vida real las visitas son incómodas, no son de confianza. En un blog puede pasar lo mismo...¿para qué quieres un pico de tropecientas mil visitas provocadas porque has puesto en el título del post “tanga, picha, urdangarin” o cualquier otra combinación mágica de palabras? Siempre será mejor conseguir gente que llegue de casualidad, como los amigos en la vida  y al que le guste lo que haces...y vuelva cada día a ver qué vas a contar.
Para conseguir visitas hay mil trucos, para conseguir lectores sólo hay uno: disfrutar tu blog.
Disfrutarlo tanto que te entusiasme, que te de la vida. Lo que convierte a las “visitas” en lectores es lo que cuentes y como lo cuentes, no los trucos. Es el hecho de que transmitas ese entusiasmo y ese “vivir el blog”  lo que convierte a las visitas en lectores...y con el tiempo a los lectores en amigos.  
Disfrutar tu blog puede significar echarle mil horas, sufrir como un perro escribiendo los posts, quitarte horas de dormir para documentarte o buscar información o dejar una entrada perfecta...pero TE ENCANTA HACERLO. No hay necesidad de venderlo como una tarea de titanes, como algo complejo y esforzado, algo sacrificado y trabajoso para que sea valorado.
Todos esos artículos llenos de trucos para conseguir un blog de éxito, consejos para hacer que las marcas se fijen en ti,  sobre la frecuencia de publicación y la hora correcta, decálogos sobre cómo vivir de un blog, posicionamientos SEO y demás zarandajas no hacen más que enturbiar y ensuciar la maravillosa magia de tener un blog.
Tener un blog es algo al alcance de cualquiera. Conseguir disfrutarlo y entusiasmarse con ello también.
No seamos egoístas, no nos hagamos los interesantes, no nos hagamos los gurús y los intensos con la mística bloguera: tener un blog es una experiencia maravillosa y es para todos.

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