Hoy os traigo un bajo que tuve hace unos años, el cual tiene una historia cuando lo compre, una mañana de sábado me disponía a entrar en una tienda de instrumentos a por un cable jack y lo vi colgado en la pared, se generó un amor a primera vista y el GAS me pudo, tras tener a mi pareja una hora y media esperándome en el coche, ya que estaba muy complicado aparcar, se vino a casa y por supuesto olvidé comprar el cable.
El bajo es un Fender Jazz Bass American Deluxe, del año 2007, con mástil y diapasón de arce, cuerpo de fresno y acabado en Sienna sunburst.
Cuerpo de 2 piezas con una veta preciosa. Mástil con un perfil muy comodo y fino. Un bajo muy ligero para lo que habitualmente estoy acostumbrado, lo que agradecí enormemente ya que tengo una lesión perenne en el hombro izquierdo para la cual el fisioterapeuta me recomienda dejar de tocar.
El american deluxe es un bajo activo con un previo de 3 bandas (graves, medios, agudos), los controles que tenemos en el bajo se corresponden a Volumen, Balance de pastillas, graves/agudos y medios. Para mi gusto le faltaba un control de tono como los fender pasivos.
El aspecto en general del bajo es muy bueno, buena construcción, los acabados estéticos muy bonitos, el bajo permite un ajuste bajísimo lo que te da mayor sensación de comfort al tocarlo, el logo de fender en acabado brillante metálico le da un toque muy elegante. El modelo American deluxe junto con los American Vintage son los modelos de más alta gama de la marca, (sin contar custom shop).
Una vez lo conectas saca un sonido brillante, claro, definido, pero le echo en falta la posibilidad de convertirlo en pasivo y un control de tono para buscar los sonidos clásicos de un jazz bass. Por otro lado el sonido en general para mi gusto peca de moderno, las frecuencias agudas no suenan naturales (siempre comparando con un bajo pasivo), lo cierto es que cuando lo compre me deje llevar por la estética y no tanto por el sonido. La primera impresión es muy buena, el problema viene cuando buscas sacarle distintos matices o sonidos para tocar varios estilos.
Por otra parte me encontré en su momento con el problema que Fender no comercializaba accesorios para este modelo, en concreto golpeadores, si querías cambiarlo debías de buscarte la vida y que un luthier te lo hiciera.
En conclusión un bajo muy comodo para cualquier técnica, con una estética impresionante pero con carencias en cuanto al caracter del sonido que ofrece, tal vez sea el previo Fender, no llegué a plantearme el sustituirlo.