La corrección de textos es una actividad que muchas veces se aprende de la experiencia o a través de cursos. Aunque existen carreras de corrección en algunos países de habla hispana, son muchos los profesionales de distintas disciplinas que se dedican a ello, cada quién dentro de su campo.
Todo esto ayuda a enriquecer el área, pero al mismo tiempo puede ser una desventaja. A menudo es evidente la carencia de un proceso estándar en la corrección, lo que puede llevar a errores y confusiones con los clientes. Además, la falta de un proceso también alarga la duración del mismo.
Veamos cuáles son las fases principales del proceso de corrección:
Lo primero, antes de empezar a corregir, es darle una lectura rápida al texto para conocer a qué nos enfrentamos. En esta fase analizaremos el nivel de ortografía y redacción, para así establecer parámetros como los costes y la duración del proceso. También prestaremos atención a los términos especializados, para irnos documentando de ser necesario.
En una primera corrección ajustaremos la ortografía, principalmente los errores de acentuación. También prestamos atención a la puntuación del texto, sobre todo al exceso de comas que entorpece su comprensión. Del mismo modo, atendemos la correcta escritura de las palabras, el uso de otros signos de puntuación, abreviaturas, siglas y mayúsculas.
La segunda corrección se puede realizar de inmediato y en ella se revisa la gramática y los vicios de redacción. Prestaremos atención a las faltas de concordancia en género y número, al correcto uso de los tiempos y formas verbales, al uso del gerundio y de las preposiciones. Además, revisaremos que las palabras hayan sido utilizadas acorde con su significado.
Durante la fase anterior, es posible que nos encontremos con partes del texto que se pueden mejorar. Esto atañe principalmente a la estructura de las oraciones, su extensión y al uso de sinónimos para no repetir palabras. Las sugerencias de este tipo deben señalarse en el texto para ser enviadas. Solo si el autor se aprueba, se realizarán esos cambios.
Después de que las erratas han sido corregidas, y las sugerencias, discutidas, es momento de una última lectura. En ella se ajustarán los detalles que hayan podido pasar desapercibidos en las anteriores revisiones. Esta última lectura debe realizarse en voz alta y tras un lapso de tiempo después de la lectura anterior.
Textos más largos y complejos podrían requerir de más lecturas y revisiones. También nos sucederá lo mismo con textos que poseen un alto grado de especialización. Las fases de un proceso de corrección pueden aumentar o disminuir, pero no debemos pasar por alto tres aspectos:
- La importancia de realizar varias lecturas.
- Se debe corregir primero la ortografía y luego la redacción.
- Las sugerencias deben ser aprobadas por el autor.
Si tomamos en cuenta todo esto, podremos realizar una corrección más ordenada y eficiente.
Eso es todo por ahora.
¡Un saludo!