FLORES FRITAS
Seguro que has probado las flores fritas, pero jamás se te ha pasado por la cabeza meterte en la cocina para hacerlas.
Seguro que piensas que comprarte un molde que no vas a utilizar más de una vez, es una absurda tontería, pero tengo una noticia que darte: una vez que las pruebes, las vas a repetir muy a menudo.
Son tan, pero tan fáciles, que terminarás regalando el dichoso molde en pos de ese pase playero que corre peligro desde que se te ocurrió leer esta receta.
Lo peor es que si las flores fritas con azúcar y canela están ricas, imagina cómo estarán con un almíbar hecho con miel y azúcar… mmm!!
¿Y si derretimos chocolate y las cubrimos con él? ¡Ay madre! creo que me estás empezando a odiar…
Las flores fritas (y todos los fritos), tienen su secreto para que queden crujientes y no absorban tanta grasa, y es que el aceite utilizado sea un oliva virgen extra, de las variedades picual o cornicabra. Hazme caso: son los que menos se degradan con las altas temperaturas y dejan los fritos perfectos.
Flores fritas, paso a paso
Ingredientes:
- Tres huevos medianos
- Una piel de limón rallada
- El zumo de medio limón
- 1/2 copa de anís seco
- 120 ml. de agua
- 180 ml. de leche
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 300 gr de harina para repostería, aproximadamente
- Aceite de oliva virgen extra para freírlas, a ser posible de la variedad picual o cornicabra
- Azúcar y canela o miel, para la cobertura
- Un molde para flores
Preparación:
Batimos los huevos con la ralladura de limón, el zumo, el anís, el agua, la leche y la vainilla.
Vamos incorporando poco a poco la harina, hasta conseguir una “gacheta” líquida pero que cubra bien el molde.
Ponemos a calentar el aceite de oliva virgen extra e introducimos el molde para que se vaya calentando también y no se pegue la masa.
Una vez que el aceite esté muy caliente, mojamos el molde en la gacheta (con cuidado que no la cubra por la parte de arriba) e inmediatamente la introducimos en el aceite.
Cuando se comience a despegar del molde, lo sacamos y damos la vuelta a la flor.
Una vez fritas, las escurrimos en papel absorbente y rebozamos en azúcar y canela.
Si eres capaz de esperar, sirve frías, pero ya te digo que como no cierres con llave la puerta de la cocina, te arriesgas a que desaparezcan… ¡QUE APROVECHE!
Si todavía no me odias, espera a ver estas deliciosas Torrijas clásicas , o su versión más pecaminosa como los Rollitos de torrija rellenos. Claro, que ya puestos a comprar moldes, aprovecha y te compras el de roscos para que puedas disfrutar de estos ligeros Roscos abuñolados con molde. Y ahora… ¿me odias?
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