Te felicito por debutar en el mismo año de 1956 en la gran pantalla con “Sailor beware” y en la pequeña con la serie “The adventures of Sir Lancelot”. Y por seguir de manera constante en ambos medios…
… hasta darte ya a conocer a través de tus dos primeros personajes importantes: el teniente Gonville Bromhead en la correctísima “Zulú” (1964) y el agente Harry Palmer en “Ipcress” (1965), personaje este último que volverías a interpretar más adelante en “Funeral en Berlín” (1966) y en “Un cerebro de un billón de dólares” (1967).
Te felicito, lo más efusivamente que puedas imaginar, por tu impecable, extraordinaria, magistral composición en “Alfie” (1966). Qué maravilla de película, qué maravilla de guión, qué maravilla de personaje… Y qué lujo de interpretación la tuya.
Por tu excelente Charlie Croker de “Un trabajo en Italia” (1969)…
… tu líder de escuadrón Canfield en “La batalla de Inglaterra” (1969), tu oficial Hearne en “Comando en el mar de China” (1970)…
… por tu capitán en la preciosa “El último valle” (1971) y por tu Jack Carter de “Asesino implacable” (1971).
Te felicito por tu espectacular Milo Tindle en “La huella” (1972). Y por formar aquí una de las más inteligentes parejas de personajes cinematográficos con ese otro monstruo llamado Laurence Olivier.
Por tu maravilloso Peachy Carnehan en “El hombre que pudo reinar” (1975). Y por formar aquí una de las más fabulosas parejas cinematográficas con ese otro elemento llamado Sean Connery.
Por tu coronel Steiner en “Ha llegado el águila” (1976) y por tu teniente coronel Vandeleur en “Un puente lejano” (1977)…
… por tu Sidney Cochran en la divertida “California Suite” (1978), junto a una espléndida Maggie Smith…
…por tu capitán John Colby en la genuina “Evasión o victoria” (1981)…
… y por tu Dr. Frank Bryant en “Educando a Rita” (1983), según cuentan, tu interpretación favorita de toda tu carrera, de la que te sientes más orgulloso. Y no es para menos.
Te felicito por tu también excepcional interpretación en “Lío en Río” (1984). Divertidísima, y cómo no siendo de Stanley Donen.
Y por tu impecable Elliot de “Hannah y sus hermanas” (1986), papel que parecía realmente escrito para ti.
Por tu otro Elliot de “Dulce libertad” (1986), junto a una guapísima Michelle Pfeiffer…
… por tu Sam Bulbeck en “La calle de la Media Luna” (1986), tu John Preston en “El cuarto protocolo” (1987) y tu Frank Jones en “La sombra del delator” (1987).
Por tu Inspector Jefe Abberline en el telefilm “Jack el destripador” y tu Sherlock Holmes en el largometraje “Sin pistas”, ambas de 1988.
Te felicito también por tu extraordinario Lloyd Fellowes en “¡Qué ruina de función!” (1992). Otra película redonda, otro guión de lujo… y otra interpretación memorable por tu parte.
Y por tu maravilloso Ebenezer Scrooge en “Los Teleñecos en Cuento de Navidad” (1992).
Por tu Ray Say en “Little voice” (1998) y tu Dr. Wilbur Larch en “Las normas de la casa de la sidra” (1999)…
… por tu Billy “Shiner” Simpson en “Shiner” (2000) y por tu intervención, en ese mismo año, en “Get carter” (remake de tu “Asesino implacable”) donde dabas vida a Cliff Brumby.
También te felicito por tu sensacional Thomas Fowler de “El americano impasible” (2002)…
… y por tu más que entrañable Garth en “El secreto de los McCann” (2003). Y por formar aquí una maravillosa pareja de hermanos con Robert Duvall. Vaya dos.
Por tu Alfred en “Batman begins” (2005) y, más adelante, en “El caballero oscuro” (2008) y “El caballero oscuro: la leyenda renace” (2012), tres títulos firmados por Christopher Nolan.
Por tu Robert Spritzel en “El hombre del tiempo” (2005) y tu Cutter en “El truco final (El prestigio)” (2006). Dos memorables interpretaciones tuyas como actor de reparto.
Te felicito además por atreverte a participar en “La huella” (2007), remake del genial clásico homónimo pero en esta ocasión haciendo el papel de Andrew Wyke y con Jude Law como Milo Tindle. Curiosamente, Jude había protagonizado en 2004 un remake de “Alfie”.
Por tu Miles en “Origen” (2010), de nuevo a las órdenes de Christopher Nolan…
… y por prestarles en 2011 tu voz a Lord Redbrick en “Gnomeo y Julieta” y a Finn McMissile en “Cars 2”.
Muchas felicidades por esos dos Oscar de la Academia como mejor actor secundario que bien mereciste por tus magníficas interpretaciones en “Hannah y sus hermanas” y “Las normas de la casa de la sidra”. Y por esas otras cuatro nominaciones como actor principal por “Alfie”, “La huella”, “Educando a Rita” y “El americano impasible”. ¿Por qué te dan el Oscar cuando apareces como actor secundario y no cuándo apareces como actor principal? Y voy más allá… ¿Cómo es que no te lo han dado por “La huella”? ¿Y por “Alfie”?
Muchísimas felicidades por ser así de grande y por llamarte en la vida real Maurice Joseph Micklewhite, sí, Micklewhite, como la ilustre tienda que aparece en “Los Teleñecos en Cuento de Navidad”.
Y, Michael, muy felices 80.