De los padres hablaré otro día porque hoy tenía pensado hablar de la lesión de Riquelme pero ya me fui, como dice el chino del supermercado, para el lado de las tomates. Los chinos, los paraguayos, y los periodistas de C5N, sufren de disforia de género en los artículos. Las tomates, los zanahorias, la sacapuntas, el guitarra, la presidente. Y cuando se topan con una construcción donde el artículo es bisexual, proceden a hacerse la harakiri.
En fin, quería hablar acerca de la lesión que aqueja a Riquelme,
En el caso de Riquelme y del portero de mi edificio, la inflamación se genera en la planta del pie. No se sabe porqué es Plantar y no Plantal. Será porque es una lesión que deja plantado al resto del plantel. Es curioso que a un conjunto de personas que conforman un grupo se le denominara Plantel, parece más una oferta de Telefónica. La cuestión es que, largos años de estudio y de experiencia en la revisión de casos similares me permiten afirmarlo, se trata de una lesión dolorosa. Y en este caso está en comorbilidad con un desgarro en el gemelo.
Tengo la impresión de que la lesión se debe a sostener demasiado peso durante largos períodos, y Riquelme se ha caracterizado a lo largo de su carrera por haber aguantado la pelota mientras cuatro o cinco rivales se colgaban de él. Cuántas copas tiene Boca gracias a que Riquelme defendió solito todo lo que no podían defender los demás. En el Villarreal también solía hacer lo mismo. Es una lesión que también puede surgir por tener el pie plano o por correr en superficies desiguales. En el caso de Riquelme, creo yo, ha de ser crónica asintomática que se resiente cada un tiempo. Revisando el estado del césped del Diego Armando Maradona (estadio de Argentinos Juniors) no resultará raro que la lesión de Riquelme se hiciera presente en forma reiterada. Pero son puras especulaciones de una mente perturbada.
Lo importante