Las fresas no solo son una deliciosa fruta llena de sabor y aroma, sino también un alimento cargado de numerosos beneficios para la salud. Sin duda alguna constituyen el complemento ideal para acabar con un broche de oro una suculenta comida, ya sean solas, o bien en diferentes preparaciones.
Una de ellas es esta que os traigo hoy, muy fácil de preparar, fresca, sana y absolutamente deliciosa, en donde os encontraréis con dos texturas distintas. Una ligera, cremosa y suave, la otra gelatinosa y muy fresca con un sabor intenso a fresa. Si os animáis seguro que repetiréis más de una vez con este postre, ya que será del agrado tanto de grandes como de pequeños.
Ingredientes:
- 700 grs de fresas
- 3 yogures naturales desnatados 0% MG
- 1 tarrina de 120 grs de queso fresco batido desnatado 0% MG
- 2 sobrecitos de edulcorante Stevia
- 1/2 limón.
- 3 hojas de gelatina neutra.
- Hojas de menta o hierbabuena.
Preparación:
- Lavamos las fresas y les retiramos los rabitos, los escurrimos y reservamos 4 enteras para la decoración final.
- Picamos 200 grs de fresas y las mezclamos con los yogures y el queso fresco batido junto con el edulcorante y repartimos la preparación en vasos.
- El resto de las fresas las pasamos por la batidora con un chorrito de limón hasta conseguir un puré.
- Hidratamos las hojas de gelatina y luego las escurrimos en papel absorvente. Las fundimos en un poquito de agua caliente y las añadimos al puré de fresas. Mezclamos bien.
- Repartimos sobre los vasos de yogur y queso y los llevamos a la nevera para que cuajen.
- A la hora de servirlos, adornamos con las fresas reservadas cortadas en trozos y unas hojas de menta o hierbabuena.