En esta receta que propongo hoy, se aúnan dos de mis alimentos preferidos; el pescado y el queso.
Los pescados, en mayor o menor medida, me gustan todos. Y si tuviera que hacer un ranking de mis preferencias, colocaría el bacalao en el primer lugar y las fanecas en el último.
En cuanto a quesos, el San Simón da Costa, estaría en la primera posición. Su delicado sabor ahumado casa muy bien con cualquier otro alimento, incluso con dulce. Como todavía tengo muchos quesos pendientes de probar, no me atrevería a decir cual me gusta menos (de momento).
Es una receta sencilla que se puede adaptar a vuestros gustos cambiando el pescado y/o el queso por cualquier otro que tengáis disponible.
Solo son imprescindibles dos cosas: que el pescado sea de total confianza y que el queso sea fundente. Lo demás ya es cosa del cariño que pongáis en su elaboración.
FILETES DE BACALAO RELL. DE QUESO SAN SIMON
ingrs. para 2 personas
4 filetes grandes de bacalao150 grs. de queso SanSimónHarina Sta. Rita para tempuraperejil, sal y aceite
como acompañamiento:
6 pimientos del piquillo1 cucharada sopera de azúcar moreno aceite
Partiendo de unos trozos de la parte de la cola, es decir de la parte más fina del bacalao, hice unos filetes perfectos para rellenar y rebozar. Ya sabéis que el bacalao (dependiendo del grosor del trozo) necesitará entre 24 y 36 horas de remojo en agua fría. Imprescindible cambiar el agua cada 8 horas aprox.
Una vez bien escurridos y secos, los recorté para que tuviesen una forma lo más rectangular posible.
Encima de cada filete, puse unos trocitos de queso San Simón que cubrían la mitad del mismo.
Doblé el filete por la mitad y reservé.
Preparé la harina de tempura Santa Rita hasta que tuvo una consistencia de natillas líquidas. Para darle un toque añadido de color, agregué el perejil picado.
Pasé cada "bocadillo" de bacalao por la tempura y freí en abundante aceite caliente.Puse sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Mientras tanto, en una sartén pequeña con media cucharadita de aceite, puse a caramelizar los pimientos. Primero los doré ligeramente por un lado y luego por el otro. Añadí el azúcar moreno y dejé que se fundiese con los jugos de los pimientos formando una salsa densa y deliciosa.
Para servir, coloqué tres pimientos en el fondo del plato y sobre éstos, dos trocitos de bacalao relleno crujiente.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
© www. lacocinadelechuza.com