Revista Cultura y Ocio
Este texto no es una plancha, ni un resumen de un artículo o un refrito de textos de internet sobre la fraternidad, tan sólo, es una vivencia sobre lo que puede ser vivirla entre hermanos masones.
Para los que la vida profesional nos obliga a viajar día sí y otro también, sabemos lo que supone terminar solos una larga jornada de trabajo fuera de casa. Sí, durante más de veinte años he experimentado salir del despacho a última hora de la tarde en una ciudad extraña, encontrarte cansada, caminando en calles que tan sólo puedes recorrer, observar sus gentes, las fachadas, pero no encontrar una cara conocida, amiga, de las que te reconfortan, con la que compartir ideas, pensamientos o emociones. O, sencillamente, dar un paseo o visitar un lugar interesante….
Hace pocos meses fui iniciada en masonería, durante este pequeño (pero gran) tiempo, he experimentado lo que significa fraternidad, no en la ficción o en palabras huecas, sino en la realidad del concepto en si mismo..
Ahora sé que, por ejemplo, ir a Asturias ya no es sólo descansar en una casa rural en mitad del valle del Sueve, sino ir a encontrarte con hermanos y hermanas con los que se han generado verdaderos lazos de amistad. Que pasear por callejas de Zaragoza te puede regalar escuchar las confidencias de un hermano que necesita sacar algo fuera y compartir emociones. O que, en una ciudad extremeña, al finalizar una jornada de trabajo, después de haber compartido paseos, comida y reuniones con un hermano, al darle las gracias por todo, su respuesta aún resuena dentro de mí: “¿no eres acaso mi hermana?, pues no hay que dar las gracias, forma parte de nuestra fraternidad”. .
Después de esto, podré leer la definición del término en el diccionario de la R.A.E.: “Amistad o afecto entre hermanos o entre quienes se tratan como tales “ o repasar artículos previos escritos sobre ello, pero la fuerza y la belleza de su verdadero significado ya resuenen dentro de mí. El motivo es muy sencillo, simplemente porque FRATERNIDAD es el resultado de un trabajo que sale por sí solo; que tan solo requiere voluntad y tesón para que se origine, crezca y genere cadenas que unan personas..
El que no sea una ilusión o un deseo sino una auténtica realidad, queda en nosotros mismos..
Sonia.