Revista Cocina
Llegará un día en el que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza.
Paul Geraldy
Caía la tarde y el sol se ocultaba en el horizonte, entra la noche mientras caminábamos sin prisas por el rebalaje, con cada paso nuestros pies descalzos se hundían irremediablemente en los húmedos chinorros de la orilla, el tintineo de las pequeñas piedras hacían compás al susurro de las pequeñas olas, parecía que le llamaban, que decían su nombre. - ¡¡ Escucha, Ana…..el mar le llama por mi !! Presta atención, es su nombre lo que las olas dicen una y otra vez…
Nos sentábamos mirando el cielo, repleto de estrellas, donde el único sonido era la brisa del mar y las olas, mientras mi mente se alejaba de mí, volando y soñando con otro mundo, con otros caminos que me recordaba el mar en cada romper de oleaje.
Yo también decía su nombre al compás de la espuma recordando su mirada, su sonrisa….no había nada más en aquella noche de verano.
El mar sabía mi secreto, lo acunaba, lo recreaba y me acercaba más a aquel sueño más claro que la espuma; un sueño que las olas me regalaban diciendo su nombre, haciendo real lo irrealizable.
Mientras, sentadas las dos, mirando al horizonte, amanece, volvemos a caminar por la playa sin querer despertar, el agua nos sigue acariciando nuestros pies desnudos.- - Ana: vamos que en aquella orilla, están tirando del copo…..vamos a ver lo que han pescado.
La mar sabía mi secreto….y mi amiga Ana, también lo compartía. Ellas sabían que yo, en aquella playa, ayudada por las olas le llamaba y soñaba con él.
¡¡ Y mi sueño, aquel sueño se hizo realidad y la mar, con el romper de las olas, aún me dice su nombre !!
Quienes me siguen, leen mi blog, conocen y saben de mi pasión por el mar, ésa pasión llega hasta mi cocina, donde los productos que nos regala la mar son prácticamente mis recetas preferidas.
En Mi Cocina virtual encontrarán 374 recetas de pescados y mariscos. Hoy les invito a preparar una deliciosa “fideuá” con jibias (sepia).
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos personas:
Una jibia de un kilo aproximadamente ( pedir al pescadero que al limpiarla, les aparte la hueva si la tuviera (frita está riquísima) y la bolsa de su tinta),
si no pudiese conseguir la tinta de la jibia usar en su defecto dos bolsas de tinta (se puede encontrar en los congelados de cualquier supermercado), un pimiento verde, un tomate grande maduro, media cebolla pequeña blanca dulce, cuatro dientes de ajo, medio vaso de aceite de oliva virgen extra, dos puñados de fideo “O” por comensal (suelo usar mi mano como medida), cuatro espinas de rosada (cuando compro rosada suelo pedirle al pescadero que me de las espinas y las guardo para éstos casos), litro y medio de agua aproximadamente (suelo echar dos cucharones de caldo de pescado por puñado de fideo), sal y una ramita de perejil.
Para el alioli de pera: Un huevo, una cucharadita de café pequeña de sal, una cucharada sopera de zumo de limón, medio vaso de aceite de girasol y una pera (usé una pequeña de agua) pelada y sin la parte central de las semillas cortada en trozos pequeños.
Los pasos a seguir:
Trocear la jibia y lavar y picar en trozos pequeños la verdura (quitar la piel y las semillas del tomate).
En una cacerola echar el agua y las espinas de pescado, llevar a ebullición y espumerear tantas veces como sea necesario. Dejar hervir unos quince minutos, colarlo y reservarlo caliente.
En un mortero colocar la bolsita de la tinta y aplastarla bien, añadir un poco del caldo de pescado y remover bien, pasándolo por un colador, agregarlo a la cacerola. Salar al gusto.
Si se usa tinta de bolsas congeladas, diluirla directamente en el caldo.
Mientras preparar el alioli de pera, para ello:
Poner en el vaso de la batidora el huevo, un diente de ajo (quitándole la parte central), medio vaso de aceite de girasol, una cucharada sopera de zumo de limón y una cucharadita de café de sal sal.
Apoyar la minipimer en el fondo del vaso y batir a máxima potencia, cuando la mayonesa está casi totalmente ligada, ir levantando el brazo de la batidora para que termine de mezclarse bien, entonces añadir los trozos de pera y batir hasta conseguir una mezcla totalmente homogénea y fina.
En una ollita con fondo echar el aceite y pochar a fuego lento la verdura, removiendo durante unos cinco o seis minutos.
Cuando esté listo el refrito, añadir los trozos de jibia, remover y mezclarlo con la verdura, manteniéndolo en el fuego durante uno o dos minutos.
Pasar el refrito junto con la jibia a la sartén o paellera donde se vaya a hacer la fideuá y una vez caliente, añadir los fideos.
Agregar el caldo (recuerden el doble de volumen que de fideos aproximadamente), llevar a ebullición dejándolo hacer unos cinco minutos más o menos.Si comprueban que aún están duros y ya están secos, añadir un poco más de caldo de pescado, dándoles un poco más de cocción.Probar y rectificar de sal si fuese necesario.
Al emplatar espolvorear con perejil picado…..
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá? Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!Rafael Alberti