Os he comentado en varias ocasiones la importancia de leer las etiquetas de todos los productos que consumimos en la dieta y que debemos descartar todos aquellos que incluyan azúcar en la lista de ingredientes. Pero ¿qué ocurre con la fructosa?
Hasta hace muy poco tiempo se recomendaba como un edulcorante natural apto para diabéticos y dietas de adelgazamiento:
- tiene un sabor muy dulce sin el toque amargo o metálico que caracteriza a otros edulcorantes como la sacarina,
- tiene la mitad de calorías que el azúcar y
- proviene de la fruta, por lo que se la consideraba ”una opción más natural y sana” que la sacarina, el aspartamo y el resto de edulcorantes.
La fructosa tenía otro beneficio adicional: además de ser más dulce que el azúcar, era más barata y por lo tanto más rentable para los fabricantes.
Dónde encontramos fructosa
En los Estados Unidos empezó a usarse como endulzante en los años 70 y se ha vuelto tan popular que incluso una buena parte de los productos light (bajos en grasa y con menos calorías) se hacen con fructosa. Como todo lo que se pone de moda en USA acaba llegando también a Europa, hace ya unos 20 años que muchas mermeladas light, galletas integrales bajas en calorías y cereales de dieta que se fabrican y venden en España llevan fructosa.
Parecía que eso sería todo, pero le han empezado a poner fructosa a algunos edulcorantes: así consiguen un sabor más parecido al del azúcar. Y hace poco una marca muy conocida ha cambiado la fórmula de sus yogures 0% para añadir un 2,5% de fructosa y los anuncia diciendo que no podrás resistirte porque ahora están mucho más ricos.
¿Es apta la fructosa para la dieta Dukan?
No, no lo es.
La fructosa es la forma más refinada posible del azúcar, así que es un hidrato simple que el cuerpo absorbe con mucha rapidez. En esta dieta lo primero que eliminamos son los hidratos simples (azúcar, pan, pasta, arroz, etc) por lo que no tiene el más mínimo sentido consumir productos con fructosa. Incluso si son edulcorantes o yogures 0% materia grasa: si llevan fructosa no son aptos.
Además, si echamos cuentas nos encontramos que uno de estos yogures 0% de botecito morado tiene más de 3 gramos de fructosa ¡más de la que tienen 50 gramos de fresas! y sin nada de la fibra ni de las vitaminas de la fruta. ¿No tomamos fruta hasta Consolidación pero si yogures con fructosa? ¿En qué cabeza cabe?
Por qué no deberíamos admitirlos ni como tolerados
Si contamos los yogures con trocitos de fruta como tolerados ¿no podríamos considerar también los productos que llevan fructosa como tolerados? El problema es que uno, esta fructosa no viene de la fruta, y dos, la fructosa no sólo es azúcar: es la peor forma de azúcar posible.
- Altera el metabolismo: hace que el cuerpo almacene grasa
- Se comporta como el alcohol y afecta al funcionamiento del hígado.
y por si esto fuera poco
- Interfiere con los mecanismos de saciedad, por lo que después de comer alimentos que llevan fructosa seguirás teniendo apetito
¡Lo que nos faltaba! O sea, que estamos intentando alimentarnos bien para controlar nuestro apetito y nuestro peso ¿y vamos a tomar productos con fructosa, que hace que no podamos parar de comer? No se vosotros, pero yo tengo clarísimo que ni-de-coña.
¿Y que pasa con la fructosa de la fruta?
Cuando tomamos fruta, la fibra y las vitaminas reducen los efectos negativos de la fructosa (y aún así hay expertos que recomiendan limitar la cantidad de fruta a dos piezas al día, para no tomar más de 25 gramos de fructosa).
Lo realmente malo es tomar alimentos endulzados con fructosa refinada. ¿Habéis oído hablar últimamente sobre como acusan a Coca Cola y a otras marcas de refrescos de ser parte activa en la epidemia de obesidad y diabetes? Pues lo que usan los refrescos no es azúcar, es fructosa refinada: la misma que le están poniendo a estos productos “light” de las fotos y por desgracia a muchos otros más.
Otras dudas sobre la dieta Dukan, aquí
y además
- La guerra de la fructosa, en Newsweek Argentina
- La fructosa, en Botanical on line
- Fructosa y bajo rendimiento intelectual, en La margarita se agita
Haz una búsqueda en Google sobre los peligros de la fructosa. Si, lo se: en internet se encuentra de todo; también dicen que los edulcorantes causan cáncer, que las vacunas infantiles provocan autismo y que la CIA tiene pinchado tu teléfono. Pero la cuestión es comprobar quién respalda esos datos: en el caso de la fructosa son universidades e investigadores de prestigio, como esta publicación de la Universidad de Yale de enero de 2013 (que podéis ver traducida en este blog) donde se habla de cómo el consumo de fructosa se asocia con tener siempre apetito y comer de más.