Revista Ciencia

Física cuántica y conciencia: desmintiendo el romance (1)

Publicado el 24 agosto 2010 por Jesuszamorabonilla
FÍSICA CUÁNTICA Y CONCIENCIA: DESMINTIENDO EL ROMANCE (1)
Tal como anunciaba en la lista de lecturas, voy a iniciar una pequeña serie de entregas dedicadas al problema de la medición cuántica, inspirado por la lectura de El enigma cuántico. Encuentros entre la física y la conciencia, de Bruce Rosenblum y Fred Kuttner. En particular, voy a discutir la tesis (ampulosamente presentada en el libro como "el gran secreto" de la física cuántica, un secreto a voces, en todo caso) de que la conciencia desempeña un papel causal relevante en la "creación de la realidad", o que "los hechos no son reales hasta que no son observados por un sujeto consciente". Por supuesto, esta tesis no forma parte de la teoría cuántica como tal (en la que la "conciencia" no es un elemento que aparezca por ningún lado), sino que es una mera interpretación filosófica (es decir, incontrastable) de la teoría, entre varias interpretaciones posibles, y no la más aceptada. Naturalmente, es posible que en el futuro esa interpretación dé lugar a predicciones contrastables (fenómenos cuánticos que no podrían ocurrir si la conciencia no fuera la que los causase), y entonces se convertirá en una verdadera teoría científica; pero ese momento no ha llegado aún, por lo que yo sé..
A lo que voy a dedicarme en esta serie de entradas es a mostrar algunos argumentos por los que la interpretación "mentalista" de la mecánica cuántica es implausible. Vaya desde el principio mi reconocimiento de mi carácter meramente amateur en este terreno, así que agradeceré que cualquiera con mejores conocimientos que los míos me señale los errores que pueda tener mi argumentación..Empecemos reconociendo lo obvio, pero a menudo olvidado: la interpretación mentalista de la física cuántica es sencillamente una clase de fenomenismo o idealismo, siendo la forma más conocida de éste la que le dio George Berkeley: "ser es ser percibido", y como tal, es perfectamente compatible con la física clásica, no recibe ni más ni menos apoyo por el hecho de que ésta tenga que ser sustituida por la física cúantica. Es decir, también podemos INTERPRETAR la física clásica, la tectónica de placas, la lingüística hitita o la entomología de manera fenomenista: sólo existe lo que se observa, y lo que se observa ocurre COMO SI esas teorías fueran verdaderas. El fenomenismo (o el relativismo epistemológico, según el cual TODO lo que alguien cree o ha creído alguna vez es verdad) es, por supuesto, imposible de refutar empíricamente, pero es sumamente insatisfactorio considerado como EXPLICACIÓN de por qué las cosas nos parecen ser como nos parecen ser, como he venido argumentando en una entrada reciente (además de que es una posición muy intestable, pues no hay motivo por el que detenerse en él y no caer hasta el solipsismo del aquí y el ahora)..FÍSICA CUÁNTICA Y CONCIENCIA: DESMINTIENDO EL ROMANCE (1)Consideremos el siguiente ejemplo: en mi escritorio hay un cajón dedicado a guardar folios. ¿Cuántos folios hay en mi cajón en el momento en que he escrito esta frase? (momento en el que no hay nadie sacando ni metiendo folios del cajón) El fenomenismo radical dirá que no hay un número determinado de folios en mi cajón, es decir, que para todo número n igual o mayor que 0, la frase "en ese momento había n folios en mi cajón" es FALSA, y que SÓLO al contarlos conscientemente es cuando HAY el número de folios que resulta de la cuenta (olvidemos la complicación que supondría tener en cuenta la posibilidad de que los esté viendo pero no contando). Naturalmente, como la única forma de saber cuántos folios había es contándolos, es obvio que, hasta que no los contamos (de alguna manera), no sabemos cuántos hay. Pero la cuestión es si hay un número determinado de folios cuando nadie los cuenta..El hecho es que cuando contamos los folios, nos podemos equivocar, o al menos, puede ocurrir que si los contamos varias veces, obtengamos resultados diferentes. La distribución estadística de esos resultados es un hecho empírico (bueno, al menos cuando alguien se molesta en apuntarlos), y podemos preguntarnos por qué ocurre ese hecho, es decir, por qué la distribución que sale es la que sale (pongamos, p.ej., que la media de la distribución es 457 folios, y la mayoría de los resultados están etre 450 y 465, con unos poquitos resultados por debajo o por encima). Pues bien el fenomenalismo no tiene una explicación para este hecho, es decir, no puede señalar NINGUNA HIPÓTESIS a partir de la cual podamos entender la razón por la que casi siempre nos salen alrededor de 457 folios cuando los contamos; es decir: no podemos inferir ese resultado a partir de la hipótesis de que "para todo número n igual o mayor que 0, la frase 'en ese momento había n folios en mi cajón' es FALSA cuando nadie los cuenta". En cambio, la hipótesis de que HAY un número de folios Y NO OTRO en mi cajón aunque nadie los cuente, y ese número es cercano a 457 (junto con nuestro conocimiento de los tipos de errores que podemos cometer y sus posibles causas), explica por qué la distribución de resultados de nuestras cuentas es la que es..Como digo, esta discusión puede plenamente darse en el marco de la física clásica. La física cuántica, según algunos, nos ha dado razones para pensar que, si no todos los hechos (y algunos creen que sí, que en TODOS los casos), al menos en algunos casos la realidad no está determinada "hasta que no la observamos conscientemente". Lo que voy a intentar argumentar en las próximas entradas es que lo que se sigue de la física cuántica es SÓLO que algunos hechos no están completamente determinados HASTA QUE NO OCURRE ALGUNA OTRA COSA, pero que esa "otra cosa" no tiene NADA que ver con la observación consciente, o con los poderes de la mente humana..Más:.¿Por qué el universo no puede estar hecho sólo de matemáticas?Si el tiempo fluyese hacia atrás, ¿lo notaríamos?Empirismo, racionalismo y cienciaCiencia empírica y metafísicaEl problema de los conceptos teóricosEl principal error del constructivismo socialMente (o lo que sea) y cerebro.Sobre el reduccionismo
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