FOX quiere darle un estilo "Crepuscular" a X-men: First Class

  
El estudio quiere copiar la fórmula del éxito.
Estamos junto a la secretaria del presidente de la FOX. La mujer está nerviosa. Acaba de recibir los resultados de taquilla de Noche y Día, El Equipo A y Marmaduke y sabe que esa información puede convertirla en la décima asistente que el mandamás del estudio ha tenido en 3 semanas. Se acerca lentamente a la puerta del despacho de su jefe pero se detiene antes de llamar paralizada por el terror. Un grito la saca de su ensoñación:
-¡Linda! Se ha terminado el papel del water, ¿Queda algún tebeo de Dragon Ball de los que nos mandó Toriyama?
- En seguida señor, por cierto, ha llegado este fax para usted...
El directivo coge la hoja con indiferencia y se queda casi 15 minutos en silencio frente al papel con una expresión desconcertante en su rostro.
-Señor, lo escrito está por el otro lado.
-Gracias Linda...aaaaaAAAAGGGGGGHHHHHHHH!...Lin...Linda....¿Qué...qué tengo programado para el resto del día?
-En 10 minutos tiene una reunión clave con Hugh Jackman para discutir los gastos de producción en champú y acondicionador para Lobezno 2. A las 3 va a venir Oliver Stone para explicarle los términos financieros de Wall Street 2 y a las 5 ha quedado con Matthew Vaugh para que dé el visto bueno al chaval que ha fichado para el personaje de Bestia en X-men: First Class...
-Nada nada, adelanta la reunión con Vaughn y dile que mande al crío para casa con una bolsa de chuches. Intenta localizar al agente de Robert Pattinson y al cuidador de Taylor Lutner para intentar ficharlos. Si están liados sigue con el resto del cast de Crepúsculo y si nadie acepta empieza por el equipo técnico hasta llegar a los de catering. ¡Ah!, y consígueme algún cómic de X-men donde salgan vampiros, y si no lo hay llamas a Kiefer Sutherland que desde que terminó 24 no hace nada y que prepare el secuestro de Stan Lee de su oficina en Disneylandia para que escriba uno.
Y así es más o menos como están enfocando X-Men: First Class, en la FOX según el columnista Roger Friedman.