La frittata es un básico de la cocina tradicional italiana de preparación similar a la tortilla francesa pero con infinidad de posibles ingredientes en su relleno. Hoy os traigo una muy sencilla de preparar, con verduras frescas y un toque aromático que le proporcionan unas hojas de hierbabuena recién cortadas. Un plato ideal para llevar al trabajo o disfrutar durante una excursión. También es estupendo para una cena sana y ligera.
INGREDIENTES
1 Calabacín.
2 Cebollinos.
6 Huevos.
150 gr. de queso feta.
1 Cucharada de mantequilla
Un buen manojo he hojas de hierbabuena.
Sal y pimienta.
- Precaentamos el horno a 180ºC. Lavamos bien el calabacín y lo rallamos finamente. Pelamos y cortamos la cebolla en aros finos. Con ayuda de un tenedor desmenuzamos el queso feta.
- Batimos los huevos y los mezclamos con las verduras, el queso feta y las hojas de hierbabuena picadas. Salpimentamos. Untamos una fuente pequeña para horno con la mantequilla y vertimos el preparado anterior.
- Horneamos unos 25 min. o hasta que comience a dorarse. Retiramos de horno, dejamos templar un poco y servimos. Podemos tomarla fría o templada.
Podemos acompañarla de una buena ensalada de brotes o mezclum con una vinagreta sencilla. También con una salsa de tomate casera o mostaza estilo antigua. Resulta ideal también para rellenar un bocadillo o preparar unas tostas. Si queréis una presentación diferente y con un toque divertido, la podéis hornear en un molde para magdalenas, lo que resultaría ideal para una cena informal.
El relleno de la frittata no hace falta cocinarlo previamente, con lo que os recomiendo que los ingredientes sean frescos, ya que ahí se va a concentrar todo el sabor. Las verduras al ir solo horneadas quedan un poco al dente y algo crujientes, aportando mucha textura al plato. Otro aspecto positivo al no ir cocinadas previamente es que quedarán más ligeras y sanas, siendo una apuesta estupenda para compensar los excesos del verano.
Si no os gusta el queso feta, lo podéis sustituir por parmesano rallado o suprimirlo, en caso de que queráis un plato más ligero y menos graso. Al poder tomarse en frío, viene ideal para preparar el día antes y dejar la comida preparada si contamos con poco tiempo para ello, o simplemente para llevar un almuerzo al trabajo, ya que no pierde su sabor al tomar en frío.
Un plato sencillo, aromático y lo mejor de todo, delicioso si os gustan las verduras no dudéis de prepararlo, seguro que vais a quedar encantados, sobre todo si le añadís vuestras preferidas a las que yo he utilizado, seguro que le quedan genial.