Revista Arte
Pobre Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia. A menos de un mes de cumplir un año de reinado y ya hay gente que además de los tratamientos oficiales de Su Majestad, Vuestra Majestad, Majestad, Augusto Señor y Señor le añaden "el breve", impulsados más por un deseo que por una realidad.Si se trata de tiempo y no de estatura como es conocido históricamente el rey de los francos Pipino el Breve con 137 cm de estatura; a Don Felipe hay que sumarle 60 cm más: con sus casi dos metros juega con ventaja respecto al franco.El caso es que en la vertiginosa evolución social y pacífica de estos últimos 40 años, la monarquía en España ha jugado un papel protagonista. Después de la etapa de dictadura se necesitaba y se buscaba estabilidad y se encontró en la figura de un rey que a pesar de sus meteduras de pata supo asentarse y acomodarse entre los españolitos. Don Juan Carlos fue el rey de nuestros padres y en general hasta los más republicanos se convirtieron al "juancarlismo".Y ahora en estos años diez (nadie habla de los años diez) camino del tercer milenio Don Felipe deberá saber buscar el sitio en la historia para que sus súbditos se sientan cómodos con el Jefe de Estado.Sin duda, desde la lejanía que da ser una persona normal de provincias (esto de normal podría ser discutible) Felipe "da el pego". Todo el mundo le califica como muy preparado y como una persona sensata y digna de ocupar un puesto que en origen le vino por ser "hijo varón legítimo de" pero que deberá certificar día a día ante los ojos atentos de un pueblo español ávido en sacar puntilla de donde no hay y poco entrenado en repúblicas.El tiempo dirá si Felipe es capaz de amortiguar con su soberana presencia los pitos futbolísticos de dos comunidades eternamente aspirantes a Estado. Pitos o silbidos en situaciones festivas que no terminan de refrendarse en la seriedad y legitimidad que dan las urnas.
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