De acuerdo al boletín emitido hoy por el Centro de Predicciones Climáticas/NCEP//NWS y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad, existe una probabilidad mayor de 90% de que El Niño continúe durante el otoño del hemisferio Norte de 2015, y alrededor de 85% de que persista hasta el invierno del 2015-2016. Después de una pequeña disminución en abril, las anomalías de las temperaturas de sub-superficie se fortalecieron durante el mes de mayo en respuesta al progreso en la subsidencia de una onda oceánica Kelvin. Aunado a ésto, las anomalías en los vientos del Oeste en los niveles bajos persistieron sobre gran parte del Pacifico ecuatorial, y fueron acompañadas por anomalías en los vientos del Este en los niveles altos. Adicionalmente, el Índice de Oscilación del Sur ecuatorial y tradicional (SOI, por sus siglas en inglés) se mantuvieron ambos en negativos, consistente con un aumento en convección sobre el centro y Este del Pacifico ecuatorial, y convección limitada sobre Indonesia. Colectivamente, estas características oceánicas y atmosféricas reflejan la continuación y fortalecimiento de El Niño.
Modelos indican la permanencia de El Niño
Casi todos los modelos predicen que El Niño continúe a través del 2015, y muchos consensos predicen que las anomalías en las Temperaturas Superficial del Mar aumentarán hasta bien tarde en el otoño de éste año. Durante el otoño y temprano en invierno, el consenso de los pronósticos favorecen ligeramente un evento fuerte (los valores de 3-meses del Niño-3.4 igual a o mayor que +1.5°C), relativo a un evento débil. Sin embargo, esta predicción puede variar en los próximos meses, ya que los pronósticos de fortaleza son los aspectos más retantes en la predicción del ENSO. Un evento moderado, débil y hasta sin El Niño permanece posible, aunque las probabilidades son bajas.
Probabilidades del comportamiento de las precipitaciones para éste trimestre
Debemos recordar que El Niño es un modelador del clima en gran parte del Mundo como un buen ejemplo de la variabilidad climática. Nada tiene que ver con el denominado cambio climático. Para el Noreste de Suramérica, parte del Caribe y Centroamérica éste evento océano-atmosférico repercute en que las precipitaciones se ubiquen por debajo del promedio histórico.