Revista Cocina
La fresa silvestre europea (fragaria vesca) se consume desde épocas prehistóricas, empezó a cultivarse en nuestro continente en el siglo XIV y hasta el siglo XVIII fue la fresa por antonomasia. Ya dejó constancia el insigne poeta romano, 70 años antes de nuestra, era autor de La Eneida, Las Bucólicas y las Geórgicas (qué trabajo nos costaba aprenderlos en el bachillerato) en una de sus poesías en el que advierte del peligro de ir a los bosques a recoger fresas, ya que entre la hierba se oculta la serpiente (latet anguis in hierba).
Fue tras el descubrimiento de América cuando llegaron a Europa el “fresón” que es prioritariamente lo que consumimos hoy en día y que prácticamente denominamos “fresas”; al parecer la planta nos llegó desde Chile, originariamente es de América del Norte y habrían sido las aves migratorias las que la introdujeron en el Sur del continente americano.
Una vez la planta en Europa, las dos especies la chilena y la norteamericana (de Virgina concretamente) acabaron por originar un “híbrido” conocido como fresa “ananás” (Fragaria ananassa), que es el fresón que llega hoy en días a nuestras mesas.
Andalucia y más concretamente Huelva la mayor productora de Europa de tan deliciosa y dulce fruta, donde las carreteras de la provincia se abren alrededor de sus cultivos, donde el fresón colorea los campos de un rojo brillante.
Igualmente es Andalucia una de las mayores productoras de cítricos, concretamente Málaga, donde poderosos ríos como el Fahala y el Guadalhorce dan vida a los valles, formados a ambos lados de sus orillas. Entre los pequeños arroyos campos esplendorosos, frondosas y ancestrales huertas dedicadas al naranjo, a los limoneros y a las mandarinas que se enriquecen con sus aguas y los limos.
Naranjas cachorreñas, navelates, dulces y chinas, naranjas washingtonas (“uachintonas”), naranjas del Valle del Guadalhorce.
La temporada de los fresones onubenses dura desde finales de enero hasta finales de mayo, aunque se centra del 15 de marzo al 15 de abril y las naranjas malagueñas, las washintonas tienen su esplendor desde principios de febrero hasta mediados de abril.
Así que es época de éste riquísimo postre que me recuerda tantísimo a mi padre, él lo aderezaba con el licor dulce sin alcohol llamado Granadina yo he preferido endulzarlo con miel de caña malagueño.
¿Gustan?
Para hacerlo:
Lavar los fresones y cortarlos en rodajas.
Pelar las naranjas quitándoles la piel y el “pellejo” a los gajos, cortándolos en trocitos.
Exprimir las naranjas y echarlo en un bol, agregar miel de caña al gusto, remover.Añadir los trozos de fresón y los trocitos de naranja.
Adornar con hierbabuena o menta.
¡¡ Disfruten de Andalucia y de los productos de sus ricos huertos, campos y valles !!
Las naranjas. Cuadro pintado por un gran pintor malagueño: mi suegro.